Evangelio diario/ Jueves 17 de Julio
Evangelio según san Mateo 11, 28-30
En aquel tiempo, tomó la palabra Jesús y dijo: “Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados, y yo los aliviaré. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso para sus almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera”.
Palabra del Señor.
“Vengan a mí”
Este Evangelio es como un abrazo de Jesús al alma cansada. No es una exigencia, es una invitación:
“Vengan a mí”, dice. Jesús no obliga, invita con ternura a todos los que se sienten cansados, tristes, llenos de preocupaciones o dolores. Y se dirige a todos: chicos, grandes, padres, catequistas, jóvenes… todos los que en algún momento cargamos con algo pesado en el corazón.
Y entonces nos promete algo grande:
“Yo los aliviaré.”
Jesús no siempre nos quita la cruz, pero sí nos da fuerzas para llevarla, y nos acompaña con su amor. Porque Él sabe lo que es sufrir, lo que es cargar, lo que es ser incomprendido. Por eso su consuelo es verdadero.
Luego nos dice:
“Tomen mi yugo.” El yugo era esa pieza de madera que se ponía sobre los bueyes para llevar cargas. Jesús no nos dice que la vida será sin peso, sino que Él nos ayuda a llevarla, como si dijera: “Vamos juntos, no estás solo”.
Y termina con una promesa maravillosa:
“Encontrarán descanso.”
No un descanso físico solamente, sino un descanso del alma, de saber que estamos en manos de alguien que nos ama y nos sostiene.
🙋♀️ Para pensar
¿Qué me está pesando hoy en el corazón?
¿Se lo estoy entregando a Jesús?
¿Confío en que Él camina conmigo, aún en medio del dolor?
🙏 Oración sencilla:
Jesús, a veces me canso, me preocupa la vida, me siento agobiado.
Quiero aceptar tu invitación: ir a vos, caminar con vos.
Dame un corazón como el tuyo, manso y humilde.
Enséñame a confiar, a soltar lo que pesa,
y a descansar en tu amor. Amén.
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