viernes, 31 de mayo de 2019

Liturgia - Lecturas del día

LA VISITACIÓN DE SANTA MARÍA VIRGEN



Lectura de la profecía de Sofonías
3, 14-18a

¡Grita de alegría, hija de Sión!
¡Aclama Israel!
¡Alégrate y regocíjate de todo corazón,
hija de Jerusalén!

El Señor ha retirado las sentencias
que pesaban sobre ti
y ha expulsado a tus enemigos.
El Rey de Israel, el Señor, está en medio de ti:
ya no temerás ningún mal.

Aquel día, se dirá a Jerusalén:
¡No temas, Sión, que no desfallezcan tus manos!
¡El Señor, tu Dios, está en medio de ti,
es un guerrero victorioso!
Él exulta de alegría a causa de ti,
te renueva con su amor
y lanza por ti gritos de alegría,
como en los días de fiesta.

Palabra de Dios.





El texto se abre con la invitación al regocijo del pueblo y se cierra con el gozo de Dios. El motivo es la venida del Señor, que aparta toda amenaza, que cancela toda deuda, y viene a habitar en medio de la ciudad como salvador. La salvación a su vez se realiza como una renovación en el amor. Para Sofonías la salvación está en reafirmar ese amor de Dios, que vence todo temor e instaura un tiempo de alegría. ¿Somos nosotros capaces de vivir con la alegría de quién espera todo del Señor?
Esa alegría experimentaron Isabel y Juan el Bautista cuando recibieron a Jesús llevado por la Virgen. Es que en El las sentencias de muerte contra el hombre han sido aniquiladas. Jesús es el “Emmanuel”, el Dios con nosotros que debe ser siempre fuente de gozo para todo creyente, sobre todo porque ese Dios se presenta como un poderoso salvador. ¿Lo es para mí?


SALMO RESPONSORIAL                    Is 12, 2-3. 4b-6

R.    ¡Es grande en medio de ti el Santo de Israel!

Éste es el Dios de mi salvación:
yo tengo confianza y no temo,
porque el Señor es mi fuerza y mi protección;
Él fue mi salvación. R.

Ustedes sacarán agua con alegría
de las fuentes de la salvación.
Den gracias al Señor, invoquen su Nombre,
anuncien entre los pueblos sus proezas,
proclamen qué sublime es su Nombre. R.

Canten al Señor porque ha hecho algo grandioso:
¡que sea conocido en toda la tierra!
¡Aclama y grita de alegría, habitante de Sión,
porque es grande en medio de ti el Santo de Israel! R.





    Evangelio de nuestro Señor Jesucristo
según san Lucas
1, 39-56

Durante su embarazo, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas ésta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su vientre, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó:
«¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi vientre. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor».
María dijo entonces:
«Mi alma canta la grandeza del Señor,
y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador,
porque Él miró con bondad la pequeñez de su servidora.
En adelante todas las generaciones me llamarán feliz,
porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas:
¡su Nombre es santo!
Su misericordia se extiende de generación en generación
sobre aquéllos que lo temen.
Desplegó la fuerza de su brazo,
dispersó a los soberbios de corazón.
Derribó a los poderosos de su trono
y elevó a los humildes.
Colmó de bienes a los hambrientos
y despidió a los ricos con las manos vacías.
Socorrió a Israel, su servidor,
acordándose de su misericordia,
como lo había prometido a nuestros padres,
en favor de Abraham y de su descendencia para siempre».
María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa.

Palabra del Señor.



¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?

María sirve. Corre para servir. No lo deja para mañana. Fue aprisa a la montaña. Su prima Isabel, ya mayor, espera un hijo.
            “Señor, perdona mi pereza y mi egoísmo”
            “Gracias por las personas que sirven, que me sirven”
            “Dame buena vista para descubrir las necesidades de los hermanos”

El encuentro de María e Isabel es un estallido de alegría. Se quieren y sobre todo saben que Dios está con ellas.
            “Señor, enséñanos a gozar de la amistad y a compartir la fe”
            “Gracias por estar siempre a nuestro lado”
            “Cura nuestra tristeza y desesperanza”

María da gracias a Dios. Haz tuyas las palabras de María: “Proclama mi alma la grandeza del Señor...”

Yo te saludo, María,
porque el Señor está contigo;
en tu casa, en tu calle, en tu pueblo,
en tu abrazo, en tu seno.

Yo te saludo, María,
porque te turbaste
–¿quién no lo haría ante tal noticia?–;
mas enseguida recobraste paz y ánimo
y creíste a un enviado cualquiera.

Yo te saludo, María,
porque preguntaste lo que no entendías
–aunque fuera mensaje divino–,
y no diste un sí ingenuo ni un sí ciego,
sino que tuviste diálogo y palabra propia.

Yo te saludo, María,
porque concebiste y diste a luz
un hijo, Jesús, la vida;
y nos enseñaste cuánta vida
hay que gestar y cuidar
si queremos hacer a Dios presente en esta tierra.

Yo te saludo, María,
porque te dejaste guiar por el Espíritu
y permaneciste a su sombra,
tanto en tormenta como en bonanza,
dejando a Dios ser Dios
y no renunciando a ser tú misma.

Yo te saludo, María,
porque abriste nuevos horizontes
a nuestras vidas;
fuiste a cuidar a tu prima,
compartiste la buena noticia,
y no te hiciste antojadiza.

Yo te saludo, María,
por ser alegre y agradecida
y reconocer que Dios nos mima,
aunque nuestra historia sea pequeña
y nos olvidemos de sus promesas.

Yo te saludo, María.
¡Hermana peregrina
de los pobres de Yahvé,
camina con nosotros,
llévanos junto a los otros
y mantén nuestra fe!

Florentino Ulibarri

jueves, 30 de mayo de 2019

Mons. Martínez llamó a votar sin presiones y a conciencia


Posadas (Misiones) (AICA): 
El obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, llamó a votar sin presiones y a conciencia en las elecciones del próximo domingo 2 de junio en la provincia de Misiones, en las que se elegirán gobernador, 20 diputados titulares y 7 suplentes, y jefes comunales en 76 municipios. 

“No se dejen violentar por las presiones y voten a quienes quieran votar”, sostuvo en declaraciones a Radio Tupa Mbaé. 

El prelado aseguró que “el poder votar es un momento fuerte e importante de la democracia” e insistió en señalar que el acto de sufragar se tiene que hacer con total libertad, responsabilidad y conciencia. 



Monseñor Martínez pidió a los misioneros que el domingo a la hora de poner el voto lo hagan con mucha responsabilidad y reiteró que ni sacerdotes ni pastores no deben decirle a los ciudadanos a quién votar. 

En este sentido, el obispo les sugirió que cuanto más presionados se sientan menos voten a esos candidatos, porque el voto es un derecho y una obligación personal e íntima. 

“Si un cura o un pastor dice a quién votar es un mal pastor y un mal sacerdote”, advirtió, y agregó: “El voto nos hace ciudadanos, enaltece nuestra democracia cuando está bien hecho y la empobrece cuando nos llevan desde la nariz”. 

Monseñor Martínez destacó la necesidad de hablar sobre cuestiones que son “silenciadas” como la pobreza, la droga, la falta de honestidad en la justicia, porque son temas, afirmó, que se perpetúan y no se hablan, porque las grietas impiden el diálogo.+ 

Escuchar la entrevista aquí


Liturgia - Lecturas del día








SEXTA SEMANA DE PASCUA



Lectura de los Hechos de los Apóstoles
18, 1-8

Pablo dejó Atenas y fue a Corinto. Allí encontró a un judío llamado Aquila, originario del Ponto, que acababa de llegar de Italia con su mujer Priscila, a raíz de un edicto de Claudio que obligaba a todos los judíos a salir de Roma. Pablo fue a verlos, y como ejercía el mismo oficio, se alojó en su casa y trabajaba con ellos haciendo tiendas de campaña. Todos los sábados, Pablo discutía en la sinagoga y trataba de persuadir tanto a los judíos como a los paganos.
Cuando Silas y Timoteo llegaron de Macedonia, Pablo se dedicó por entero a la predicación de la Palabra, dando testimonio a los judíos de que Jesús es el Mesías. Pero como ellos lo contradecían y lo injuriaban, sacudió su manto en señal de protesta, diciendo: «Que la sangre de ustedes caiga sobre sus cabezas. Yo soy inocente de eso; en adelante me dedicaré a los paganos».
Entonces, alejándose de allí, fue a la casa de un tal Ticio Justo, uno de los que adoraban a Dios y cuya casa lindaba con la sinagoga. Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor, junto con toda su familia. También muchos habitantes de Corinto, que habían escuchado a Pablo, abrazaron la fe y se hicieron bautizar.

Palabra de Dios.


Pablo abandona Atenas, lugar en el que cosechó su más rotundo fracaso y, por lo mismo, punto de inflexión en su ruta predicadora. Se impone desde ahora otra estrategia con el fin de subsanar la escéptica acogida que el mensaje tuvo en la capital griega. Se deja ver con judíos y griegos a los que les transmite el mensaje de que Jesús es el Señor; pero no acaba de sentirse a gusto evangelizando a los judíos quienes le manifiestan su rechazo al no admitir sus argumentos. Esto le lleva al apóstol a romper con ellos y a declarar la opción que desde ahora le ocupará: se dedicará en exclusiva a los gentiles, y se desvincula así de las consecuencias que el rechazo a su predicación pudiera acarrear al pueblo judío. Más adelante nos desvelará la verdadera carpintería de este cambio de postura. Si en Atenas desarrolla un discurso bien estructurado haciendo gala de la sabiduría de los hombres, desde ahora Pablo se centrará en la sabiduría de la cruz, en la fuerza de Dios y en el anuncio de quien es Señor por entregar toda su vida a nuestro favor. Locura de Dios que se torna Palabra y Vida en Jesús de Nazaret.



SALMO RESPONSORIAL                         97, 1-4

R.   ¡El Señor reveló su victoria a las naciones!

Canten al Señor un canto nuevo,
porque Él hizo maravillas:
su mano derecha y su santo brazo
le obtuvieron la victoria. R.

El Señor manifestó su victoria,
reveló su justicia a los ojos de las naciones:
se acordó de su amor y su fidelidad
en favor del pueblo de Israel. R.

Los confines de la tierra han contemplado
el triunfo de nuestro Dios.
Aclame al Señor toda la tierra,
prorrumpan en cantos jubilosos. R.




    Evangelio de nuestro Señor Jesucristo
según san Juan
16,16-20

A la Hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús dijo a sus discípulos:
«Dentro de poco, ya no me verán,
y poco después, me volverán a ver».

Entonces algunos de sus discípulos comentaban entre sí: «¿Qué significa esto que nos dice: "Dentro de poco ya no me verán, y poco después, me volverán a ver"? ¿Y qué significa: "Yo me voy al Padre"?» Decían: «¿Qué es este poco de tiempo? No entendemos lo que quiere decir».
Jesús se dio cuenta de que deseaban interrogarlo y les dijo: «Ustedes se preguntan entre sí qué significan mis palabras:

"Dentro de poco, ya no me verán,
y poco después, me volverán a ver".
Les aseguro que ustedes van a llorar y se van a lamentar;
el mundo, en cambio, se alegrará.
Ustedes estarán tristes,
pero esa tristeza se convertirá en gozo».


Palabra del Señor.


¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?

Podemos rezar este Evangelio junto con el salmo 73:

Parece que salen ganando los egoístas, violentos, mentirosos...
El mundo estará alegre.
            No hay congojas para los pecadores,
            sano y rollizo está su cuerpo,
            no comparten la pena de los hombres,
            con los humanos no son atribulados.
            El orgullo es su collar,
            la violencia es el vestido que los cubre,
            la malicia les cunde de la grasa,
            de artimañas su corazón desborda.
            Se sonríen, pregonan la maldad,
            hablan altivamente de violencia.
            Dicen: ¿cómo va a saber Dios?
            y, siempre tranquilos, aumentan su riqueza.


Parece que no tiene sentido seguir a Jesús, esforzarse por ser bueno.
"Ustedes estarán tristes".
            Así que en vano guardé el corazón puro,
            y lavando mis manos en la inocencia,
            cuando era golpeado todo el día
            y cada mañana sufría mi castigo.


Sin embargo, al final se descubre la verdad: el amor vence y los que aman son felices, su vida tiene sentido; mientras que los que se dejan llevar por el espíritu de este mundo son infelices, su vida no tiene sentido.
"Esa tristeza se convertirá en alegría".

            Que pronto quedan los pecadores hechos un horror,
            cómo desaparecen sumidos en vapores.
            Si, cuando mi corazón dudaba
            cuando torturaba mi conciencia
            estúpido de mi, no comprendía
            era como una bestia ante ti.
            Pero a mí, que estoy siempre contigo
            de la mano derecha me has tomado;
            me guiarás con tu consejo
            y tras la gloria me llevarás.


¿Qué te dice Dios? ¿Qué le dices?

Nuestra Señora de Fátima

    En 1917, en el momento de las apariciones, Fátima era una ciudad desconocida de 2.500 habitantes, situada a 800 metros de altura y a 130...