lunes, 31 de octubre de 2016

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 14, 1. 12-14



Un sábado, Jesús entró a comer en casa de uno de los principales fariseos. Ellos lo observaban atentamente.
Jesús dijo al que lo había invitado: «Cuando des un almuerzo o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos, no sea que ellos te inviten a su vez, y así tengas tu recompensa.
Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los paralíticos, a los ciegos.
¡Feliz de ti, porque ellos no tienen cómo retribuirte, y así tendrás tu recompensa en la resurrección de los justos! »
Palabra del Señor.
¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?

El camino hacia la santidad es el de la gratuidad: hacer las cosas sin buscar nada a cambio. Dios es gratuito. No espera nada para sí, porque nada necesita. Si espera que demos buenos frutos, porque nos conviene y conviene a nuestros hermanos. Damos gracias por el amor desinteresado de Dios. El nos invita al banquete de su Palabra, de la Eucaristía, sabiendo que no le podemos pagar con nada.

El Padre invita a todos a su Reino y especialmente a aquellos que más pequeños. ¿Cuál es nuestra actitud? ¿Con quiénes nos relacionamos más? ¿A quiénes nos acercamos? ¿Qué te dice Dios? ¿Qué le dices?

Señor, Tú amor es siempre gratuito.
Invitas a tu mesa a todas las personas,
cultas e incultas, sanas y enfermas,
ricos y pobres, buenas y malas.
Me has invitado a mí, sin ningún mérito,
gratuitamente, sin buscar nada a cambio;
pues nada mío puede enriquecerte.

Nos abres de par en par las puertas de tu casa,
nos ofreces el regalo de tu amistad,
en tu Palabra, nos has revelado tus secretos,
compartes con nosotros tu Espíritu,
nos reservas un puesto en tu mesa
alimentas con tu amor nuestras hambres
y nos brindas una alegría nueva y eterna.
Sólo por amor. Todo por amor. Gracias, Señor.

Ayúdanos a ser gratuitos en nuestras relaciones,
a ir más allá de los sentimientos y del propio interés;
a abrir nuestro corazón y nuestra mesa
a los amigos y a la familia, por supuesto,
pero también a los que no podrán pagarnos,
a los pequeños, a los pobres, a los que están solos,
a los más necesitados, aunque no siempre lo merezcan.

Purifícanos y haznos parecidos a ti, Señor, 
ayúdanos a amar gratuitamente, como Tú,
para entrar de lleno en el camino del Evangelio,
para gozar de la felicidad más grande. Amén.

4. Termino la oración   
Doy gracias a Dios por su compañía, por sus enseñanzas, por su fuerza...
     Le pido que me ayude a vivir de acuerdo con el Evangelio
     Me despido rezando el Padre Nuestro u otra oración espontánea o ya hecha. 

domingo, 30 de octubre de 2016

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 19, 1-10



En aquel tiempo, entró Jesús en Jericó y atravesaba la ciudad.
Un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura. Corrió más adelante y se subió a una higuera, para verlo, porque tenía que pasar por allí.
Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo: "Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa."
Él bajo en seguida y lo recibió muy contento.
Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: "Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador."
Pero Zaqueo se puso en pie y dijo al Señor: "Mira, la mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres; y si de alguno me he aprovechado, le restituiré cuatro veces más."
Jesús le contestó: "Hoy ha sido la salvación de esta casa; también este es hijo de Abrahán.
Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido."


Palabra del Señor.
¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?

A. Zaqueo buscaba a Jesús y Jesús quiere encontrarse con Zaqueo. Dios quiere nuestra compañía, busca nuestro amor. Aunque no necesita nuestra amistad, parece que no puede vivir sin ella. ¿Por qué? Por que quiere que seamos felices, porque sabe que somos pequeños y que necesitamos de su cercanía para vivir, para desarrollar todas nuestras potencialidades.
     "Señor, tu buscas mi amistad. Gracias"
     "Que no deje nunca de buscarte, Jesús"

B. No lo tenía fácil Zaqueo para encontrarse con Jesús: era bajo de estatura y además publicano y rico. Para los judíos Zaqueo era un apestado, un "colaboracionista" de los romanos, alguien que los sangraba con impuestos. También nosotros debemos superar dificultades para encontrarnos con Jesús. ¿Cuáles son nuestras dificultades? ¿tratamos de superarlas o enseguida encontramos excusas para no rezar, para no participar en la comunidad, para no comprometernos?
     "Dame Señor luz para descubrir los obstáculos que nos separan y fuerza para superarlos"
     "Perdona Jesús mi pereza"
     "No dejes Señor que sea obstáculo para que otros se encuentren contigo"

C. Jesús se encuentra con Zaqueo a pesar de las críticas que va a sufrir por parte de los judíos: "Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador". También nosotros vemos en muchas ocasiones que tendríamos que acercarnos a personas que nos necesitan y, sin embargo, no lo hacemos, por miedo al qué dirán, por no poner en peligro nuestra buena fama...
     "Gracias Señor por las personas que se arriesgan por amor a los hermanos"
     "Dame fuerza para hacer lo que deba, aunque no me comprendan, aunque me critiquen"

Te creía un Dios cualquiera
de esos que salen al mercado,
crean impacto,
conquistan a la gente
y, en poco tiempo, quedan olvidados.

Te creía un payaso cansado
que se contenta con alegrar
a niños y simples,
y que ofrece oasis de fiesta
porque la vida de cada día
sigue siendo triste e injusta.

Te creía antiguo y bonachón,
señor de paredes y de cuadros
que mira pero no habla;
pastor que sigue manejando la honda
en tiempos de las armas atómicas..

Te creía poca cosa...
No daba importancia a tu palabra
ni a tu compañía.
Eras la visita de cumplido
para después del compromiso.
Eras el postre de una buena comida,
el complemento sentimental
de la razón y de la ciencia...

¡Te creía un capricho más!

Pero eres un Dios de vida e ilusiones.
No es inofensivo acercarse a ti.
No es una cortesía inocente dejarte entrar,
abrirte la puerta,
enseñarte la casa
y darte asiento en el salón.

¡Huésped inquieto y peligroso,
tierno y guasón,
inteligente y eficaz!
Zaqueo firmó un cheque en blanco.

Yo te creo, Dios.
Te creo capaz de dar la vuelta a la cabeza,
al corazón y a la vida,
a todas las vidas de todas las personas.
Capaz de reformar todos los planes
y desviar todas las rutas;
de abrir nuevos caminos;
de ofrecer horizontes inéditos.

Yo te creo capaz
de fijarte en quien está en la higuera;
de invitarte a comer por sorpresa;
de hospedarte en casa de un pecador;
de repetir, hoy, la historia.

No te hagas rogar.
Mírame como Tú sabes,
e invítate a comer en mi casa.

Florentino Ulibarri 

----------------------

Algún día,
cualquier día,
doblarás otra vez el recodo del camino;
te veré acercarte,
ligero el paso,
con el corazón en vilo;
oiré tu voz llamándome,
veré tus ojos mirándome,
sentiré tus brazos abrazándome;
y sabré que tu amor es más fuerte
que mis dudas, cansancios y necedades.

Algún día,
cualquier día...
¡quizá sea ahora!

Florentino Ulibarri

4. Termino la oración   
Doy gracias a Dios por su compañía, por sus enseñanzas, por su fuerza...
     Le pido que me ayude a vivir de acuerdo con el Evangelio
     Me despido rezando el Padre Nuestro u otra oración espontánea o ya hecha. 

sábado, 29 de octubre de 2016

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 14, 1. 7-11



Un sábado, Jesús entró a comer en casa de uno de los principales fariseos. Ellos lo observaban atentamente. Y al notar cómo los invitados buscaban los primeros puestos, les dijo esta parábola:
«Si te invitan a un banquete de bodas, no te coloques en el primer lugar, porque puede suceder que haya sido invitada otra persona más importante que tú, y cuando llegue el que los invitó a los dos, tenga que decirte: "Déjale el sitio", y asÍ, lleno de vergüenza, tengas que ponerte en el último lugar.
Al contrario, cuando te inviten, ve a colocarte en el último sitio, de manera que cuando llegue el que te invitó, te diga: "Amigo, acércate más", y así quedarás bien delante de todos los invitados. Porque todo el que se eleva será humillado, y el que se humilla será elevado».
Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
“…Para que, cuando venga el que te invitó, te diga: ‘Amigo, acércate a la cabecera’”. En esta frase se encuentra condensado todo el sentido del Evangelio de hoy. Cristo quiere decirnos que el honor más grande en la vida cristiana no consiste en un puesto. Él mismo es el mayor honor que podemos tener en la vida.
El Señor nos ha invitado a un banquete de bodas, y lo propio de una invitación es ser gratuita. Sólo los novios tienen el “derecho” de la fiesta, todos los demás participan porque han pensado en ellos. La invitación se recibe por razón de un amor o una amistad particular, sin fijarse en méritos. Dios nos ha invitado a las bodas de su Hijo, y ya eso es honor suficiente para cada bautizado. ¡Si pensáramos qué dignidad ser invitados especiales de Dios!
Conforme hemos crecido en la vida cristiana, Dios ha pasado por cada una de las mesas y a cada uno nos dice las mismas palabras: “Amigo, acércate a la cabecera”. Nos llama amigos, ¡sus amigos íntimos!, y nos da un honor aún más grande: acercarnos a la cabecera. De nuevo, no se trata de un puesto, sino de estar cerca de Él. Y aquí termina la parábola; la realidad es mucho más maravillosa porque Cristo nos invita a la cabecera en cada comunión, y ya no es Él solo el novio de las bodas. Se convierte en nuestro alimento, nos da el lugar principal, porque quiere que cada cristiano participe de la misma alegría que Él siente. Y quiere que la experimentemos desde dentro, en el fondo de nuestro corazón.
 “El que se humilla, será engrandecido”. Aquí es donde la humildad brilla con mayor claridad aún. Al inicio de la misa reconocemos nuestro pecado y pedimos perdón por ofender a un Dios que nos ha dado tanta dignidad. ¡Cuánto nos ha engrandecido el Señor, sabiendo que como hombres pecadores éramos los últimos, los más indignos de su predilección! Cuánta gratitud y humildad debe surgir en nuestra alma cada vez que nos acercamos al Banquete del Señor.
“Con esta recomendación, Jesús no pretende dar normas de comportamiento social, sino una lección sobre el valor de la humildad. La historia enseña que el orgullo, el arribismo, la vanidad y la ostentación son la causa de muchos males. Y Jesús nos hace entender la necesidad de elegir el último lugar, es decir, de buscar la pequeñez y pasar desapercibidos: la humildad. Cuando nos ponemos ante Dios en esta dimensión de humildad, Dios nos exalta, se inclina hacia nosotros para elevarnos hacia Él”.
 (Homilía de S.S. Francisco, 28 de agosto de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Voy a preparar mi alma para la misa del domingo. Si veo que no estoy en buena condición espiritual, buscaré la confesión, o bien, dedicaré un rato especial de oración, hoy, para ser consciente del don de la Eucaristía.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

jueves, 27 de octubre de 2016

La misión de la familia

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 13, 31-35



Se acercaron algunos fariseos que le dijeron a Jesús: «Aléjate de aquí, porque Herodes quiere matarte».
Él les respondió: «Vayan a decir a ese zorro: hoy y mañana expulso a los demonios y realizo curaciones, y al tercer día habré terminado. Pero debo seguir mi camino hoy, mañana y pasado, porque no puede ser que un profeta muera fuera de Jerusalén.
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como la gallina reúne bajo sus alas a los pollitos, y tú no quisiste! Por eso, "a ustedes la casa les quedará desierta". Les aseguro que ya no me verán más, hasta que llegue el día en que digan:
¡Bendito el que viene en Nombre del Señor!»
Palabra del Señor.
¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida? 
 
El cerco en torno a Jesús se estrecha. Él se da cuenta, pero es fiel a su misión, aunque se da cuenta de que se aproxima su término. Sin embargo, nosotros, en muchas ocasiones, encontramos mil disculpas para dejar de ser fieles y evitar así el sufrimiento que prevemos.
            “Señor, haznos fieles, cura nuestra cobardía”

Cuantas veces Dios nos ha querido reunir, como la gallina reúne a sus pollitos bajo sus alas. Sin embargo, no nos dejamos querer por el Señor que nos ofrece su ternura.
            “No te canses, Señor, de reunirnos”
            “Perdona y cura nuestra autosuficiencia”

Jesús, tú me dices con lágrimas en los ojos: -¡Cuántas veces he querido acompañarte, consolarte, amarte y darte fuerza; y no has querido! ¡Cuántas veces he querido acercarte y unirte a otros hermanos tuyos, que te necesitan y a los que necesitas; y te has quedado solo, aíslado!

Señor, sé que tú eres fuego y no me acerco a calentarme; sé que tú eres pan y no me acerco a saciar mi hambre; sé que tú eres paz y no me acerco a curarme de mis inquietudes; sé que tú eres alegría y prefiero quedarme a solas con mi tristeza... Prefiero hacer otras cosas y acercarme a otras personas, aunque sé que sólo tú puedes colmar el gran corazón que me diste.

Señor, que tus lágrimas me conviertan y sepa acercarme cada día a ti, sin prisa, con absoluta confianza, que sepa dejarme cuidar por ti, para vivir como un polluelo, seguro y feliz, bajo las alas de la gallina. Qué sepa acercarme cada día a las personas que necesitan de mí y a las que necesito para seguir adelante.

4. Termino la oración   
Doy gracias a Dios por su compañía, por sus enseñanzas, por su fuerza...
     Le pido que me ayude a vivir de acuerdo con el Evangelio
     Me despido rezando el Padre Nuestro u otra oración espontánea o ya hecha. 

lunes, 24 de octubre de 2016

Que así sea!!!

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 13, 10-17



Un sábado, Jesús enseñaba en una sinagoga. Había allí una mujer poseída de un espíritu, que la tenía enferma desde hacía dieciocho años. Estaba completamente encorvada y no podía enderezarse de ninguna manera. Jesús, al ver la, la llamó y le dijo: «Mujer, estás sanada de tu enfermedad», y le impuso las manos.
Ella se enderezó en seguida y glorificaba a Dios. Pero el jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había sanado en sábado, dijo a la multitud: «Los días de trabajo son seis; vengan durante esos días para hacerse sanar, y no el sábado».
El Señor le respondió: «¡Hipócritas! Cualquiera de ustedes, aunque sea sábado, ¿no desata del pesebre a su buey o a su asno para llevarlo a beber? Y esta hija de Abraham, a la que Satanás tuvo aprisionada durante dieciocho años, ¿no podía ser liberada de sus cadenas el día sábado?»
Al oír estas palabras, todos sus adversarios se llenaban de confusión, pero la multitud se alegraba de las maravillas que Él hacía.

Palabra del Señor.


¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?

Jesús no ha perdido su fuerza para curar de todo aquello que nos hace ir encorvados. ¿Qué dobla tu espalda? ¿la desesperanza, el egoísmo, la búsqueda insaciable de placer, de honores, de reconocimientos…? Pide al Señor que te cure.

La mujer al verse curada, glorificaba a Dios. A ti Dios también te ha curado de muchos males. ¿Los recuerdas? Glorifica, alaba, da gracias a Dios.

Bendice, alma mía, al Señor, desde el fondo de mi ser.
Bendice, alma mía, al  Señor, y no olvides sus muchos beneficios.
Bendice, alma mía, al Señor, porque él ha sido grande conmigo.
Bendice, alma mía, al Señor, porque ha llenado de paz mi vida.

El Señor te ha perdonado todas tus culpas; te ha limpiado.
El Señor te ha curado de todas tus dolencias; te ha sanado.
El Señor te ha sacado de lo profundo de la fosa; te ha liberado.
El Señor te ha puesto en pie después de la caída; te ha rescatado.

El amor del Señor, alma mía, es más alto que los cielos.
El amor del Señor, alma mía, es más grande que los mares.
El amor del Señor, alma mía, es más fuerte que las montañas.
El amor  del Señor, alma mía, es más firme que nuestras rebeldías.

Bendice alma mía, al Señor, por la ternura de sus manos.
Bendice, alma mía al Señor, que es más bueno que una madre.
Bendice, alma mía, al Señor, que él sabe de lo frágil de nuestro barro.
Bendice, alma mía, al Señor, que él comprende nuestro corazón enfermo.

Bendice, alama mía, al Señor, unida al coro de sus ángeles.
Bendice, alma mía, al Señor, en medio de la asamblea congregada.
Bendice, alma mía , al Señor, el único Dueño de la Historia.
Bendice, alma mía, al Señor, en todos los lugares de su señorío.

¡Bendice, alma mía, al Señor: alábale de todo corazón!
¡Bendice, alma mía, al Señor: su amor sin límites
merece nuestro canto!

(Salmo 102 actualizado)

 
Una vez más aparecen los defensores de la ley. Mejor dicho, entran en escena los que manipulan la ley para atacar a Jesús. Sin embargo Jesús no se acorbarda. La ley está al servicio del bien de las personas. Nada hay más valioso en el mundo que un ser humano.

4. Termino la oración   
Doy gracias a Dios por su compañía, por sus enseñanzas, por su fuerza...
     Le pido que me ayude a vivir de acuerdo con el Evangelio
     Me despido rezando el Padre Nuestro u otra oración espontánea o ya hecha. 

domingo, 23 de octubre de 2016

Visita a la Maternidad Ana Goitia

Sección Nuestra Señora de Loreto

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 18, 9-14



 

Refiriéndose a algunos que se tenían por justos y despreciaban a los demás, Jesús dijo esta parábola:
Dos hombres subieron al Templo para orar; uno era fariseo y el otro, publicano. El fariseo, de pie, oraba así: «Dios mío, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, que son ladrones, injustos y adúlteros; ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago la décima parte de todas mis entradas».
En cambio el publicano, manteniéndose a distancia, no se animaba siquiera a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: «¡Dios mío, ten piedad de mí, que soy un pecador!»
Les aseguro que este último volvió a su casa justificado, pero no el primero. Porque todo el que se eleva será humillado, y el que se humilla será elevado.
 
Palabra del Señor.
¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?

No sólo estamos llamados a rezar más, estamos llamados a rezar mejor. A veces no rezamos bien, rezamos subidos en la prepotencia, en el orgullo, en la autosuficiencia, en el desprecio a los demás.

Al leer este Evangelio, podemos caer en la tentación de creer que nosotros no rezamos así. No vayamos tan deprisa. Rezamos como vivimos, y ¿quién está libre del orgullo?

La sencilla oración del publicano nos ayuda a vivir y a rezar bajando a la verdad, a la humildad, a la pobreza y a la sencillez.
    ¿Qué te dice Dios? ¿Qué le dices?

A veces, Señor, sólo a veces,
me mueve tu espíritu y la libertad,
me siento henchido de gozo,
y me río a carcajadas del qué dirán
y de lo que se propone como razonable,
bueno, firme y honesto,
porque siento que en mi pecho
está a punto de brotar un manantial
de vida, gozo y novedad.

A veces, Señor, sólo a veces,
harto de este malvivir,
de tanto aparentar y de ser fariseo,
subo al templo a estar contigo
como el publicano del evangelio.
Me coloco en los últimos puestos
sin atreverme a levantar cabeza,
me desnudo en tu presencia
y se opera el milagro esperado.

A veces, Señor, sólo a veces,
me encuentro contigo
junto a los pozos de agua heredados,
o a los árboles gratuitos del camino
soñando recibir lo que necesito;
mas por obra y gracia de tu querer,
que se adelanta siempre,
termino dando de lo que atesoro
para mi desconcierto y tu regocijo.

A veces, Señor, sólo a veces,
me hago sencillo y transparente,
y en esos diálogos sinceros
se me estremece el corazón
y fecundan las entrañas
con tantas semillas de vida y gracia,
que me siento joven y libre
para caminar por la historia
sin tener que justificar mis andanzas.

A veces; Señor, sólo a veces,
leo el evangelio y descubro
que no necesita explicaciones
para que fecunde mis entrañas.

Florentino Ulibarri

4. Termino la oración   
Doy gracias a Dios por su compañía, por sus enseñanzas, por su fuerza...
     Le pido que me ayude a vivir de acuerdo con el Evangelio
     Me despido rezando el Padre Nuestro u otra oración espontánea o ya hecha. 

sábado, 22 de octubre de 2016

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 13, 1-9




En cierta ocasión se presentaron unas personas que comentaron a Jesús el caso de aquellos galileos, cuya sangre Pilato mezcló con la de las víctimas de sus sacrificios. Él respondió:
«¿Creen ustedes que esos galileos sufrieron todo esto porque eran más pecadores que los demás? Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera. ¿O creen que las dieciocho personas que murieron cuando se desplomó la torre de Siloé eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera».
Les dijo también esta parábola: «Un hombre tenía una higuera plantada en su viña. Fue a buscar frutos y no los encontró. Dijo entonces al viñador: "Hace tres años que vengo a buscar frutos en esta higuera y no los encuentro. Entonces córtala, ¿para qué malgastar la tierra?" Pero él respondió: "Señor, déjala todavía este año; yo removeré la tierra alrededor de ella y la abonaré. Puede ser que así dé frutos en adelante. Si no, la cortarás"».
Palabra del Señor.
 ¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?

Jesús no se cansa de hablar de la bondad de Dios. Pero no nos engaña. Habla claro. Nos advierte. Podemos perder la vida si no acogemos su salvación, si no damos frutos, si lo rechazamos, si vivimos de espaldas al hermano, si dejamos la conversión para mañana... Muchas veces vivimos como si esta posibilidad no existiera. ¿Eres consciente? ¿Qué le dices a Dios?

            A veces hasta los cristianos pensamos que los accidentes y las enfermedades son un castigo de Dios por nuestros pecados. No es cierto. Jesús lo ha dejado claro: ¿pensáis que los que fueron aplastados eran más culpables que el resto? Os digo que no.

No es la primera vez que vienes
y que la higuera muestra sus hojas arrogante
-verdes, grandes, ásperas, sin fruto-,
engañándote.

Sabes que ocupa terreno fértil,
que sudaste y te deslomaste cuidándola'
para que diera los higos mejores,
inútilmente.

Y aunque tienes ganas de cortarla
tu corazón hortelano se resiste.
Le cavarás la tierra, le echarás abono
nuevamente...

Déjala un poco más.
Déjanos un poco más.
Déjame un poco más, Señor,
y cuídame.

Florentino Ulibarri

--------------------------------------


Aquí estoy, Señor, delante de ti,
con mi presente y con mi pasado a cuestas;
con lo que he sido y con lo que soy ahora;
con todas mis capacidades y todas mis limitaciones;
con todas mis fortalezas y todas mis debilidades.
Te doy gracias por el amor con el que me has amado,
y por el amor con el que me amas ahora, a pesar de mis fallos.

Sé bien, Señor, que por muy cerca que crea estar de Ti,
por muy bueno que me juzgue a mí mismo,
tengo mucho que cambiar en mi vida,
mucho de qué convertirme,
para ser lo que Tú quieres que yo sea,
lo que pensaste para mí cuando me creaste.

Ilumina, Señor, mi entendimiento y mi corazón,
para que Tú seas cada día con más fuerza,
el dueño de mis pensamientos, de mis palabras y de mis actos;
para que todo en mi vida gire en torno a Ti;
para que todo en mi vida sea reflejo de tu amor infinito,
de tu bondad infinita,
de tu misericordia y tu compasión.

Dame, Señor, la gracia de la conversión sincera y constante.
Dame, Señor, la gracia de mantenerme unido a Ti siempre,
hasta el último instante de mi vida en el mundo,
para luego resucitar Contigo a la Vida eterna. Amén.

4. Termino la oración   
Doy gracias a Dios por su compañía, por sus enseñanzas, por su fuerza...
     Le pido que me ayude a vivir de acuerdo con el Evangelio
     Me despido rezando el Padre Nuestro u otra oración espontánea o ya hecha.

viernes, 21 de octubre de 2016

SANTO ROSARIO POR LAS FAMILIAS

Dios, Padre nuestro, que has propuesto a la Sagrada familia como maravilloso ejemplo a los ojos de tu pueblo,
concede a las familias cristianas imitar las virtudes del hogar de Nazareth,y su unión en el amor; para que sean signos claros y atrayentes que proclamen el Evangelio de la vida en medio de nuestra sociedad y muestren la alegría de educar a sus hijos con total entrega, en paz y libertad, hasta que lleguemos a gozar de los premios eternos en el hogar del Cielo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amen..


SEÑAL DE LA CRUZ 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Oh María, Madre de Jesús y Madre nuestra, nos dirigimos a ti en este día, ya que fuiste Tú la que dijiste SI a la vida, ante el anuncio del Ángel. Sin importar la sorpresa y la incertidumbre que esto te causaría, Tu dijiste “SI”; “Hágase en mi según tu Palabra: Santa María, Oramos hoy por todas las familias que tienen dificultades.
sf45
PEDIMOS POR
Por la santificación de todos los sacerdotes del mundo, consagrados, religiosos y servidores, especialmente por el Papa Francisco
Por todos los religiosos de vida contemplativa, que a diario dirigen su oración por todas las necesidades de las familias del mundo..
Por toda la Iglesia y por todos los que la formamos, para que sea en el mundo un testimonio vivo del Mensaje de Jesús, trabajando por hacer posible un mundo más justo y solidario.
Por la Paz tan necesaria en nuestro mundo, para que todos nos afanemos por buscarla, y en concreto los cristianos nos propongamos ser en el mundo instrumentos de paz y de reconciliación.
Por las familias, por los educadores y los catequistas: para que no decaigan en su tarea de acompañar a los niños y jóvenes en su desarrollo personal y en su crecimiento como cristianos comprometidos con nuestro mundo.
 Por las familias que están pasando dificultades en sus relaciones: que el Señor les ilumine y dé fuerzas
 Por las familias rotas: que recobren la esperanza, que se respeten, que busquen el reencuentro.
Que las familias cristianas estén siempre cercanas a los que sufren y pasan necesidades de todo tipo.
Por los refugiados y emigrantes: que se respete su dignidad; que se encuentren pronto con los suyos.
 Por las familias que han perdido alguno de sus miembros a causa del terrorismo o la violencia.
Pidamos para que las familias cristianas sean educadoras de la fe y la trasmitan con gozo.
 Que las familias sean ejemplo de escucha, diálogo y respeto, fuente de amor, paz y alegría.
 Para que las familias estén abiertas a la trasmisión y cuidado de la vida en todos sus momentos.
 Que en nuestras familias los padres tomen conciencia de que deben ser ejemplo y modelo para sus hijos.
 Que los hijos escuchen, respeten y obedezcan a sus padres, cumpliendo así el mandamiento del Señor.
Por la Santa Iglesia: para que difunda en todas las familias el fermento del Evangelio.
. Por todos los hogares de la tierra, por todos los esposos, los padres y los hijos, por los ancianos y los huérfanos, por las familias que no tienen hogar o carecen de los recursos necesarios, y por todos los esposos que viven separados
Por todos los Matrimonios: para que guarden inquebrantable la fidelidad que se han prometido ante el altar.
Por todos los Matrimonios: para que, en el amor mutuo y en la fidelidad constante, sean en nuestra sociedad fermento de paz y unidad.
Por los presentes, por sus familias y amigos: para que participemos de su felicidad y seamos admitidos con ellos a la dicha eterna
Finalmente, pidamos por todos nosotros: para que escuchemos la palabra que Jesús cada día nos ofrece en el Evangelio y para que el encuentro con su mensaje y la celebración de la Eucaristía hagan que nuestro corazón, como el de los discípulos de Emaús, comience a arder al tener experiencia de que nuestra fe se fortalece, y luego sepamos comunicar esa vida y esa esperanza en nuestro día a día.
Por todas y cada una de las peticiones, por los que las piden y por los que están en la petición, cubre Señor a todos ellos y concédeles esa petición, si están de acuerdo a tu plan.
Amén
**La vida oculta de Nazareth permite a todo hombre y mujer estar en comunión con Jesús en las cosas más ordinarias de la vida cotidiana. Nazareth es la escuela donde se empieza a comprender la vida de Jesús, es decir, es la escuela del Evangelio. En primer lugar nos enseña el silencio, atmósfera admirable e indispensable para el espíritu. En ella aprendemos también una lección de trabajo. ¡Oh, morada de Nazaret, casa del “hijo del carpintero”! Que sobretodo deseemos comprender y celebrar el don de la salvación que se nos ha dado en Jesucristo, que lo aceptemos en nuestras vidas, que unidos a la Santa Familia de Nazareth vivamos la vida cotidiana realizando las cosas ordinarias con un sentido extraordinario y vivamos la santidad a la que estamos llamados por nuestro bautismo.  
OREMOS
Oh, Dios, que en la Sagrada Familia nos dejaste un modelo perfecto de vida familiarvivida en la fe y la obediencia a tu voluntad.
Ayúdanos a ser ejemplo de fe y amor a tus mandamientos.
Socórrenos en nuestra misión de transmitir la fe a nuestros hijos.
Abre su corazón para que crezca en ellos la semilla de la fe que recibieron en el bautismo.
Fortalece la fe de nuestros jóvenes,para que crezcan en el conocimiento de Jesús.
Aumenta el amor y la fidelidad en todos los matrimonios,
especialmente aquellos que pasan por momentos de sufrimiento o dificultad.
Unidos a José y María, Te lo pedimos por Jesucristo tu Hijo, nuestro Señor. Amén.
sf44
SANTO ROSARIO
SÍMBOLO DE LOS APÓSTOLES
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilatos, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser vos quien sois, bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén
PADRENUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén
3 AVEMARÍA
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
GLORIA
Toda la Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén
sf07
1er MISTERIO
La Sagrada Familia, Obra de Dios
“Cuando llegó la plenitud del tiempo, Dios envió a su propio Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo el dominio de la ley, para liberarnos del dominio de la ley y hacer que recibiéramos la condición de hijos adoptivos de Dios” (Gal 4,4-5).
He aquí que en el principio del nuevo testamento, como ya al inicio del antiguo testamento, está una pareja. Pero mientras que en aquella de Adán y Eva estaba la fuente del mal que ha dominado al mundo, en la de José y María encontramos en el vértice desde el cual se expande la santidad sobre toda la tierra. El salvador ha iniciado la obra de la salvación con esta unión virginal y santa, en la cual se manifiesta su voluntad omnipotente de purificar y santificar a la familia, santuario del amor y la cuna de la vida.
Oremos para que el Espíritu Santo renueve a las familias, según el modelo de la Sagrada Familia de Nazareth.
PADRENUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén
10 AVEMARÍA
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
GLORIA
Toda la Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén
JACULATORIAS
María Madre de Gracia, Madre de Misericordia en la vida y en la muerte ampáranos gran Señora.Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu Misericordia.
Jesús ilumine, protege y salva a las familias.
Jesús, María y José
Ilumínanos, socórrenos y sálvanos. Amén.
Santa María, Madre del amor más hermoso,enséñanos a mirarte siempre, como manantial de misericordia, regazo de perdón, consuelo de nuestras penas.
sf13
2º MISTERIO La Sagrada Familia en Belén
“El ángel les dijo: « No teman, pues les anuncio una gran alegría, que lo será para ustedes y para todo el pueblo: Les ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Esto les servirá de señal: encontrarán un niño recién nacido, envuelto en pañales y acostado en un pesebre »… Fueron de prisa y encontraron a María, a José y niño acostado en el pesebre”. (Lc. 2, 10-12.16).
El nacimiento de Jesús en Belén ha dado inicio a esta Familia, única y excepcional en la historia de la humanidad; en esta Familia ha venido al mundo, ah crecido y ha sido educado el hijo de Dios, concebido y nacido de la Madre Virgen.
Oremos: María y José: mediante su intercesión obtengamos la gracia de amar y adorar a Jesús sobre todas las cosas.
PADRENUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén – 
10 AVEMARÍA
-Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
GLORIA
Toda la Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén
JACULATORIAS
María Madre de Gracia, Madre de Misericordia en la vida y en la muerte ampáranos gran Señora.Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno,lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu Misericordia.
Jesús ilumine, protege y salva a las familias.
Jesús, María y José Ilumínanos, socórrenos y sálvanos. Amén.
Santa María, Madre del amor más hermoso,enséñanos a mirarte siempre, como manantial de misericordia, regazo de perdón, consuelo de nuestras penas.
PresentacionJesus
3er MISTERIO La Sagrada Familia en el Templo 
“Su padre y su madre estaban admirados de las cosas que se decían de él. Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: « Mira, este niño debe ser causa tanto de caída como de resurrección para la gente de Israel. Será signo de contradicción, y a ti misma una espada te atravesará el corazón. »” (Lc. 2,33-35).
El rescate del primogénito es deber del padre, que es cumplido por José. El evangelista revela que “el padre y la madre de Jesús se admiraron de las cosas que se decían de él” y, en particular, de lo que dice Simeón señalando a Jesús, en su cántico a Dios, como la “salvación preparada por Dios ante todos los pueblos” y “luz para alumbrar a las naciones y gloria para el pueblo de Israel”.
Oremos, confiando a la Sagrada Familia, a la Iglesia y a todas las familias humanas.
PADRENUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén
10 AVEMARÍA
-Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
GLORIA
Toda la Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén
JACULATORIAS
María Madre de Gracia, Madre de Misericordia en la vida y en la muerte ampáranos gran Señora. Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno,lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu Misericordia.
Jesús ilumine, protege y salva a las familias.
Jesús, María y José Ilumínanos, socórrenos y sálvanos. Amén.
Santa María, Madre del amor más hermoso,enséñanos a mirarte siempre, como manantial de misericordia, regazo de perdón, consuelo de nuestras penas.
sf49
4º MISTERIO La Sagrada Familia huye y regresa de Egipto
“El ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: « Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y quédate allí hasta que yo te avise; porque Herodes va a buscar al niño para matarlo ». José se levantó de noche, tomó al niño y a su madre, y partió hacia Egipto, donde permaneció hasta la muerte de Herodes… Cuando murió Herodes, el ángel del Señor se apareció en sueños a José en Egipto y le dijo: « Levántate, toma al niño y a su madre, y regresa a la tierra de Israel, porque ya han muerto los que querían matar al niño »”. (Mt. 2, 13-14. 19-21)
Así como Israel había emprendido el camino del éxodo “de la condición de esclavitud” para iniciar la antigua Alianza, así José, depositario y cooperador del misterio providencial de Dios custodia también en el exilio a aquel que habría de realizar la nueva alianza.
Oremos para que nuestra adhesión al evangelio sea total y fielmente activa.
PADRENUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén
10 AVEMARÍA
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
GLORIA
Toda la Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén
JACULATORIAS
María Madre de Gracia, Madre de Misericordia en la vida y en la muerte ampáranos gran Señora.Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno,lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu Misericordia. Amen.
Jesús ilumine, protege y salva a las familias.
Jesús, María y José Ilumínanos , socórrenos y sálvanos
Santa María, Madre del amor más hermoso,enséñanos a mirarte siempre, como manantial de misericordia, regazo de perdón, consuelo de nuestras penas.
sf60
.
5º MISTERIO La Sagrada Familia en la casa de Nazareth
“Volvió con ellos a Nazareth, donde vivió obedeciéndoles. Su madre guardaba fielmente en su corazón todos estos recuerdos. Mientras tanto, Jesús crecía en sabiduría, en edad y en gracia, ante Dios y ante los hombres (Lc 2, 51-52).
Jesús fue desde el inicio el centro de su gran amor, lleno de solicitud y afecto; fue su gran vocación; fue su inspiración; fue el gran misterio de su vida. En la casa de Nazareth él fue obediente y sumiso, así como debe serlo un hijo hacia sus propios padres. Esta obediencia de Jesús a María y José llena casi todos los años de su vida sobre la tierra y constituye por tanto el símbolo de aquella total e ininterrumpida obediencia que tributa al Padre Celeste. A la Sagrada familia pertenece así una parte relevante de aquel divino misterio, cuyo fruto es la redención del mundo.
Oremos y pidamos la luz y la ayuda de Dios para crear en familia el mismo clima espiritual de la casa de Nazareth.
PADRENUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén
10 AVEMARÍA
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
GLORIA
Toda la Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén
JACULATORIAS
María Madre de Gracia, Madre de Misericordia en la vida y en la muerte ampáranos gran Señora.Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno,lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu Misericordia.Amen..
Jesús ilumine, protege y salva a las familias.
Jesús, María y José Ilumínanos, socórrenos y sálvanos
Santa María, Madre del amor más hermoso,enséñanos a mirarte siempre, como manantial de misericordia, regazo de perdón, consuelo de nuestras penas.
SALVE
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María!
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén
OREMOS.-
Omnipotente y sempiterno Dios, que con la cooperación del Espíritu Santo, preparaste el cuerpo y el alma de la gloriosa Virgen y Madre María para que fuese merecedora de ser digna morada de tu Hijo;
concédenos que, pues celebramos con alegría su conmemoración, por su piadosa intercesión seamos liberados de los males presentes y de la muerte eterna. Por el mismo Cristo nuestro Señor. Amén
ORACIONES DESPUÉS DEL ROSARIO.-
Al terminar este Santo Rosario a nuestra Madre María, Rezamos por las intenciones del Santo Padre y en reparación a las Ofensas al Sagrado Corazón de Jesús y para Ganar las Santas Indulgencias Plenarias.

PADRENUESTRO.-
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén
3 AVEMARÍA.-
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
GLORIA.-
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
Amén
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desprecies nuestras súplicas en las necesidades, antes bien líbranos de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita. Amén. 
Dios todopoderoso, Tú has creado todo por medio de tu Hijo Jesucristo. El venció el poder de la muerte por medio de su Misterio Pascual. Que todos los que se confiesan ser cristianos, promuevan la Santidad de la Vida y que te sirvan fielmente, por Jesucristo Nuestro Señor. Amén
Ave María Purísima, sin pecado concebida.
sf27
LETANÍA A LA SAGRADA FAMILIA
-Jesús, Salvador del mundo, ten piedad de nosotros.
-Jesús, Hijo de María y hermano nuestro, ten piedad de nosotros.
-Jesús, tesoro y delicia de la Sagrada Familia, ten piedad de nosotros.
**-Santa María, Reina de los cielos, ruega por nosotros.
-Santa María, Madre de Jesús y nuestra dulce Madre, ruega por nosotros.
-Santa María, ornamento y gozo de la Sagrada Familia, ruega por nosotros.
-San José, Padre legal de Jesús, ruega por nosotros.
-San José, Casto esposo de María, ruega por nosotros.
-San José, guía y amparo de la Sagrada Familia, ruega por nosotros.
**-Sagrada Familia, bajo cuya protección nos hemos consagrado a Dios, está siempre con nosotros.
-Sagrada Familia, que hemos tomado por modelo, está siempre con nosotros.
-Sagrada Familia, predilecta del Padre celestial, está siempre con nosotros.
-Sagrada Familia, conducida por el Espíritu Santo, está siempre con nosotros.
-Sagrada Familia, santificada por la presencia del Hijo de Dios, está siempre con nosotros.
-Sagrada Familia, terror del infierno, está siempre con nosotros.
-Sagrada Familia, asilo de todas las virtudes, está siempre con nosotros.
-Sagrada Familia, Santuario de la Divina Trinidad, está siempre con nosotros.
-Sagrada Familia, precioso Tabernáculo de Dios vivo, está siempre con nosotros.
-Sagrada Familia, oscura e ignorada sobre la tierra, está siempre con nosotros.
-Sagrada Familia, pobre y laboriosa, está siempre con nosotros.
-Sagrada Familia, modelo de paciencia y resignación, está siempre con nosotros.
-Sagrada Familia, gozosa en las tribulaciones, está siempre con nosotros.
-Sagrada Familia, venerada de los pastores, está siempre con nosotros.
-Sagrada Familia, honrada por los Magos, está siempre con nosotros.
-Sagrada Familia, por Herodes perseguida, está siempre con nosotros.
-Sagrada Familia, de los judíos despreciada, está siempre con nosotros.
-Sagrada Familia, deseada de los Patriarcas, está siempre con nosotros.
-Sagrada Familia, de los Ángeles respetada, está siempre con nosotros.
-Sagrada Familia, modelo de todos los Santos, está siempre con nosotros.
-Sagrada Familia, ornamento de la celestial Jerusalén, está siempre con nosotros.
**-Sednos propicia, te lo rogamos, oyenos.
-Socorrenos en todos los peligros de alma y cuerpo, te lo rogamos, oyenos
-Se nuestro refugio contra los males que nos aquejan, te lo rogamos, oyenos.
-Se nuestra fuerza en los combates y pruebas, te lo rogamos, oyenos.
-Sednos fuerte muro contra los ataques del enemigo de nuestra salud, te lo rogamos, oyenos.
-Sed nuestra esperanza en esta vida y nuestro consuelo en la hora de la muerte, te lo rogamos, oyenos.
-Sed eficaz protectora de aquellos que os invocan con verdadera confianza, te lo rogamos, oyenos.
-Sed medianera de los que mueren en el Señor y Abogada de los pecadores cerca del Soberano Jesús, te lo rogamos, oyenos.
-Sed liberadora de las almas detenidas en el purgatorio y salud de los que esperan en Vos, te lo rogamos, oyenos.
-Sed siempre sostén de los débiles y ayuda de los imperfectos, te lo rogamos, oyenos.
-Sed siempre protectora de nuestra familia y de toda la sociedad, te lo rogamos, oyenos
-Sed siempre espejo de los cristianos, imán de los justos, te lo rogamos, oyenos.
-Sed siempre consoladora de los afligidos y refugio de vuestros devotos, te lo rogamos, oyenos.
-Sed siempre apoyo y defensa de los que se han consagrado a vuestro servicio, te lo rogamos, oyenos.
**Sagrada Familia, sed glorificada en todos los siglos. Reina para siempre en todos los corazones.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo. Sálvanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo. Óyenos, Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo. Ten piedad y Misericordia de nosotros.

Oración final

¡Dios te salve, María, llena de gracia! Esta noche te pido por todas las familias de la RED MUNDIAL CRISTIANA DE ORACIÓN, llenas de sueños y esperanzas. Ellas son los centinelas del mañana. En ellas crece el pueblo de las bienaventuranzas; son la esperanza viva de la Iglesia y del Papa.
Santa María, Reina y Madre , intercede ante el Padre, para que nuestras familias sean testigos generosos de Cristo Resucitado, apóstoles humildes y valientes del tercer milenio, regazos de santidad cristiana. Santa María, Virgen Inmaculada, reza con nosotros, reza por nosotros. Amén.
“Jesús, María y José A ustedes, la Sagrada Familia de Nazaret, Hoy miramos con admiración y confianza; En vosotros contemplamos La belleza de la comunión en el amor verdadero; A ustedes encomendamos a todas nuestras familias, Y a que se renueven en las maravillas de la gracia.
Sagrada Familia de Nazaret, Atractiva escuela del Santo Evangelio:Enséñanos a imitar sus virtudes Con una sabia disciplina espiritual, Danos una mirada limpia Que reconozca la acción de la Providencia En las realidades cotidianas de la vida.
Sagrada Familia de Nazaret, Fiel custodia del ministerio de la salvación:Haz nacer en nosotros la estima por el silencio, Haz de nuestras familias círculos de oración Y conviértelas en pequeñas iglesias domésticas, Renueva el deseo de santidad,Sostener la noble fatiga del trabajo, la educación, La escucha, la comprensión y el perdón mutuo.
Sagrada Familia de Nazaret, Despierta en nuestra sociedad la conciencia Del carácter sagrado e inviolable de la familia, Inestimable e insustituible.
Que cada familia sea acogedora morada de Dios y de la paz Para los niños y para los ancianos, Para aquellos que están enfermos y solos, Para aquellos que son pobres y necesitados.
Jesús, María y José, A ustedes con confianza oramos, A ustedes con alegría nos confiamos”.
Quédate con nosotros, Señor Jesús. Quédate en nuestra familia, ilumínanos en la noche de la duda,
sé sostén en nuestras dificultades, consuélanos en nuestros sufrimientos y haz fecunda la fatiga de cada día.
Aleja de nuestro hogar todo mal, afirma nuestros pasos en el bien y en el amor.
Te pedimos por las familias de nuestra Comunidad, de nuestra Diócesis y de nuestra Patria.
Ayúdanos a trabajar unidos, a cultivar los valores, a defender con pasión la vida en esta hora de la familia,
te pedimos la gracia de anunciar y valorar el tesoro de la familia, cuando en torno a ella se acumulan sombras
que amenazan su unidad y su naturaleza. Tú que eres la Vida, quédate en nuestros hogares,
para que sigan siendo nidos donde nazca la vida humana, se la acoja, se la ame y se la respete,
desde su concepción hasta su término natural. Te pedimos todo esto, unidos a tu Madre,
la Virgen María y a tu padre nutricio, san José. Amén
Oh san José, custodio santísimo de Jesús y de María, socorrednos con vuestras plegarias en todas las necesidades espirituales y temporales, a fin de que en unión con María y con Vos, podamos bendecir eternamente a nuestro divino Redentor Jesús. Así sea.
Jesús, María y José,en vosotros contemplamos el esplendor del verdadero amor, a vosotros, confiados, nos dirigimos.Santa Familia de Nazaret,haz también de nuestras familias lugar de comunión y cenáculo de oración,auténticas escuelas del Evangelio y pequeñas Iglesias domésticas.Santa Familia de Nazaret,que nunca más haya en las familias episodios de violencia, de obstinación y división;que quien haya sido herido o escandalizado sea pronto consolado y curado.
Jesús, María y José,escuchad, acoged nuestra súplica.

EN EL NOMBRE DEL PADRE, Y DEL HIJO, Y DEL ESPÍRITU SANTO.
AMÉN

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 12, 54-59



Jesús dijo a la multitud:
Cuando ven que una nube se levanta en occidente, ustedes dicen en seguida que va a llover, y así sucede. y cuando sopla viento del sur, dicen que hará calor, y así sucede.
¡Hipócritas! Ustedes saben discernir el aspecto de la tierra y del cielo; ¿cómo entonces no saben discernir el tiempo presente?
¿Por qué no juzgan ustedes mismos lo que es justo? Cuando vas con tu adversario a presentarte ante el magistrado, trata de llegar a un acuerdo con él en el camino, no sea que el adversario te lleve ante el juez, y el juez te entregue al guardia, y éste te ponga en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.

Palabra del Señor.


¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?

Dios no manda al arcángel Gabriel cada vez que quiere darnos una misión. Basta con que estemos atentos a la realidad que nos rodea. Cada cristianos, cada comunidad, cada parroquial, cada diócesis, la Iglesia entera… Todos tenemos que estar atentos para descubrir las llamadas de Dios en los acontecimientos de la vida, en los hechos más sencillos y en los más significativos.

Dame, Señor, unos ojos abiertos para ver la realidad
y la sabiduría de tu Espíritu para saber lo que debemos hacer.

Desde todos los rincones
me está llamando tu voz.
Siento tu mirada
en muchos ojos que me miran.
Oigo tu palabra
en muchas voces que me gritan.
Y en aquellos que me necesitan,
veo tu mano extendida.

Eres Tú quien me pregunta
cuando veo ese niño hambriento,
o esa madre extenuada
con su hijo a la espalda.
Sé de muchos hombres
que no oyen tu evangelio,
y de otros que malviven
en chabolas malolientes,
y de muchos más que roban
para poder seguir viviendo.
Y todos ellos me gritan en silencio
que no viva tan tranquilo.
¿Qué puedo hacer yo?

Esos niños que juegan en el barro
porque no hay sitio para ellos
en la escuela,
y ese hombre sin ganas de vivir
porque no encuentra sentido a su vida,
y tantos que sufren en las cárceles,
y los que, libres, no tienen libertad,
porque otros les niegan la palabra...
Pero también en todos ellos,
y desde todos los rincones de la tierra,
me está llamando tu voz.

¿Qué ves en el horizonte de tu vida? ¿Chaparrón, vientos, nubes…? ¿Qué te está sucediendo últimamente? ¿Qué te dice Dios? ¿Qué le dices?

4. Termino la oración   
Doy gracias a Dios por su compañía, por sus enseñanzas, por su fuerza...
     Le pido que me ayude a vivir de acuerdo con el Evangelio
     Me despido rezando el Padre Nuestro u otra oración espontánea o ya hecha. 

Nuestra Señora de Fátima

    En 1917, en el momento de las apariciones, Fátima era una ciudad desconocida de 2.500 habitantes, situada a 800 metros de altura y a 130...