En nuestro caminar cuaresmal bien sabemos que para ir escuchando al Señor que nos habla, la vida ilumina el texto y el texto ilumina la vida; desde esta premisa podemos seguir descubriendo lo que nos trae nuevamente el Evangelio según San Juan. Hoy, mirando hacia atrás, no deja de llamar la atención lo que va generando las opciones y las acciones de Jesús: Ha curado a un paralítico, ha profanado su día sagrado, ha optado por el desvalido por sobre la norma y todo esto tiene consecuencias. Van varios días en que el relato comienza diciendo “dijo a los judíos”, pero las palabras que Jesús dirige a sus compatriotas nos las puede decir a nosotros: “Ustedes investigan las Escrituras”. Él denunciaba un modo de actuar y de leer las Escrituras que podía generar erudición, pero no encuentro con Dios Vivo. Qué bueno si en este tiempo cuaresmal frecuentamos un poco más la Palabra, nos familiarizamos con ella, guardamos como un tesoro en nuestro corazón su mensaje… dejando que nos transforme sin oponer resistencia… Pidamos al Espíritu Santo que cada lectura de la Sagrada Escritura nos haga crecer en conocimiento y en relación con Jesús, el enviado del Padre. Que podamos reconocer el testimonio verdadero de quien no se promueve a sí mismo, ni se exalta a sí mismo, sino que procura la voluntad del Padre.
Tal vez algo “se nos ha pegado” de las actitudes, de la forma de vivir la fe que se van cuestionando en el Evangelio ¿qué cambios debo procurar en mi vida a la luz del testimonio y las opciones de Jesús?