Evangelio diario / Palabra de Vida

 




 Evangelio según san Mateo 7, 15-20

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Cuidado con los profetas falsos; se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se cosechan uvas de las zarzas o higos de los cardos? Así, todo árbol sano da frutos buenos; pero el árbol dañado da frutos malos. Un árbol sano no puede dar frutos malos, ni un árbol dañado dar frutos buenos. El árbol que no da fruto bueno se tala y se echa al fuego. Es decir, que por sus frutos los conocerán”.

Palabra del Señor.


"Por sus frutos los conocerán"

Este Evangelio es un llamado claro a vivir la fe con sinceridad y verdad, y también a discernir cuidadosamente a quienes seguimos o escuchamos.

Jesús advierte sobre los falsos profetas, es decir, personas que aparentan santidad o bondad, pero en el fondo actúan con egoísmo, manipulación o falsedad. No basta con una imagen externa piadosa; lo importante es el fruto de vida que cada uno produce.

En otras palabras:

  • ¿Qué brota de nuestras palabras, decisiones y actitudes?

  • ¿Promovemos la paz, la unidad, la compasión?

  • ¿O sembramos división, juicio, orgullo o indiferencia?

Jesús no nos pide perfección, sino coherencia: que el árbol de nuestra vida esté enraizado en Él, para que dé frutos de amor, verdad y justicia.

También nos recuerda que debemos estar alertas y vigilantes: no todo lo que parece bueno lo es. El discernimiento cristiano implica observar los frutos:
¿Ese mensaje o persona me acerca más a Dios, al amor, a la verdad? ¿O me distrae con apariencias vacías?


🍇 Para meditar:

  • ¿Qué frutos estoy dando en mi vida: paciencia, generosidad, servicio… o egoísmo y queja?

  • ¿Soy coherente entre lo que creo y lo que vivo?

  • ¿Me dejo guiar por apariencias o por la verdad que se revela en los frutos?


🕊️ Oración breve:

Señor Jesús,
hazme un árbol bueno, plantado en tu Palabra.
Que mi vida dé frutos de amor y verdad.
Líbrame de la falsedad, del juicio fácil y de la hipocresía.
Enséñame a discernir con sabiduría y a vivir con autenticidad.
Amén.

Comentarios