martes, 28 de febrero de 2023

Los cinco minutos del Espíritu Santo

 




 El ser humano tiene también la capacidad de hacer cosas, de prolongarse en una obra, y también allí puede derramarse el Espíritu Santo para que lo vivamos de otra manera.

El Espíritu, que infunde dinamismo, también influye en nuestras actividades, en nuestro trabajo, en todo lo que hacemos, no sólo para que podamos hacerlo bien, sino para que esas actividades enriquezcan nuestra vida, para que no sean un peso o una simple obligación. Es decir, el Espíritu Santo puede hacer que esas actividades tengan un sentido, un "para qué" profundo que nos permita hacerlas con interés, con cierto gusto, y que nos sintamos fecundos en esa actividad. Podemos hacer algo por necesidad, o "porque sí", pero también podemos hacerlo como una ofrenda de amor al Señor, o como un acto de amor a los hermanos, a la Iglesia, a la sociedad, o podemos ofrecerlo al Señor por nuestra santificación, o pidiéndole algo que deseamos alcanzar, o uniéndonos con ternura a la Pasión de Cristo, etc. Esto permite que no sólo nos sintamos bien cuando descansamos, sino también cuando trabajamos.

📚 Autor: Mons. Víctor Manuel Fernández. ® Editorial Claretiana.

Símbolos de la cuaresma

 



 

La cuaresma es DESIERTO:

es sequedad, soledad, ayuno, austeridad,

rigor, esfuerzo, penitencia, peligro, tentación.

 

La cuaresma es PERDÓN:

Las historias bíblicas de Jonás y de Nínive

y la parábola del hijo pródigo, son ejemplos de ello.

 

La cuaresma es ENCUENTRO:

es abrazo de reconciliación como en la parábola

del hijo pródigo o en la conversión de Zaqueo

o en el diálogo de Jesucristo con la mujer adúltera.

 

La cuaresma es LUZ:

como se pone de evidencia, por ejemplo,

en el evangelio del ciego de nacimiento.

Es el tránsito de las tinieblas a la luz.

Jesucristo es la luz del mundo.

 

La cuaresma es SALUD:

símbolo manifestado en textos como la curación

del paralítico o la sanación del hijo del centurión.

 

La cuaresma es AGUA:

es el tránsito de la sed de nuestra insatisfacción

al agua viva, el agua de Moisés al pueblo de Israel

en el desierto o de Jesús a la mujer samaritana.

 

La cuaresma es LIBERACIÓN, TRIUNFO:

es superación victoriosa de las pruebas y dificultades.

Algunas figuras bíblicas, que sufren graves peligros

y vencen en la prueba, son José hijo de Jacob,

la casta Susana, Ester, el profeta Jeremías y,

sobre todo, Jesús, tentado y transfigurado.

 

La cuaresma es CRUZ:

signo y presencia permanente durante toda

la cuaresma. Prefigurada en el Antiguo Testamento

y patentizada con el ejemplo de Jesucristo y como

su llamada cargar con ella como condición

para el seguimiento.

 

La cuaresma es TRANSFIGURACIÓN:

es la luz definitiva del camino cuaresmal,

preanunciada y pregustada en la escena

de la transfiguración de Jesús.

"Por la cruz a la luz".

 

La cuaresma es el ESFUERZO:

por retirar el fermento viejo e incorporar la

levadura nueva de la PASCUA RESUCITADA

Y RESUCITADORA, ahora y para siempre.

 

P. Javier Leoz

Lecturas de hoy / martes de la primera semana de Cuaresma

 



Lectura del libro de Isaías

 

55, 10-11

 

Así habla el Señor:

Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo

y no vuelven a él sin haber empapado la tierra,

sin haberla fecundado y hecho germinar,

para que dé la semilla al sembrador

y el pan al que come,

así sucede con la palabra que sale de mi boca:

ella no vuelve a mí estéril,

sino que realiza todo lo que Yo quiero

y cumple la misión que Yo le encomendé.

 

Palabra de Dios.


Los caminos del hombre –les recalca el profeta a los exiliados– no son siempre los caminos de Dios. Ellos, con razón, están descorazonados porque un retorno a la Patria les parece demasiado lejano. Sólo la escucha atenta de la Palabra de Dios y una verdadera conversión del corazón los podrá llevar a una Nueva Alianza, eterna y universal. La bella alusión a las incontenibles fuerzas de la naturaleza, debe conducirlos a una fe inquebrantable en que un día se les cumplirán las promesas de salvación hechas por Dios a sus padres través de los profetas. 


 

 

SALMO RESPONSORIAL                              33, 4-7. 16-19

 

R.   El Señor libra a los justos de sus angustias.

 

Glorifiquen conmigo al Señor,

alabemos su Nombre todos juntos.

Busqué al Señor: Él me respondió

y me libró de todos mis temores. R.

 

Miren hacia Él y quedarán resplandecientes,

y sus rostros no se avergonzarán.

Este pobre hombre invocó al Señor:

Él lo escuchó y lo salvó de sus angustias. R.

 

Los ojos del Señor miran al justo

y sus oídos escuchan su clamor;

pero el Señor rechaza a los que hacen el mal

para borrar su recuerdo de la tierra. R.

 

Cuando ellos claman, el Señor los escucha

y los libra de todas sus angustias.

El Señor está cerca del que sufre

y salva a los que están abatidos. R.

 

 

 



 

   Evangelio de nuestro Señor Jesucristo

según san Mateo

 

6, 7-15

 

Jesús dijo a sus discípulos:

Cuando oren, no hablen mucho, como hacen los paganos: ellos creen que por mucho hablar serán escuchados. No hagan como ellos, porque el Padre de ustedes que está en el cielo sabe bien qué es lo que les hace falta, antes de que se lo pidan.

Ustedes oren de esta manera:

Padre nuestro,

que estás en el cielo,

santificado sea tu Nombre,

que venga tu Reino,

que se haga tu voluntad

en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día.

Perdona nuestras ofensas,

como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido.

No nos dejes caer en la tentación,

sino líbranos del mal.

Si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes. Pero si no perdonan a los demás, tampoco el Padre los perdonará a ustedes.

 

Palabra del Señor.




"Es nuestro padre"

"Dijo Jesús a sus discípulos..." porque los hombres de buena fe deseaban poder comunicarse con Aquel que sabían era la Fuente de todo bien, el dador de toda petición,  el Padre poderoso y bueno que nos  ama y se compadece, precisamente porque Él " sabe lo que nos hace falta " y desea ardientemente que nos acerquemos a Él para seguir derramando Su gracia  y sabe mejor que nadie lo que nos hace falta, mas,  como padre amoroso desea que le pidamos, que le manifestemos nuestra Confianza , sabe cómo dirigirnos con esa libertad de Hijo... por eso Jesús nos enseña a decir "Padre que estás en los cielos” reconociendo que  está por encima y lo puede todo y que se le debe toda alabanza y honor y gloria; que necesitamos su Reino, porque  la añoranza de paz y de justicia es fuerte en medio de nosotros y nuestro corazón necesita la Vida que nos ofrece, porque estamos configurados para ese Reino que también es la "Voluntad del Padre", pues su Amor nos la manifiesta para nuestro bien,  porque la mayor libertad se manifiesta en la capacidad de hacer la voluntad de Otro ...

Y nuestra naturaleza necesita el alimento cada día para fortalecerse, pero también ese Alimento "Pan" que alimenta más y mejor porque construye y cimenta la Vida eterna. Sin duda este punto enlaza con la necesidad de cada corazón, porque hay mucha hambre.

El perdón. Qué inquieto está el hombre que tiene la deuda del perdón, ya sea de ida o de vuelta; porque estamos hechos para la comunión y es la meta de nuestro camino.  ¡cuántas veces la tentación aparece sinuosa con engaños y mentiras sobre uno mismo y sobre la realidad, sobre el entorno etc. Y sí, es necesaria y urgente la ayuda del Señor para librarnos del mal. Es importante hacer esta oración, la que Jesús nos enseña, para estar unidos al Padre y poner en sus manos el 'cada día, cada instante y cada necesidad. La ORACIÓN por excelencia.  


DominicasNone Dominicas de LermaMonasterio de San Blas. Lerma (Burgos)Enviar comentario al autor/a

lunes, 27 de febrero de 2023


 

¿Quieres vivir la Cuaresma?

 



 

No seas sordo a la Palabra de Dios.


Procura asistir todos los días a la Eucaristía. Si, te resulta difícil,

procura cada día leer un momento la Palabra de Dios

 

No pienses que, en todo, llevas la razón.


La conversión exige un cambio de corazón, de mente,

de actitudes: humildad.

 

Reza un poco más.


La meditación es saludable e, incluso, necesaria para el ajetreo

que llevamos. ¿Cuánto hace que no te has retirado en un silencio

prolongado en el interior de una iglesia?

 

Confiésate.


Uno, desde dentro, no puede ver la fachada de su propia casa.

El sacramento de la reconciliación te hará ver la grandeza

que Dios ha puesto en ti y la fragilidad que, sin querer

o queriendo, existe en ti.

 

Haz una obra de caridad.


No caviles con los que están en la distancia. A veces, el ayudar

a los que nos quedan lejos, se puede convertir en válvula

de escape para no comprometernos con los que tenemos cerca.

 

Ama a la Iglesia.


Nunca como hoy necesita de cristianos y de católicos que arrimen

el hombro. Recuerda la palabra de Jesús: “Rema mar adentro”.

Tus manos son necesarias.

 

Defiende con pasión y con convencimiento tus motivaciones religiosas.


Si almuerzas, en el trabajo, o comes en un restaurante ¿sabes que puedes dar testimonio de lo que eres? ¿Cómo? Guardando vigilia: ¡una imagen o un gesto vale más que mil palabras!

 

Vive con más austeridad estos cuarenta días.


Márcate un pequeño programa para que, la Cuaresma, deje en ti

pozo abundante.

 

No caigas en la tentación de pensar “lo de la Cuaresma es una tontería”.


Cuando no tenemos razones o no queremos entrar por un camino, buscamos mil excusas. ¿Jesús no se merece un acompañamiento especial camino del Calvario? ¡Piénsalo!

 

Si estás enojado con alguien, no lo dudes, pide perdón.


Si no te lo aceptan tu habrás cumplido y, el peso de la conciencia no residirá tanto en ti cuanto en aquellos que no ejercieron la misericordia contigo.

¡Te sentirás muy bien!

 

¿Tienes rencor contra alguien?


¿Estás decepcionado con alguien por algo? ¡Olvídalo! Da un paso hacia adelante.

Si Dios, siendo como somos, nos perdona. ¿Cómo no vamos a ofrecer

en la misma medida, el perdón y la comprensión a los que nos rodean?

 

Manifiesta públicamente tu fe.


Promueve, con signos y palabras, lo que dices creer. Invita a alguien

a la Eucaristía. Incluso, si llega la hora del Ángelus, rézalo. Tal vez te miren…

lograrás, entre otras cosas, ser diferente. ¡Serás bienaventurado!

 

No dejes de acudir cada domingo a la Eucaristía.


Sin ella, a muchos cristianos, les ocurre lo mismo que aquel beduino:

“pasaba por una fuente y, mirándola, no quise beber; más adelante exhausto

y sin fuerzas…. me di cuenta de lo necio que fui por haber despreciado aquel manantial de agua fresca”


 

P. Javier Leoz

Nuestra Señora de Fátima

    En 1917, en el momento de las apariciones, Fátima era una ciudad desconocida de 2.500 habitantes, situada a 800 metros de altura y a 130...