ORACIÓN POR LA VIDA NACIENTE



Señor Jesús, que fielmente visitas y colmas con tu presencia la Iglesia y la historia de los hombres; que en el admirable Sacramento de tu Cuerpo y de tus Sangre nos haces partícipes de la Vida divina y nos haces pregustar la alegría de la Vida eterna; te adoramos y te bendecimos.

Postrados ante Ti, fuente y amante de la vida, realmente presente y vivo entre nosotros, te suplicamos.

Despierta en nosotros el respeto por toda vida humana naciente, haciéndonos capaces de apreciar en el fruto del vientre materno la admirable obra del Creador; dispón nuestros corazones a la generosa acogida de todo niño ante la vida.

Bendice a las familias, santifica la unión de los esposos, haz fecundo su amor.



Acompaña con la luz de tu Espíritu las decisiones de las asambleas legislativas, para que los pueblos y las naciones reconozcan y respeten la sacralidad de la vida, de toda vida humana.

Guía la obra de los científicos y médicos para que el progreso contribuya al bien integral de la persona y ninguno padezca supresión e injusticia.

Obsequia caridad creativa a los administradores y economistas, para que sepan intuir y promover condiciones suficientes para que las jóvenes familias puedan serenamente abrirse al nacimiento de nuevos hijos.

Consuela a las parejas de esposos que sufren a causa de la imposibilidad de tener hijos, y en tu bondad provee.

Educa a todos a cuidar a niños huérfanos abandonados, para que puedan experimentar el calor de tu Caridad, el consuelo de tu Corazón divino.


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Con María, tu Madre, la gran creyente, en cuyo vientre has asumido nuestra naturaleza humana, esperamos de Ti, nuestro único verdadero Bien y Salvador, la fuerza de amar y servir a la vida, en espera de vivir siempre en Ti, en la comunión de la Santa Trinidad. Amén.

(Su Santidad Benedicto XVI)

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