sábado, 31 de agosto de 2013

La Liga de Madres entregó los premios Santa Clara de Asís


Buenos Aires (AICA): La Liga de Madres de Familia entregó el pasado domingo 25 de agosto los premios Santa Clara de Asís a los medios de comunicación y a las personas que trabajan en ellos, por su destacada labor en la difusión de valores y la promoción de defensa de la vida humana, el matrimonio, la familia, la educación y la cultura. El acto se llevó a cabo en el Marriott Plaza Hotel, en Buenos Aires, y comenzó con unas palabras de la presidenta de la institución, Lidia Sarria de Elizalde, quien animó a “seguir por este camino en defensa de los valores primordiales, éticos y morales de la familia y la sociedad informando con libertad y justicia la verdad, la bondad y la belleza como nos dice nuestro papa Francisco”. Luego el arzobispo de Mercedes-Luján y presidente de la Comisión Episcopal de Comunicación Social, monseñor Agustín Radrizzani, bendijo las estatuillas. Lista de los galardonados.
 

La Liga de Madres de Familia entregó el pasado domingo 25 de agosto los premios Santa Clara de Asís a los medios de comunicación y a las personas que trabajan en ellos, por su destacada labor en la difusión de valores y la promoción de defensa de la vida humana, el matrimonio, la familia, la educación y la cultura.

El acto se llevó a cabo en el Marriott Plaza Hotel, en Buenos Aires, y comenzó con unas palabras de la presidenta de la institución, Lidia Sarria de Elizalde, y la posterior bendición de las estatuillas a cargo del arzobispo de Mercedes-Luján y presidente de la Comisión Episcopal de Comunicación Social, monseñor Agustín Radrizzani.

“Es muy grato ver cómo año a año hombres y mujeres de los medios de comunicación se esfuerzan para dar un mensaje responsable, defendiendo los valores, la dignidad de las personas, el respeto por la cultura, la educación y la unidad de la familia, desafíos de esta sociedad actual que también sostenemos desde nuestra institución”, destacó la mujer.

Sarria de Elizalde animó a “seguir por este camino en defensa de los valores primordiales, éticos y morales de la familia y la sociedad informando con libertad y justicia la verdad, la bondad y la belleza como nos dice nuestro papa Francisco”.

Los premiados
En Capital Federal los premiados fueron:

Radio: Luis Novaresio (La Red), Nora Perle (Mitre), Pedro Patzer (FM Folklórica Nacional) y Martín Wullich (FM Milenium).

Televisión: Doctor Avelino Porto (Canal “a”), Favaloro Televisión (A24), Ricardo Guazzardi (Metro), Donato de Santis (Utilísima) y Julio Bazán (TN).

Publicidad: “Familias Reales” (Coca-Cola de Argentina) y “Campaña Valores” (Grupo Asegurador La Segunda).

Programas Infantiles: “El Jardín de Clarilú” (Disney Junior).

Trayectoria: Virginia Lago y Nora Carpena.

Empeños Comunitarios: Doctor Abel Albino (CONIN).

Música: Zamba Quipildor y Axel.

Interior del país
Los galardones para el interior fueron:

Avellaneda-Lanus: Fernando Perfetti, escritor y fundador de la Editorial Santa María.

Azul: “Vidas Consagradas”, Silvia Gallichio (Cablevisón Azul).

Bahía Blanca: Atilio Zanotta, escritor, humorista y libretista.

Córdoba: “Huellas”, conduce Ariel Mansilla (Canal 10).

Corrientes: Juan Carlos Raffo, profesor, actúa en radio, prensa escrita y televisión.

Formosa: Licenciada Cynthia Clarita Cabrera (Grupo Terapéutico Sonoro).

La Plata: “Código Animal” (Canal 7 “Somos La Plata”).

Lomas de Zamora: Felipe Miguel Angel Dobal, humorista gráfico y Pedro Siwak, periodista.

Mercedes-Luján: Susana Spano (Radio Fénix) y Jorge Alberto Liguori (Radio Universidad Nacional de Luján.

Paraná: Claudia Luero, periodista (Canal 11).

Resistencia: Eduardo López, periodista.

Río Cuarto: Licenciado Marcelo Alfredo Irastorza, periodista (diario Puntal).

Rosario: Sergio Roulier (LT2 Radio 2).

San Juan: Patricia Marina Moreno Falcón, periodista del semanario “El Nuevo Diario”.

Venado Tuerto: Doctor Lorenzo Paris, por su trayectoria. Médico y artista.

Zárate-Campana: Radio City Campana (FM 91.7 Mhz).  

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 25, 14-30



 Jesús dijo a sus discípulos esta parábola:


El Reino de los Cielos es como un hombre que, al salir de viaje, llamó a sus servidores y les confió sus bienes. A uno le dio cinco talentos, a otro dos, y uno solo a un tercero, a cada uno según su capacidad; y después partió.

En seguida, el que había recibido cinco talentos fue a negociar con ellos y ganó otros cinco. De la misma manera, el que recibió dos ganó otros dos; pero el que recibió uno solo hizo un pozo y enterró el dinero de su señor.

Después de un largo tiempo, llegó el señor y arregló las cuentas con sus servidores. El que había recibido los cinco talentos se adelantó y le presento otros cinco. «Señor, le dijo, me has confiado cinco talentos: aquí están los otros cinco que he ganado». «Está bien, servidor bueno y fiel, le dijo su señor; ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor».

Llegó luego el que había recibido dos talentos y le dijo: «Señor, me has confiado dos talentos: aquí están los otros dos que he ganado». «Está bien, servidor bueno y fiel; y que respondiste fielmente en lo poco, te encargare de mucho mas: entra a participar del gozo de tu señor».

Llegó luego el que había recibido un solo talento. «Señor, le dijo, sé que eres un hombre exigente: cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has esparcido. Por eso tuve miedo y fui a enterrar tu talento: ¡aquí tienes lo tuyo!» Pero el señor le respondió: «Servidor malo y perezoso, si sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido, tendrías que haber colocado el dinero en el banco, y así, a mi regreso, lo hubiera recuperado con intereses. Quítenle el talento para dárselo al que tiene diez, porque a quien tiene, se le dará y tendrá de más, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene. Echen afuera, a las tinieblas, a este servidor inútil; allí habrá llanto y rechinar de dientes».


Palabra del Señor. 



¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?



Conocemos muy bien esta parábola. Pero no se trata solamente de conocer bien. Se trata de descubrir en cada momento qué nos está queriendo decir Dios en cada momento de la vida.



Nos podemos preguntar:

-          ¿Qué talentos he recibido a lo largo de mi vida? ¿Qué talentos he recibido hoy? Damos gracias.

-          ¿Qué he hecho con los talentos que he recibido? ¿Qué talentos he trabajado, cuáles han acabado escondidos bajo tierra? Damos gracias y pedimos perdón.

-          ¿Qué ocurre cuando trabajo los talentos recibidos? ¿Qué ocurre cuando los escondo? Le pedimos a Dios que nos ayude a aprender de las experiencias del pasado.

-          ¿Qué me dice Dios en este momento de mi vida? ¿Qué le digo?


viernes, 30 de agosto de 2013

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 13, 44-46


                                                   
          Jesús dijo a la multitud:
El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en un campo; un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, vende todo lo que posee y compra el campo.
El Reino de los Cielos se parece también a un negociante que se dedicaba a buscar perlas finas; y al encontrar una de gran valor, fue a vender todo lo que tenía y la compró.
Palabra del Señor. 




¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?

Comprender esta verdad y decidirnos a aceptar al Señor en nuestra vida, equivale a tomar la decisión de hacer nuestro el tesoro más grande que Dios pudiera ofrecernos. ¿Seremos capaces de no quedar apegados a lo pasajero, a nuestras propias miserias, con tal de ganar a Cristo para nosotros?
Recordemos que el Señor renunció incluso a su propia vida, con tal de ganarnos para Él. Ojalá y no vivamos huyendo de Él, sino centrando sólo en Él nuestra vida y nuestro amor.
Esta aceptación de la vida de Dios en nosotros nos compromete a convertirnos en una manifestación, en un signo, en un Sacramento vivo de su amor en medio de todos aquellos con quienes entramos en contacto en nuestra existencia.
Quien posee al Señor y su Espíritu debe dejarse guiar por Él.

                               De nada nos serviría entrar en comunión con Cristo por medio de la Eucaristía si después vivimos como si no conociéramos a Dios.

jueves, 29 de agosto de 2013

“LUMEN FIDEI”

Primera Carta Encíclica
 de nuestro querido Papa Francisco “LUMEN FIDEI”, las cuáles pueden servir para la reflexión y porque no para acercarnos a ella y ampliar estos contenidos.

LUMEN FIDEI (LF) - LA INTRODUCCION (N° 1 – 7)

…”es urgente recuperar el carácter luminoso propio de la fe, pues cuando su llama se apaga, todas las otras luces acaban languideciendo”. (LF 4)

“La fe nace del encuentro con el Dios vivo, que nos llama y nos revela su amor”(LF 4)

EL PRIMER CAPITULO (8 – 22)

“La fe está vinculada a la escucha (…) La fe es la respuesta a una Palabra que interpela personalmente, a un Tú que nos llama por nuestro nombre” (LF 8)


Creer significa confiarse a un amor misericordioso, que siempre acoge y perdona, que sostiene y orienta la existencia, que se manifiesta poderoso en su capacidad de enderezar lo torcido de nuestra historia” (LF 13)

“La fe es un don gratuito de Dios que exige la humildad y el valor de fiarse y confiarse…” (LF 14)

“La fe en el Hijo de Dios hecho hombre en Jesús de Nazaret no nos separa de la realidad, sino que nos permite captar su significado profundo…” (LF 18)

“La fe en Cristo nos salva porque en él la vida se abre radicalmente a un Amor que nos precede y nos transforma desde dentro, que obra en nosotros y con nosotros” (LF 20)

…”fuera de este cuerpo, de esta unidad de la Iglesia en Cristo (…), la fe pierde su medida, ya no encuentra su equilibrio, el espacio necesario para sostenerse” (LF 22)


“La fe tiene una configuración necesariamente eclesial, se confiesa dentro del cuerpo de Cristo, como comunión real de los creyentes” (LF 22)

EL SEGUNDO CAPITULO (23 - 36)

“La fe, sin verdad, no salva, no da seguridad a nuestros pasos. Se queda en una bella fábula (…) O bien se reduce a un sentimiento hermoso que consuela y entusiasma, pero (…) incapaz de dar continuidad al camino de la vida (LF 24)

“Si el amor necesita la verdad, también la verdad tiene necesidad del amor. Amor y verdad no se pueden separar” (LF 27)

“…la luz de la fe ilumina todas nuestras relaciones humanas, que pueden ser vividas en unión con el amor y la ternura de Cristo” (LF 32)

“El creyente no es arrogante, al contrario, la verdad le hace humilde sabiendo que, mas que poseerla él, es ella la que le abraza y le posee” (LF 34)

“La verdad de un amor no se impone con la violencia, no aplasta a la persona” (LF 34)

EL TERCER CAPITULO (37 - 49)

“…quien cree nunca está solo, porque la fe tiende a difundirse, a compartir su alegría con otros” (LF 39)







EL CUARTO CAPITULO (50 - 60)

“La fe es un bien para todos, un bien común, no sirve unicamente para construir el más allá, sino que ayuda a edificar nuestras sociedades, para que avancen hacia el futuro con esperanza” (LF 51)

“Cuando la fe se apaga, se corre el riesgo de que los fundamentos de la vida se debiliten con ella”. (LF 55)

“No nos dejemos robar la esperanza, no permitamos que la banalicen con soluciones y propuestas inmediatas que obstruyen el camino…” (LF 57)

CONCLUSION ( 58 – 60)

Al final  de la LF, el Papa nos invita a mirar a María, “icono perfecto” de la fe, porque, como Madre de Jesús, ha concebido “fe y alegría”. A ella se alza la oración del Papa para que ayude la fe del hombre, nos recuerde que aquellos que creen nunca están solos, y que nos enseñe a mirar con los ojos de Jesús. Oración a María (LF 60)

                                        Deseando que estas frases destacadas de la Carta Encíclica sirvan para su conocimiento y aplicación, nos despedimos de Uds. en Cristo y María.



Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos 6, 17-29



En aquel tiempo:
Herodes, en efecto, había hecho arrestar y encarcelar a Juan a causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe, con la que se había casado. Porque Juan decía a Herodes: «No te es lícito tener a la mujer de tu hermano». Herodías odiaba a Juan e intentaba matarlo, pero no podía, porque Herodes lo respetaba, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo protegía. Cuando lo oía, quedaba perplejo, pero lo escuchaba con gusto.
Un día se presentó la ocasión favorable. Herodes festejaba su cumpleaños, ofreciendo un banquete a sus dignatarios, a sus oficiales y a los notables de Galilea. Su hija, también llamada Herodías, salió a bailar, y agradó tanto a Herodes y a sus convidados, que el rey dijo a la joven: «Pídeme lo que quieras y te lo daré». Y le aseguró bajo juramento: «Te daré cualquier cosa que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino». Ella fue a preguntar a su madre: «¿Qué debo pedirle?» «La cabeza de Juan el Bautista», respondió ésta.
La joven volvió rápidamente adonde estaba el rey y le hizo este pedido: «Quiero que me traigas ahora mismo, sobre una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista».
El rey se entristeció mucho, pero a causa de su juramento, y por los convidados, no quiso contrariarla. En seguida mandó a un guardia que trajera la cabeza de Juan. El guardia fue a la cárcel y le cortó la cabeza. Después la trajo sobre una bandeja, la entregó a la joven y ésta se la dio a su madre.
Cuando los discípulos de Juan lo supieron, fueron a recoger el cadáver y lo sepultaron.
 
Palabra del Señor.




¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida? Pueden ayudar estas ideas:

Podemos poner a Herodes como un caso adelantado del juego de lo "políticamente correcto". Tenía que quedar bien. Había dado una absurda palabra en público. No quiso desairar a su corte. Y acabó haciendo algo que, en el fondo, no quería. !Qué triste vivir en desacuerdo con uno mismo!

Como contrapunto, Juan. Intento regir su vida desde la verdad. Hay una verdad de las cosas y una verdad sobre cada uno de nosotros. En lo profundo del corazón conocemos qué podemos ser, qué nos pide Dios, cuáles son las cosas por la que debemos luchar... incluso hasta poner en juego prestigio, tiempo, reputación, algo de dinero o... la vida?

Este evangelio nos enfrenta ante la coherencia de nuestras opciones, ante el valor con que defendemos la verdad, ante el testimonio que damos frente a los amigos y ante la denuncia que nos pide Jesús para desenmascarar la hipocresía de una sociedad de la imagen y la competencia. Que este evangelio nos despierte.






                                

miércoles, 28 de agosto de 2013

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 23, 27-32



Jesús habló diciendo:
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que parecen sepulcros blanqueados: hermosos por fuera, pero por dentro llenos de huesos de muertos y de podredumbre! Así también son ustedes: por fuera parecen justos delante de los hombres, pero por dentro están llenos de hipocresía y de iniquidad.
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que construyen los sepulcros de los profetas y adornan las tumbas de los justos, diciendo: «Si hubiéramos vivido en el tiempo de nuestros padres, no nos hubiéramos unido a ellos para derramar la sangre de los profetas»! De esa manera atestiguan contra ustedes mismos que son hijos de los que mataron a los profetas. ¡Colmen entonces la medida de sus padres!
Palabra del Señor.




¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?

Sepulcros blanqueados. Muy bonitos por fuera y llenos de podredumbre por dentro. Parecéis justos, pero estáis repletos de hipocresía y crímenes. Estas palabras también están dirigidas a cada uno de nosotros, que dedicamos mucho tiempo a cuidar nuestro aspecto y poco nuestro corazón, que buscamos más la belleza del cuerpo que la bondad del alma.
            “Señor, ayúdanos a reconocer nuestra hipocresía
             a descubrir la verdad de nosotros mismos.
             Perdónanos y cúranos.”

Asesinos de los profetas. Los profetas son testigos de la verdad, de una verdad que en muchas ocasiones nos resulta incómoda. Los profetas denuncian nuestro pecado. Resultan insoportables para nuestro orgullo.
Hay muchas formas de matar a los profetas. Se les puede condenar al silencio, se les puede acusar de reaccionarios o de revolucionarios (según convenga)...
            “Señor, gracias por los profetas que nos envías,
             porque nos ayudan a despertar del sueño de la mentira
             y nos animan a crecer en coherencia, en verdad.
             Enséñanos a acogerlos con gratitud y alegría.
             Haznos profetas de la verdad, del Evangelio,

             danos fuerza para superar las dificultades de esta misión.”

martes, 27 de agosto de 2013

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 23, 23-26



 
Jesús habló diciendo:
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que pagan el diezmo de la menta, del hinojo y del comino, y descuidan lo esencial de la Ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad! Hay que practicar esto, sin descuidar aquello. ¡Guías ciegos, que filtran el mosquito y se tragan el camello!
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que limpian por fuera la copa y el plato, mientras que por dentro están llenos de codicia y desenfreno! ¡Fariseo ciego! Limpia primero la copa por dentro, y así también quedará limpia por fuera.
 
Palabra del Señor. 


¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?

Los fariseos cumplen los preceptos más pequeños y descuidan los más grandes, filtran el mosquito y se tragan el camello. Otras personas dicen cumplir las importantes y descuidan las pequeñas, buscan la justicia y la paz en el mundo y sin embargo no cuidan los detalles sencillos que hacen la vida agradable a los demás.
¿En qué grupo te encuentras?

¿Cómo cuidamos nosotros el derecho, la compasión y la sinceridad?

Estemos en cualquiera de estos dos grupos, Jesús nos dirige las mismas palabras, llenas de sabiduría: “Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello”
¿Qué te dice Dios? ¿Qué le dices?


lunes, 26 de agosto de 2013

Reflexión


PREMIO SANTA CLARA DE ASIS LIGA DE MADRES DE FAMILIA DE LA DIÓCESIS DE AVELLANEDA-LANÚS.



En agosto de 1966, la Liga de Madres  de  Familia, organizó el Primer Seminario sobre la función social de la Televisión; entre sus conclusiones se recomendó instituir al mejor programa de televisión que tuviera por denominación Premio Santa Clara de Asís. Su Santidad Pió Xll, proclamó a Santa Clara de Asís, Patrona Universal de la Televisión.
Años mas tarde se extiende  esta distinción a los medios de comunicación social, radio, periodismo, publicidad, vídeo cable y FM.
En nuestra diócesis fue distinguido el Sr. Fernando Perfetti, por su trayectoria y creatividad en el mundo gráfico transmitiendo los valores  del Evangelio, la defensa de la vida  y la familia.
Tiene varios libros  publicados de su autoría como ser de bioética  en defensa de los valores de la familia:”Instrumento de la  Paz”,”Entre la tierra y el Cielo”,”Adolescentes y Adiciones”, etc.
En 1997 fundo junto al acompañamiento de laicos y sacerdotes ,la Editorial Santa Maria  teniendo y manteniendo desde hace mas de 15 años a la revista “ENCUENTRO CON LA PALABRA” ,EJE PRICIPAL DE TODO CONTENIDO Y EL ESPÍRITU DE LA EDITORIAL.


El acto de entrega del premio  Santa Clara de Asís se realizo en el Marriott Plaza Hotel ,el domingo 25 de agosto a las 18:30 horas.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 23, 13-22


 


Jesús habló diciendo:
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que cierran a los hombres el Reino de, los Cielos! Ni entran ustedes, ni dejan entrar a los que quisieran.
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que recorren mar y tierra para conseguir un prosélito, y cuando lo han conseguido lo hacen dos veces más digno del infierno que ustedes!
¡Ay de ustedes, guías ciegos, que dicen: "Si se jura por el santuario, el juramento no vale; pero si se jura por el oro del santuario, entonces sí que vale"! ¡Insensatos y ciegos! ¿Qué es más importante: el oro o el santuario que hace sagrado el oro? Ustedes dicen también: "Si se jura por el altar, el juramento no vale, pero vale si se jura por la ofrenda que está sobre el altar". ¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la ofrenda o el altar que hace sagrada esa ofrenda?
Ahora bien, jurar por el altar, es jurar por él y por todo lo que está sobre él. Jurar por el santuario, es jurar por él y por Aquél que lo habita. Jurar por el cielo, es jurar por el trono de Dios y por Aquél que está sentado en él.
 
Palabra del Señor. 



¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?



Entrar en el Reino es sentir la cercanía del amor del Padre y el calor de la fraternidad. No entrar en el Reino es una tragedia. Sólo hay una mayor: no dejar entrar a los demás. Todos estamos llamados a entrar y a ayudar a otros para que puedan disfrutar de los dones del Reino.

¿Estoy entrando en Reino, o siempre lo dejo para más tarde?

¿Ayudo o estorbo a los demás para que entren en el Reino?

¿Qué te dice Dios? ¿Qué le dices?



Los letrados y fariseos no cumplen la ley y, además, no lo reconocen. Es más: buscan y dan razones para convencer a los demás de que hacen lo que deben. A veces hacemos lo mismo: no reconocemos nuestros errores, después los justificamos y terminamos por criticar a los que actúan bien.

            “Señor, concédenos humildad para reconocer nuestros pecados

             y danos fuerza para cumplir tu voluntad,

             No permitas que nos engañemos y engañemos a los demás,
             Gracias por librarnos de las garras de la mentira”


 

domingo, 25 de agosto de 2013

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 13, 22-30


 


Jesús iba enseñando por las ciudades y pueblos, mientras se dirigía a Jerusalén.

Una persona le preguntó: «Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?»

Él respondió: «Traten de entrar por la puerta estrecha, porque les aseguro que muchos querrán entrar y no lo conseguirán. En cuanto el dueño de casa se levante y cierre la puerta, ustedes, desde afuera, se pondrán a golpear la puerta, diciendo: "Señor, ábrenos". Y él les responderá: "No sé de dónde son ustedes".

Entonces comenzarán a decir: "Hemos comido y bebido contigo, y tú enseñaste en nuestras plazas". Pero él les dirá: "No sé de dónde son ustedes; ¡apártense de mí todos los que hacen el mal!”

Allí habrá llantos y rechinar de dientes, cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y ustedes sean arrojados afuera. Y vendrán muchos de Oriente y de Occidente, del Norte y del Sur, a ocupar su lugar en el banquete del Reino de Dios.

Hay algunos que son los últimos y serán los primeros, y hay otros que son los primeros y serán los últimos».

 

Palabra del Señor.


¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?



Jesús anuncia sorpresas en su Reino. Hay algunos que pensaban entrar con toda seguridad y se quedarán fuera. Y otros, que ni siquiera oyeron hablar del Reino alguna vez, entrarán y disfrutarán. Los que se creían primeros serán los últimos.



¿Cómo salvarse? ¿Cómo entrar en el Reino? ¿Cómo ser felices? ¿Cómo dar sentido a la vida? La respuesta a todas estas preguntas es única: entrando por la puerta estrecha, por la puerta estrecha del Evangelio, avanzando por la senda de las bienaventuranzas, escogiendo el camino del amor, aceptando el riesgo de la cruz.


¿Qué te dice Dios? ¿Qué le dices?

 
 

sábado, 24 de agosto de 2013

Lectura del santo Evangelio según san Juan 1, 45-51




En aquel tiempo:

Felipe encontró a Natanael y le dijo: «Hemos hallado a aquel de quien se habla en la Ley de Moisés y en los Profetas. Es Jesús, el hijo de José de Nazaret».

Natanael le preguntó: «¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?»

«Ven y verás», le dijo Felipe.

Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: «Éste es un verdadero israelita, un hombre sin doblez».

«¿De dónde me conoces?», le preguntó Natanael.

Jesús le respondió: «Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera».

Natanael le respondió: «Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».

Jesús continuó: «Porque te dije: "Te vi debajo de la higuera", crees. Verás cosas más grandes todavía».

Y agregó: «Os aseguro que veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».

 

Palabra del Señor. 



¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?



Hoy es la fiesta de San Bartolomé, llamado en el Evangelio Natanael. San Bartolomé recibe la llamada de Jesús a través de Felipe.

Damos gracias por las personas que nos han ayudado a encontrarnos a Jesús y pedimos a Dios que nos dé acierto para ayudar a otros a conocer al Maestro.



Natanael tiene prejuicios: “De Nazaret puede salir algo bueno?” Pero es capaz de superarlos.

¿Qué prejuicios te impiden crecer como persona y como cristiano? Pide al Señor luz para reconocerlos y fuerza para superarlos.



Natanael se impresiona cuando Jesús le dice que lo vio debajo de una higuera; y confiesa que Jesús es el Hijo de Dios. Jesús le asegura que ha de ver cosas mayores.
A veces podemos creer que ya lo hemos descubierto todo en lo que toca a religión. Sin embargo, creer en Jesucristo es una aventura, siempre nos aguardan experiencias nuevas.

viernes, 23 de agosto de 2013

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 22, 34-40




 Cuando los fariseos se enteraron de que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron con Él, y uno de ellos, que era doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la Ley?»
Jesús le respondió: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu. Éste es el más grande y el primer mandamiento. El segundo es semejante al primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas».
 
Palabra del Señor. 


"La Vida del hombre de fe y su fidelidad a los mandatos divinos han de interpretarse a la luz del amor. Amor a Dios, Creador y Señor de todo, pues sin Él nada somos y nada podemos hacer. Amor al prójimo; pues no es la simple compasión la que nos ha de llevar a tender la mano a los desprotegidos, y a perdonar a quienes nos ofenden, y a proclamarles el Evangelio. Mientras el amor fraterno no esté en nosotros, todo lo que hagamos por los demás se quedará en débiles esfuerzos a favor de ellos, y el egoísmo impediría que hiciésemos más de que aquello que realmente debemos hacer por ellos, como es el amarlos hasta dar, no sólo nuestros bienes, sino incluso nuestra propia vida, con tal de que ellos se vean libres de sus miserias en todos los niveles. Como dice Madre Teresa de Calcuta: Nuestro amor sólo será sincero cuando nos duela. Por tanto nuestro amor no será verdadero cuando al hacer el bien nos quedemos despegados de la cruz y sin la señal de los clavos, pues no sólo hemos de dar lo que nos sobra, o lo que nos permite continuar asegurando nuestro futuro, sino que hemos de llegar a amar hasta el extremo, en la misma medida en que nosotros hemos sido amados por Dios."
 


Nuestra Señora de Fátima

    En 1917, en el momento de las apariciones, Fátima era una ciudad desconocida de 2.500 habitantes, situada a 800 metros de altura y a 130...