DOMINGO 26° DEL TIEMPO ORDINARIO

Lectura de la profecía de Amós 6, 1a. 4-7 ¡Ay de los que se sienten seguros en Sión! Acostados en lechos de marfil y apoltronados en sus divanes, comen los corderos del rebaño y los terneros sacados del establo. Improvisan al son del arpa, y como David, inventan instrumentos musicales; beben el vino en grandes copas y se ungen con los mejores aceites, pero no se afligen por la ruina de José. Por eso, ahora irán al cautiverio al frente de los deportados, y se terminará la orgía de los libertinos. Palabra de Dios. Amós critica con palabras durísimas la explotación que hacían los ricos y gobernantes de su tiempo con los más pobres e indefensos. Además, lo hacen valiéndose de la religión establecida por ellos mismos, dando culto a Dios desde Sión, en Jerusalén, o en Samaría. Es evidente que la Iglesia de Jesús no puede actuar de esta manera, aunque más de una vez lo hay...