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Mostrando las entradas de marzo, 2017
Circular Nº 3 by parroquiasj on Scribd

Y... ¿cómo está tu familia?

INSTRUCCIONES Elija una opción por cada una de las siguientes preguntas y al terminar el cuestionario verifique el apartado final para saber qué tan unida y cercana a Dios está su familia. 1. ¿Con qué frecuencia conversan como familia? a) Todos los días. b) Una o dos veces por semana. c) Rara vez. d) Nunca. 2. ¿Las manifestaciones de cariño forman parte de su vida cotidiana? a) Siempre b) A veces. c) Pocas veces. d) Nunca. 3. ¿Pueden conversar y sostener una plática sin discutir? a) Sin ningún problema. b) Con cierta facilidad. c) Difícilmente. d) Imposible. 4. ¿Aceptan los defectos de cada uno y saben sobrellevarlos? a) Sin ningún problema. b) Con cierta facilidad. c) Difícilmente. d) Imposible. 5. ¿Con qué frecuencia comparten sus preocupaciones en familia? a) Todos los días. b) Una vez al mes. c) Rara vez. d) Nunca. 6. ¿Con qué frecuencia se reúnen para celebrar algún acontecimiento familiar? a) Por lo men...

Evangelio según San Juan 7,1-2.10.25-30.

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J esús recorría la Galilea; no quería transitar por Judea porque los judíos intentaban matarlo.  Se acercaba la fiesta judía de las Chozas,  Sin embargo, cuando sus hermanos subieron para la fiesta, también él subió, pero en secreto, sin hacerse ver.  Algunos de Jerusalén decían: "¿No es este aquel a quien querían matar?  ¡Y miren cómo habla abiertamente y nadie le dice nada! ¿Habrán reconocido las autoridades que es verdaderamente el Mesías?  Pero nosotros sabemos de dónde es este; en cambio, cuando venga el Mesías, nadie sabrá de dónde es".  Entonces Jesús, que enseñaba en el Templo, exclamó: "¿Así que ustedes me conocen y saben de dónde soy? Sin embargo, yo no vine por mi propia cuenta; pero el que me envió dice la verdad, y ustedes no lo conocen.  Yo sí lo conozco, porque vengo de él y es él el que me envió".  Entonces quisieron detenerlo, pero nadie puso las manos sobre él, porque todavía no había llegado su hora.  Palabra del S...

SI FUÉRAMOS... ¿QUÉ SERÍA LA CUARESMA?

-Si fuéramos automóviles, la Cuaresma sería el tiempo de cambiar el aceite y afinar el motor. -Si fuéramos jardines, la Cuaresma sería tiempo de fertilizar nuestra tierra y arrancar las malas yerbas. -Si fuéramos alfombras, la Cuaresma sería tiempo de darles una buena limpieza con el aspirador o una buena sacudida. -Si fuéramos baterías (acumuladores), la Cuaresma sería tiempo de recargarlas. Pero no somos ninguna de estas cuatro cosas: -Somos personas que, quizá, muchas veces hemos hecho cosas malas y necesitamos arrepentirnos de ellas. De aquí la necesidad de hacer una buena confesión. -Somos personas que muchas veces nos dejamos llevar por nuestro egoísmo y que, por lo tanto, necesitamos empezar a pensar en los demás. De aquí la necesidad de la limosna. -Somos personas que muchas veces perdemos de vista el fin para el que fuimos creados por Dios. Necesitamos, pues, recobrar la vista. De aquí la necesidad de la oración. 1) Despréndete de tantas palabras huecas y sin sen...

Evangelio según San Juan 5,31-47.

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J esús dijo a los judíos:  Si yo diera testimonio de mí mismo, mi testimonio no valdría.  Pero hay otro que da testimonio de mí, y yo sé que ese testimonio es verdadero.  Ustedes mismos mandaron preguntar a Juan, y él ha dado testimonio de la verdad.  No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para la salvación de ustedes.  Juan era la lámpara que arde y resplandece, y ustedes han querido gozar un instante de su luz.  Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: son las obras que el Padre me encargó llevar a cabo. Estas obras que yo realizo atestiguan que mi Padre me ha enviado.  Y el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Ustedes nunca han escuchado su voz ni han visto su rostro,  y su palabra no permanece en ustedes, porque no creen al que él envió.  Ustedes examinan las Escrituras, porque en ellas piensan encontrar Vida eterna: ellas dan testimonio de mí,  y sin embargo, ustedes no qui...

Cuaresma ¡Estación de carga!

Abre el depósito de tu corazón. La Palabra del Señor te llenará del combustible necesario para seguir caminando. Él te empujará y te guiará, incluso, por los caminos más insospechados por ti. Apaga el motor de tus agobios y de tus obligaciones. El silencio o la contemplación te harán sentir la  paz que tu mente y tu vida necesita. No es bueno ir deprisa ni preocuparse demasiado. No mires el “cuánto cuesta” cargarse de Dios. A veces, lo más caro en el mundo, es lo más barato para alcanzar la felicidad. Tal vez, con tu voluntad, de momento es suficiente. Dios, pondrá lo demás. Limpia el parabrisas de tu mirada. Las imágenes que nos sacuden todos los días nos hacen tener una visión demasiado pesimista del mundo. Mientras Dios, llena tu interior, disfruta de su fuerza. Pídele que nunca te falte su asistencia en tus decisiones, problemas e inquietudes. Reajusta, en estos cuarenta días, las piezas que no encajan en tu form...

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 5, 1-3a. 5-18

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Se celebraba una fiesta de los judíos y Jesús subió a Jerusalén. Junto a la puerta de las Ovejas, en Jerusalén, hay una piscina llamada en hebreo "Betsata", que tiene cinco pórticos. Bajo estos pórticos yacía una multitud de enfermos, ciegos, lisiados y paralíticos. Había allí un hombre que estaba enfermo desde hacía treinta y ocho años. Al verlo tendido, y sabiendo que hacía tanto tiempo que estaba así, Jesús le preguntó: «¿Quieres sanarte?». Él respondió: «Señor, no tengo a nadie que me sumerja en la piscina cuando el agua comienza a agitarse; mientras yo voy, otro desciende antes». Jesús le dijo: «Levántate, toma tu camilla y camina». En seguida el hombre se sanó, tomó su camilla y empezó a caminar. Era un sábado, y los judíos dijeron entonces al que acababa de ser sanado: «Es sábado. No te está permitido llevar tu camilla». Él les respondió: «El que me sanó me dijo: "Toma tu camilla y camina"». Ellos le preguntaron: «¿Quién es ese hom...

Quiero ver, Señor, pero contigo

Tócame, Señor, porque sabes que soy débil barro y, con tu mano, en un poco más de barro pon sobre mis ojos algo que despierte mi ceguera. ¡Son tantas cosas las que no veo con claridad! Confundo, la verdad, con mis propias verdades tu voluntad con mis oportunos caprichos. Quiero ver, Señor, pero con tus ojos. Que no me conforme con lo puramente externo, con aquello que, siendo bueno, me dice que sólo Tú puedes darme la luz que necesito. Con aquello que, siendo luminoso, no llega a clarificar mi conciencia ni mi destino. ¿Me ayudarás, Señor, a ver como Tú y contigo? Que contemple las maravillas del mundo, pero que lo haga con ojos agradecidos hacia el cielo. Porque, en cuántos momentos llego a pensar que todo lo que me rodea, y siento es obra exclusiva de la invención del hombre. ¿Me ayudarás, Señor, a superar la ceguera espiritual? ¿Me curarás cuando mis ojos ya no lloren por los demás? ¿Limpiarás mis miradas cuando sean egoístas y v...