DOMINGO 13° DEL TIEMPO ORDINARIO

Lectura del segundo libro de los Reyes 4, 8-11. 14-16a Un día, Eliseo pasó por Sunám. Había allí una mujer pudiente, que le insistió para que se quedara a comer. Desde entonces, cada vez que pasaba, él iba a comer allí. Ella dijo a su marido: «Mira, me he dado cuenta de que ese que pasa siempre por nuestra casa es un santo hombre de Dios. Vamos a construirle una pequeña habitación en la terraza; le pondremos allí una cama, una mesa, una silla y una lámpara, y así, cuando él venga, tendrá donde alojarse». Un día Eliseo llegó por allí, se retiró a la habitación de arriba y se acostó. Entonces llamó a Guejazí, su servidor, y le preguntó: «¿Qué se puede hacer por esta mujer?» Guejazí respondió: «Lamentablemente, no tiene un hijo y su marido es viejo». «Llámala», dijo Eliseo. Cuando la llamó, ella se quedó junto a la puerta, y Eliseo le dijo: «El año próximo, para esta misma época, tendrás un hijo en tus brazos». Palabra de Dios. Leemos un episodio -a modo de "f...