DOMINGO 22° DEL TIEMPO ORDINARIO

Lectura del libro del Eclesiástico 3, 17-18. 20. 28-29 Hijo mío, realiza tus obras con modestia y serás amado por los que agradan a Dios. Cuanto más grande seas, más humilde debes ser, y así obtendrás el favor del Señor, porque el poder del Señor es grande y Él es glorificado por los humildes. No hay remedio para el mal del orgulloso, porque una planta maligna ha echado raíces en él. El corazón inteligente medita los proverbios y el sabio desea tener un oído atento. Palabra de Dios. Palabras llenas de ciencia, fórmulas cargadas de sabiduría. Se aconseja la humildad. Si en la vida se procede humildemente seremos queridos por todos, se nos estimará más que al hombre generoso. Y es cierto. La persona que es humilde, sinceramente humilde, es sencilla, afable. Por su trato se da a querer....