viernes, 30 de septiembre de 2022



 

Oramos con el salmo 138




¡Llévame por el camino eterno, Señor! 

La iglesia hoy celebra a San Jerónimo

 




San Jerónimo era natural de Dalmacia. Como sacerdote, permaneció repetidas veces en Roma donde fue secretario del Papa Dámaso. Sin embargo, los últimos treinta y cinco años de su vida transcurrieron en Belén, cerca de la gruta donde nació Jesús. Allí, en la penitencia y la oración, se dedicó al estudio de la Santa Biblia y a la ardua tarea de su traducción al latín y al comentario que realizó a la misma. La Santa Iglesia Católica ha reconocido siempre a San Jerónimo como un hombre elegido por Dios para explicar y hacer entender mejor la Santa Biblia. Por eso ha sido nombrado Patrono de todos los que en el mundo se dedican a hacer entender y amar más las Sagradas Escrituras.


Oración a San Jerónimo

San Jerónimo bendito pídele a Dios que a nosotros se nos contagie ese amor tuyo tan inmenso por la Santa Biblia, por estudiar, amar y practicar la Palabra de Dios. Bendice a todos los que en el mundo entero se dedican a dar a conocer y amar la Santa Biblia. Oh Dios, tú que concediste a San Jerónimo una estima tierna y viva por las Sagradas Escrituras haz que tu pueblo se alimente de tu Palabra con mayor abundancia y encuentre en ella la fuente de la verdadera vida. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén

Lecturas del día

 




 Lectura del libro de Job

38, 1. 12-21; 40, 3-5

 

El Señor respondió a Job desde la tempestad, diciendo:

 

«¿Has mandado una vez en tu vida a la mañana,

le has indicado su puesto a la aurora,

para que tome a la tierra por los bordes

y sean sacudidos de ella los malvados?

Ella adquiere forma como la arcilla bajo el sello

y se tiñe lo mismo que un vestido:

entonces, a los malvados se los priva de su luz

y se quiebra el brazo que se alzaba.

 

¿Has penetrado hasta las fuentes del mar

y has caminado por el fondo del océano?

¿Se te han abierto las Puertas de la Muerte

y has visto las Puertas de la Sombra?

¿Abarcas con tu inteligencia la extensión de la tierra?

lndícalo, si es que sabes todo esto.

 

¿Por dónde se va adonde habita la luz

y dónde está la morada de las tinieblas,

para que puedas guiarla hasta su dominio

y mostrarle el camino de su casa?

¡Seguro que lo sabes, porque ya habías nacido

y es muy grande el número de tus días!»

 

Y Job respondió al Señor:

«¡Soy tan poca cosa! ¿Qué puedo responderte?

Me taparé la boca con la mano.

Hablé una vez, y no lo voy a repetir;

una segunda vez, y ya no insistiré».

 

Palabra de Dios.



Toda la búsqueda de Job está basada en una esperanza indestructible. Aquel a quien busca Job existe y nos ama. La búsqueda es, ciertamente, fatigosa y doliente. Hay mucha soledad

y mucha noche en esta búsqueda, pero, al final, el descubrimiento de Dios suscita alegría, paz, entusiasmo. Leyendo a Job, tenemos la impresión de que el autor describe el juego del amor que atraviesa toda la existencia. En el amor está la ausencia o, mejor dicho, la ocultación y la presencia juntas. Es como la madre que se retira para que el niño tenga la sorpresa de encontrarla junto a él. Job, que antes había luchado y polemizado con Dios

y con sus amigos, permanece ahora en silencio, confuso. Renuncia a hablar. Reconoce que ha hablado demasiado. Job, a través de la prueba y permaneciendo fiel a Dios, ha penetrado por fin en el misterio profundo de Dios.

 

 

 

SALMO RESPONSORIAL                                            138, 1-3. 7-10. 13-14b

 

R.    ¡Llévame por el camino eterno, Señor!

 

Señor, Tú me sondeas y me conoces,

Tú sabes si me siento o me levanto;

de lejos percibes lo que pienso,

te das cuenta si camino o si descanso,

y todos mis pasos te son familiares. R.

 

¿A dónde iré para estar lejos de tu espíritu?

¿A dónde huiré de tu presencia?

Si subo al cielo, allí estás Tú;

si me tiendo en el Abismo, estás presente. R.

 

Si tomara las alas de la aurora

y fuera a habitar en los confines del mar,

también allí me llevaría tu mano

y me sostendría tu derecha. R.

 

Tú creaste mis entrañas,

me plasmaste en el seno de mi madre:

te doy gracias porque fui formado de manera tan admirable.

¡Qué maravillosas son tus obras! R.

 

 

 


 

   Evangelio de nuestro Señor Jesucristo

según san Lucas

10, 13-16

 

Jesús dijo:

¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros realizados entre ustedes, hace tiempo que se habrían convertido, poniéndose cilicio y sentándose sobre ceniza. Por eso Tiro y Sidón, en el día del Juicio, serán tratadas menos rigurosamente que ustedes.

Y tú, Cafarnaúm, ¿acaso crees que serás elevada hasta el cielo? No, serás precipitada hasta el infierno.

El que los escucha a ustedes me escucha a mí; el que los rechaza a ustedes me rechaza a mí; y el que me rechaza rechaza a Aquél que me envió.

 

Palabra del Señor.



“El que los escucha a ustedes me


 escucha a mí”



Dios en su eterno amor ha tratado de revelarse de distintas maneras, desde antiguo se revela al pueblo de Israel a través de la historia de pueblo conducido por los patriarcas y profetas y en Jesucristo se revela totalmente al entregar a su hijo hasta la muerte por amor. Dios se revela en la historia, por lo que es importante conocer la historia de salvación a través de la sagrada escritura.

 Te invitamos a compartir las siguientes preguntas: ¿conocemos la Biblia? ¿Qué partes conozco de ella? Y de lo que he conocido de ella ¿Qué parte me ha llamado más la atención?


jueves, 29 de septiembre de 2022


 

¡Te cantaré en presencia de los ángeles, Señor!


 

La iglesia celebra hoy la fiesta de los santos arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael

 









Lecturas de hoy

 



 Lectura del libro del Apocalipsis

12, 7-12a

 

Se libró una batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragón, y éste contraatacó con sus ángeles, pero fueron vencidos y expulsados del cielo.

Y así fue precipitado el enorme dragón, la antigua serpiente, llamada diablo o Satanás, y el seductor del mundo entero fue arrojado sobre la tierra con todos sus ángeles.

Y escuché una voz potente que resonó en el cielo:

 

«Ya llegó la salvación,

el poder y el Reino de nuestro Dios

y la soberanía de su Mesías,

porque ha sido precipitado

el acusador de nuestros hermanos,

el que día y noche los acusaba delante de nuestro Dios.

Ellos mismos lo han vencido,

gracias a la sangre del Cordero

y al testimonio que dieron de él,

porque despreciaron su vida hasta la muerte.

¡Que se alegren entonces el cielo y sus habitantes!»

 

Palabra de Dios.



Formamos parte de un designio de contornos ilimitados, cuyo artífice es Dios. Inmersos en un cosmos animado por presencias invisibles que participan con nosotros en el proyecto de Dios, somos constructores de una historia que tiene en Cristo su centro y su término. El camino prosigue en la lucha, en un conflicto implacable con las fuerzas del mal, las cuales, sin embargo, no podrán destruir nunca el Reino que Dios ha confiado al Hijo del hombre. El combate durará hasta el final de los tiempos, llevado adelante en primera línea por los

santos ángeles de Dios: los arcángeles, guiados por Miguel, y todas las criaturas espirituales fieles al Señor.


 

 

SALMO RESPONSORIAL                                                        137, 1-5

 

R.    ¡Te cantaré en presencia de los ángeles, Señor!

 

Te doy gracias, Señor, de todo corazón,

porque has oído las palabras de mi boca.

Te cantaré en presencia de los ángeles

y me postraré ante tu santo templo. R.

 

Daré gracias a tu nombre

por tu amor y tu fidelidad,

porque tu promesa ha superado tu renombre.

Me respondiste cada vez que te invoqué

y aumentaste la fuerza de mi alma. R.

 

Que los reyes de la tierra te bendigan,

al oír la palabra de tu boca,

y que celebren los designios del Señor,

porque la gloria del Señor es grande. R.

 

 

 


 


 

   Lectura del santo Evangelio

según san Juan

1, 47-51

 

En aquel tiempo:

Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: «Éste es un verdadero israelita, un hombre sin doblez».

«¿De dónde me conoces?, le preguntó Natanael.

Jesús le respondió: «Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera».

Natanael le respondió: «Maestro, Tú eres el Hijo de Dios, Tú eres el Rey de Israel».

Jesús continuó: «Porque te dije: "Te vi debajo de la higuera", crees. Verás cosas más grandes todavía».

Y agregó: «Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el, Hijo del hombre».

 

Palabra del Señor.

 


“Verás cosas más grandes todavía”


Este pasaje nos muestra a Jesús que nos conoce a cada uno más que nosotros mismos. Encontramos en Natanael ya un corazón dispuesto al encuentro con las manifestaciones de Dios, sin duda su corazón reconoce en este hombre que le habla con verdad y en confianza, “como si lo conociera de siempre” al Maestro. La promesa de Jesús a Natanael es que verá a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre, y verá cosas grandes, manifestaciones de Dios entre nosotros.

 ¿Está preparado nuestro corazón para ver las cosas de Dios o nuestra mente racional siempre está buscando la explicación a todas las cosas? 

 ¿Creemos en que Dios se manifiesta entre nosotros y somos capaces de agradecer día a día sus obras a favor de nosotros y nuestras familias? 

 Oración:

 Señor Dios, creador de todas las cosas, que por amor nos has creado y nos has redimido por tu Hijo Jesucristo, abre nuestros ojos y nuestro corazón a tu presencia, para así avanzar seguros por el camino de la salvación, bajo la fiel custodia de tus ángeles. Lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor. Que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre cada uno de nosotros y permanezca para siempre. Amén. 


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