Decálogo para la segunda semana de Adviento

 




 

1. CONVIÉRTETE de la desesperanza.

Es más fácil vivir desde la esperanza

que en el puro y duro derrotismo.

 

2. CONVIÉRTETE del inmovilismo.

El Señor nos quiere activos, en pie. Cuando venga

¿Nos encontrará paralizados o en movimiento?

 

3. CONVIÉRTETE de la confusión.

Vuelve los ojos un poco a Jesús que viene.

No confundas “diosecillos” por la vida

que te trae Dios en Belén.

 

4. CONVIÉRTETE del vacío.

No por tener más, vas a ser más feliz.

Llena tu persona, tu familia o tu entorno

con la fe en Dios.

 

5. CONVIÉRTETE de las palabras huecas.

Da la cara por Jesucristo. Habla sin temor de Él.

 

6. CONVIÉRTETE de los caminos equivocados.

A veces perdemos demasiadas energías con nuestras

actitudes y obras. ¿No es mejor ofrecer a Dios caminos

de verdad y de sinceridad?

 

7. CONVIÉRTETE de la tristeza.

El Señor quiere seguidores alegres. La tristeza

no es el mejor chaleco para un cristiano.

 

8. CONVIÉRTETE del cerrazón.

Como María haz algo por Dios. Dile “aquí estoy, Señor”.

 

9. CONVIÉRTETE de tu comodidad.

La Iglesia, la Navidad, el Nacimiento de Cristo, necesita

de pregoneros que anuncien el amor de Dios.

 

10. CONVIÉRTETE de la autosatisfacción.

Un cristiano siempre tiene que hacerse una pregunta:

¿En qué debo mejorar? ¿Puedo hacer todavía

algo más por Dios?

 

P. Javier Leoz

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