Jesús, hablando a sus discípulos acerca de su venida, les hizo esta comparación: Miren lo que sucede con la higuera o con cualquier otro árbol, Cuando comienza a echar brotes, ustedes se dan cuenta de que se acerca el verano, Así también, cuando vean que suceden todas estas cosas, sepan que el Reino de Dios está cerca. Les aseguro que no pasará esta generación hasta que se cumpla todo esto., El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasaran. Palabra del Señor. ¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida? A. Fijaos en la higuera... fíjate en la vida, en tu vida, en la vida de las personas cercanas... fíjate en tu grupo de fe, en tu parroquia, en la iglesia... fíjate en tu familia, en tu pueblo o ciudad, en el mundo. Jesús era un gran observador. Ver, mirar, fijarse, contemplar... ¡qué fácil es y qué poco lo hacemos! ¿nos enteramos de las cosas que suceden en nuestro mundo y en nosotros mismos? Podemos pedir...