Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 19, 45-48
Jesús, al entrar al Templo, se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: «Está escrito: "Mi casa será una casa de oración, pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones"». Y diariamente enseñaba en el Templo. Los sumos sacerdotes, los escribas y los más importantes del pueblo buscaban la forma de matarlo. Pero no sabían cómo hacerla, porque todo el pueblo lo escuchaba y estaba pendiente de sus palabras. Palabra del Señor. ¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida? Jesús no sólo es el hombre dulce y tierno que nos habla de cosas preciosas. Es también el profeta valiente que denuncia la falsedad, que reacciona ante el abuso, que se enfrenta a los poderosos... En nuestra vida se han de combinar dos dimensiones de la vida de Jesús y de los profetas: plantar el amor y arrancar el pecado, el anuncio de la solidaridad y la denuncia del egoísmo, consolar corazones desgarrados y ...