OCTAVO DÍA NOVENA EN HONOR A SAN JOSÉ DORMIDO «SAN JOSÉ, PADRE DE LA VIDA»
Octavo día: «San José, padre de la vida»
Inicio
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo +
Acto de Contrición
Pésame, Dios mío,
y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido.
Pésame por el Infierno que merecí y por el Cielo que perdí;
pero mucho más me pesa,
porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos.
Antes querría haber muerto que haberos ofendido,
y propongo firmemente no pecar más,
y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Amén.
Oración introductoria
Te rogamos Padre Dios que nos ayudes a enamorarnos de la vida y enfrentar toda adversidad confiando en tu divina providencia, a ejemplo de san José, hombre justo y piadoso, que supo asumir las contrariedades de la vida y las enfrentó desde tu ayuda divina. Que en esta novena san José nos ayude e ilumine para poder alabarte siempre con nuestras vidas y gozar plenamente de ti en la muerte. Te lo pedimos por Jesucristo, tu Hijo en unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria. Por los siglos de los siglos. Amén
«San José, padre de la vida»
San José defiende y protege la vida de Jesús. Desde la concepción, lo asume en su totalidad y nos recuerda que una vida es valiosa siempre. San José se sacrifica y lucha por cuidar la vida de María y de Jesús. Cuántos hoy defienden la vida y la cuidan, incluso esos padres que deben cuidar de sus hijos siempre por la situación de una dificultad física o psíquica. Aquellos luchadores de la vida que luchan y defienden a la vida. Pidamos por aquellos hermanos que se la juegan y defienden la vida, desde aquella enfermera o médico que ve un recién nacido que está mal y lo bautiza. Pidamos por aquellos que luchan para que el aborto no sea algo cotidiano y normal en nuestra sociedad. Pidamos por aquellos que dicen sí a la vida.
P. Luis Zazano
Silencio, meditación, escribir el favor o recordatorio
Oración Final
Oh Glorioso patriarca san José, esposo de la Virgen María,
dispénsanos de tu protección paterna.
Te lo suplicamos por el Sagrado Corazón de nuestro Señor Jesucristo.
Tú, cuya protección se extiende a todas las necesidades
y sabe hacer posibles las cosas más imposibles
dirige tu mirada de padre sobre los intereses de tus hijos.
Recurrimos a ti con la confianza en las angustias y penas que nos oprimen;
dígnate tomar bajo tu caritativa protección este asunto importante y difícil
que es causa de nuestras inquietudes:
(Repite con gran fe tu petición).
Haz que su feliz desenlace sea para gloria de Dios
y bien de sus amantes siervos”.
Así sea.
Padrenuestro, Avemaría, y Gloria.
Comentarios
Publicar un comentario