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Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 21,19-25

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Jesús resucitado había anunciado con qué muerte Pedro debía glorificar a Dios. Pedro, volviéndose, vio que lo seguía el discípulo al que Jesús amaba, el mismo que durante la Cena se había reclinado sobre Jesús   y le había preguntado: «Señor, ¿quiénes el que te va a entregar?» Cuando Pedro lo vio, preguntó a Jesús :  «Señor, ¿y qué será de éste?» Jesús   le respondió: «Si Yo quiero que él quede hasta mi venida, ¿qué te importa? Tú sígueme». Entonces se divulgó entre los hermanos el rumor de que aquel discípulo no moriría, pero Jesús   no había dicho a Pedro: «Él no morirá», sino: «Si yo quiero que él quede hasta mi venida, ¿qué te importa?» Este mismo discípulo es el que da testimonio de estas cosas  y  el que las ha escrito, y sabemos que su testimonio es verdadero. Jesús   hizo también muchas otras cosas. Si se las relatara detalladamente, pienso que no bastaría todo el mundo para contener los libros que se escribirían. ...

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 21, 1-14

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Jesús se apareció otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Sucedió así: estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos. Simón Pedro les dijo: «Voy a pescar». Ellos le respondieron: «Vamos también nosotros». Salieron y subieron a la barca. Pero esa noche no pescaron nada. Al amanecer, Jesús estaba en la orilla, aunque los discípulos no sabían que era Él. Jesús les dijo: «Muchachos, ¿tienen algo para comer?» Ellos respondieron: «No». Él les dijo: «Tiren la red a la derecha de la barca y encontrarán». Ellos la tiraron y se llenó tanto de peces que no podían arrastrarla. El discípulo al que Jesús amaba dijo a Pedro: «¡Es el Señor! » Cuando Simón Pedro oyó que era el Señor, se ciñó la túnica, que era lo único que llevaba puesto, y se tiró al agua. Los otros discípulos fueron en la barca, arrastrando la red con los peces, porque estaban sólo a unos cien metros de...

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 21,19-25

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Jesús resucitado había anunciado con qué muerte Pedro debía glorificar a Dios. Pedro, volviéndose, vio que lo seguía el discípulo al que Jesús amaba, el mismo que durante la Cena se había reclinado sobre Jesús   y le había preguntado: «Señor, ¿quiénes el que te va a entregar?» Cuando Pedro lo vio, preguntó a Jesús :  «Señor, ¿y qué será de éste?» Jesús   le respondió: «Si Yo quiero que él quede hasta mi venida, ¿qué te importa? Tú sígueme». Entonces se divulgó entre los hermanos el rumor de que aquel discípulo no moriría, pero Jesús   no había dicho a Pedro: «Él no morirá», sino: «Si yo quiero que él quede hasta mi venida, ¿qué te importa?» Este mismo discípulo es el que da testimonio de estas cosas  y  el que las ha escrito, y sabemos que su testimonio es verdadero. Jesús   hizo también muchas otras cosas. Si se las relatara detalladamente, pienso que no bastaría todo el mundo para contener los libros que se escribirían. ...
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Después de la aparición a la orilla del lago, Jesús resucitado dijo a Simón Pedro: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?» Él le respondió: «Sí, Señor, Tú sabes que te quiero». Jesús le dijo: «Apacienta mis corderos». Le volvió a decir por segunda vez: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?» Él le respondió: «Sí, Señor, sabes que te quiero». Jesús le dijo: «Apacienta mis ovejas». Le preguntó por tercera vez: «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?» Pedro se entristeció de que por tercera vez le preguntara si lo quería, y le dijo: «Señor, Tú lo sabes todo; sabes que te quiero». Jesús le dijo: «Apacienta mis ovejas. Te aseguro que cuando eras joven, tú mismo te vestías e ibas a donde querías. Pero cuando seas viejo, extenderás tus brazos, y otro te atará y te llevará...

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 21, 1-14

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Jesús se apareció otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Sucedió así: estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos. Simón Pedro les dijo: «Voy a pescar». Ellos le respondieron: «Vamos también nosotros». Salieron y subieron a la barca. Pero esa noche no pescaron nada. Al amanecer, Jesús estaba en la orilla, aunque los discípulos no sabían que era Él. Jesús les dijo: «Muchachos, ¿tienen algo para comer?» Ellos respondieron: «No». Él les dijo: «Tiren la red a la derecha de la barca y encontrarán». Ellos la tiraron y se llenó tanto de peces que no podían arrastrarla. El discípulo al que Jesús amaba dijo a Pedro: «¡Es el Señor! » Cuando Simón Pedro oyó que era el Señor, se ciñó la túnica, que era lo único que...