Evangelio diario / Sábado 14 de junio

 




 Evangelio según san Mateo 5, 33-37

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Han oído que se dijo a los antiguos: ‘No jurarás en falso’ y ‘Cumplirás tus juramentos al Señor’. Pero yo les digo que no juren en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey. Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo cabello. Que su hablar sea sí, sí, no, no. Lo que pasa de ahí viene del Maligno”.

Palabra del Señor.




Jesús nos invita a vivir en la verdad y la transparencia total. En una sociedad donde los juramentos se utilizaban muchas veces para esconder mentiras o manipular la verdad, Él propone algo más radical: ser personas tan íntegras y honestas que no haga falta jurar para ser creídos.

La palabra de una persona cristiana debería ser siempre confiable. Si digo “sí”, que sea un sí sincero; si digo “no”, que sea un no verdadero. No debería haber dobleces, ni manipulaciones, ni medias verdades. Jesús nos llama a una coherencia interior, donde lo que pensamos, sentimos y decimos estén en armonía.

Esto es especialmente desafiante en un mundo donde muchas veces se disfraza la mentira, se juega con las palabras, y se hace promesa tras promesa sin intención real de cumplir. Jesús nos propone construir relaciones y sociedades basadas en la confianza, la honestidad y la integridad.


✨ Para meditar:

  • ¿Mis palabras reflejan siempre la verdad?

  • ¿Digo lo que realmente pienso y siento, o me acomodo para quedar bien?

  • ¿Honro mis compromisos, incluso cuando no son juramentos?


🕊️ Oración breve:

Señor Jesús, dame un corazón sincero y limpio.
Haz que mis palabras siempre reflejen la verdad que hay en mí,
y que mi vida sea un testimonio de tu luz y fidelidad.
Amén.

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