sábado, 5 de octubre de 2024
Sábado Mariano: Oración a Nuestra Señora del Rosario
Evangelio cotidiano / Semana 26ª del tiempo Ordinario
Evangelio según san Lucas 10, 17-24
En aquel tiempo, los setenta y dos volvieron con alegría diciendo: “Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre”. Jesús les dijo: “Estaba viendo a Satanás caer del cielo como un rayo. Miren: les he dado el poder de pisotear serpientes y escorpiones y todo poder del enemigo, y nada les hará daño alguno. Sin embargo, no estén alegres porque se les someten los espíritus; estén alegres porque sus nombres están inscritos en el cielo”. En aquella hora, se llenó de alegría en el Espíritu Santo y dijo: “Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar”. Y, volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: “¡Bienaventurados los ojos que ven lo que ustedes ven! Porque les digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven, y no lo vieron; y oír lo que ustedes oyen, y no lo oyeron”.
Palabra del Señor.
“Les he dado poder”
El poder en el nombre de Jesús: Los discípulos se asombran de que hasta los demonios se someten a ellos en el nombre de Jesús. Esto nos recuerda que cualquier poder o autoridad que podamos tener como creyentes proviene de Cristo. No es por mérito propio, sino por la gracia y autoridad que Él nos confiere.
Humildad y Gratitud: Jesús les enseña a no enfocarse únicamente en los logros terrenales o en los dones que pueden manifestar, sino en la verdad más profunda: que su destino eterno está asegurado en el cielo. Este pasaje nos invita a cultivar la humildad y no caer en la tentación del orgullo espiritual, recordando siempre que la verdadera fuente de gozo es nuestra relación con Dios.
Jesús revela a Dios: En los versículos 21-22, Jesús ora, agradeciendo al Padre por haber revelado estas cosas a los "pequeños" en lugar de a los sabios y entendidos. Esto subraya la importancia de la sencillez y la humildad para recibir la revelación de Dios. A menudo, las personas más humildes y sencillas son quienes están más abiertas a las verdades espirituales, mientras que los que confían solo en su sabiduría humana pueden perder la oportunidad de conocer a Dios profundamente.
Privilegio de los discípulos: Jesús afirma que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ellos veían y oír lo que ellos oían, pero no lo lograron. Esta es una invitación a valorar el don de la fe y la revelación que hemos recibido. Tener el privilegio de conocer a Jesús y vivir en su gracia es un tesoro que debemos atesorar.
viernes, 4 de octubre de 2024
Los cinco minutos del Espíritu Santo
Digamos una vez más que los santos son una alabanza al Espíritu Santo, porque nadie puede ser santo sin la gracia del Espíritu. Él, con su gracia, nos hace parecidos a Jesús. Eso está muy claro en San Francisco de Asís, a quien recordamos hoy. |
Evangelio cotidiano / Semana 26ª del tiempo Ordinario
Evangelio según san Lucas 10, 13-16
En aquel tiempo, dijo Jesús: “¡Ay de ti, Corozaín; ay de ti, Betsaida! Pues si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en ustedes, hace tiempo que se habrían convertido, vestidos de sayal y sentados en la ceniza. Por eso el juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a ustedes. Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al abismo. Quien a ustedes escucha, a mí me escucha; quien a ustedes rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado”.
Palabra del Señor.
La indiferencia frente a la gracia de Dios:
Jesús pronuncia un "¡Ay!" sobre Corozaín, Betsaida y Cafarnaún, ciudades que fueron testigos de Su presencia y de muchos de Sus milagros, pero no se convirtieron ni mostraron un cambio de corazón. Estas ciudades simbolizan a las personas que, a pesar de recibir gracias y bendiciones, permanecen indiferentes al mensaje de Dios. El pasaje invita a reflexionar sobre cómo respondemos a las oportunidades que Dios nos brinda para cambiar, mejorar o acercarnos a Él. La gracia de Dios es un don valioso que no debe ser ignorado o desperdiciado.
El arrepentimiento como respuesta al amor de Dios:
Jesús compara estas ciudades con Tiro y Sidón, conocidas por su falta de fe. Sin embargo, afirma que si estas ciudades paganas hubieran presenciado los mismos milagros, habrían reaccionado con arrepentimiento. Esto nos recuerda que el arrepentimiento es la respuesta adecuada ante la intervención de Dios en nuestra vida. No se trata solo de un sentimiento de culpa, sino de un cambio de dirección hacia el bien, la conversión auténtica. Dios nos llama constantemente a este cambio, y nuestra falta de respuesta puede endurecer nuestros corazones.
La responsabilidad de escuchar el mensaje de Dios:
El versículo 16 subraya la importancia de escuchar a los mensajeros de Dios. “Quien los escucha a ustedes, me escucha a mí; y quien los rechaza a ustedes, me rechaza a mí.” Esto implica una gran responsabilidad para quienes han sido llamados a llevar la Palabra de Dios, como los apóstoles y sus sucesores, pero también para cada uno de nosotros. Al rechazar el mensaje de los discípulos, se rechaza a Jesús mismo y, por ende, a Dios Padre. Este versículo invita a estar atentos y abiertos a la verdad que se nos transmite, ya que cada vez que oímos la Palabra de Dios, estamos recibiendo directamente su llamada.
La justicia de Dios y la oportunidad del cambio:
El pasaje también nos habla del juicio. Jesús dice que, en el día del juicio, será más tolerable para ciudades paganas como Tiro y Sidón que para aquellas que recibieron más gracia, pero no la aprovecharon. Esto nos hace reflexionar sobre el hecho de que con mayor conocimiento y gracia viene también una mayor responsabilidad. Dios es justo y misericordioso, pero no podemos caer en la complacencia. La invitación es clara: estamos llamados a la conversión constante, a no dar por sentado el amor y la misericordia de Dios, sino a responder con fidelidad y compromiso.
jueves, 3 de octubre de 2024
Los cinco minutos del Espíritu Santo
"Espíritu Santo, hay aspectos de mi vida que no están sanados, hay partes de mi ser que no están bien. Hay sectores de mi existencia donde no te he dejado entrar. Por eso mis alegrías siempre tienen manchas. Por eso siempre están dando vueltas las sombras de la tristeza y de la confusión. |
Evangelio Cotidiano / Semana 26ª del tiempo Ordinario
Evangelio según san Lucas 10, 1-12
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos, y los mandó delante de él, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: “La mies es abundante y los obreros pocos; rueguen, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies. ¡Pónganse en camino! Miren que los envío como corderos en medio de lobos. No lleven bolsa, ni alforja, ni sandalias; y no saluden a nadie por el camino. Cuando entren en una casa, digan primero: “Paz a esta casa”. Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos su paz; si no, volverá a ustedes. Quédense en la misma casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan: porque el obrero merece su salario. No vayan cambiando de casa en casa.
Si entran en una ciudad y los reciben, coman lo que les pongan curen a los enfermos que haya en ella, y díganles: “El Reino de Dios ha llegado a ustedes”. Pero si entran en una ciudad y no los reciben, saliendo a sus plazas, digan: “Hasta el polvo de su ciudad, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre ustedes. De todos modos, sepan que el Reino de Dios ha llegado”. Les digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para esa ciudad”.
Palabra del Señor.
"La mies es mucha, los obreros pocos"
Jesús envía a sus discípulos a anunciar el Reino con instrucciones precisas de cómo lo deben hacer (no podemos evitar recordar lo que hizo con sus primeros frailes Nuestro Padre Santo Domingo, sin duda inspirado por el Evangelio). Les manda ir con la paz por delante allá donde entren, a ser agradecidos, a aceptar lo que les den de buen grado, pero también a abandonar el lugar donde no se les reciba con cordialidad. Y en medio de sus palabras nos dice que la mies es mucha y los obreros pocos y que pidamos al dueño de la mies que envíe trabajadores. Creo que estas palabras se comentan por sí solas: la mies es el pueblo de Dios, los obreros son aquellos que difunden la Palabra de Dios, los que se ocupan de las almas de los demás, los que administran los Sacramentos, sacerdotes, religiosos, laicos comprometidos.
Vivimos tiempos en los que las vocaciones de todo tipo escasean, la sociedad es reacia a las cosas de Dios y anda perdida en muchos aspectos, por eso hacen falta buenos obreros que cuiden de la mies y ahora más que nunca es el tiempo de pedir al Dueño que nos los envíe. Una vez más debemos ponernos en manos de Dios, confiar a Él nuestras preocupaciones (y la falta de vocaciones es una de las grandes) y pedirle con Fe que regale a su Iglesia hombres y mujeres de corazón generoso y espíritu de servicio.
Tenemos que confiar en el Señor, pedirle CON CONFIANZA, en la seguridad de que nuestra oración será escuchada. Deberíamos hacer el propósito diario de pedir por las vocaciones para que, al igual que Cristo envió a sus discípulos a anunciar el Reino, Dios Padre siga enviando trabajadores a sus campos: buenos sacerdotes, buenas monjas, laicos con ganas de servir, hombres y mujeres de toda condición que sepan escuchar la llamada de Dios y acudan a los campos de mies. El trabajo es mucho y toda ayuda poca, pongamos nuestro grano de arena a través de nuestra oración. Y siempre confiando en el Señor.
martes, 1 de octubre de 2024
Los cinco minutos del Espíritu Santo
Hoy recordamos a Santa Teresita de Lisieux. En ella podemos reconocer la generosa ternura que puede infundir el Espíritu Santo en nuestras vidas. |
Evangelio Cotidiano / Semana 26ª del tiempo Ordinario
Evangelio según san Lucas 9, 51-56
Cuando se completaron los días en que iba a ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros delante de Él. Puestos en camino, entraron en una aldea de samaritanos para hacer los preparativos. Pero no lo recibieron, porque su aspecto era el de uno que caminaba hacia Jerusalén. Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le dijeron: “Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo que acabe con ellos?”. Él se volvió y los regañó. Y se encaminaron hacia otra aldea.
Palabra del Señor.
Obediente al padre y por amor a los hombres
“Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén”. Con esta decisión, comienza la etapa final, la etapa más importante de su vida. Por esta decisión de Jesús, Jerusalén se va a convertir en el centro geográfico de toda la historia de la salvación. En Jerusalén Jesús nos dará la mayor prueba de su amor al morir en la cruz y asumir así lo más doloroso de nuestras existencias.
Desde Jerusalén Jesús entrará, por la resurrección, en una vida nueva, vida que Él inaugurará no sólo para Sí mismo sino también para todos nosotros. En Jerusalén nacerá igualmente la Iglesia, la comunidad de los discípulos de Jesús, unida por el Espíritu Santo que Jesús les va a enviar.
Jesús inicia, pues, el viaje definitivo de su vida: desde Galilea a Jerusalén y al Padre. No hará este viaje solo: lo hará acompañado de sus discípulos. Pidamos al Señor que nosotros también le acompañemos realmente en este viaje suyo compartiendo con Él las mismas esperanzas y las mismas penas.
Sábado Mariano: Oración a Nuestra Señora del Rosario
escrito por Editor Mdc Oración a Nuestra Señora del Rosario Oremos: Ayúdanos a crecer en el amor a tu divino Hijo, presente en la Eucaristía...