Séptimo día: «San José, padre de la Iglesia»

 




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En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo +

Acto de Contrición

Pésame, Dios mío,
y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido.

Pésame por el Infierno que merecí y por el Cielo que perdí;
pero mucho más me pesa,
porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos.

Antes querría haber muerto que haberos ofendido,
y propongo firmemente no pecar más,
y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Amén.

Oración introductoria

Te rogamos Padre Dios que nos ayudes a enamorarnos de la vida y enfrentar toda adversidad confiando en tu divina providencia, a ejemplo de san José, hombre justo y piadoso, que supo asumir las contrariedades de la vida y las enfrentó desde tu ayuda divina. Que en esta novena san José nos ayude e ilumine para poder alabarte siempre con nuestras vidas y gozar plenamente de ti en la muerte. Te lo pedimos por Jesucristo, tu Hijo en unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria. Por los siglos de los siglos. Amén

«San José, padre de la Iglesia»

A san José se lo puso como patrono universal de la Iglesia, incluso el Papa Francisco asumió su pontificado el día de este santo. En este día pidamos a san José que nos ayude para sumir vivamente nuestro catolicismo. Hay veces que parece que el católico no asume con responsabilidad su vocación cristiana, en donde incluso caemos en una disociación de vida. Somos una cosa en la celebración litúrgica y somos otra cosa en lo cotidiano. También pidamos a san José que nos ayude a enamorarnos de la Iglesia y saber que es nuestra madre y esposa. La Iglesia la construimos vos y yo, somos Iglesia por el bautismo y vos sos la gran riqueza de la Iglesia. Sabemos que la Iglesia no desaparecerá, pero que san José nos ayude a comprometernos más en ella y saber que debemos ser testigos de ella en todo momento.

P. Luis Zazano

Silencio, meditación, escribir el favor o recordatorio

Oración Final

Oh Glorioso patriarca san José, esposo de la Virgen María,
dispénsanos de tu protección paterna.

Te lo suplicamos por el Sagrado Corazón de nuestro Señor Jesucristo.
Tú, cuya protección se extiende a todas las necesidades
y sabe hacer posibles las cosas más imposibles 
dirige tu mirada de padre sobre los intereses de tus hijos.

Recurrimos a ti con la confianza en las angustias y penas que nos oprimen;
dígnate tomar bajo tu caritativa protección este asunto importante y difícil
que es causa de nuestras inquietudes:

(Repite con gran fe tu petición).

Haz que su feliz desenlace sea para gloria de Dios
y bien de sus amantes siervos”.

Así sea.

Padrenuestro, Avemaría, y Gloria. 

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