SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

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  Evangelio según san Lucas 15, 3-7

En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos y a los escribas esta parábola: “¿Quién de ustedes que tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos, y les dice: ‘¡Alégrense conmigo!, he encontrado la oveja que se me había perdido’. Les digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse”.

Palabra del Señor.


“Alégrense conmigo”


Esta parábola ,nos revela el corazón de Dios: un amor personal, paciente y compasivo, que no se conforma con “casi todos”, sino que busca a cada uno, especialmente a los que se han alejado.

La lógica de Jesús no es la de la eficiencia, sino la del amor. Dejar noventa y nueve por una parece irracional… pero para Dios, cada persona tiene un valor único e irrepetible.

Este pasaje nos invita a reconocer dos cosas:

  1. Todos, en algún momento, somos la oveja perdida. Nos alejamos, nos distraemos, caemos, nos escondemos… Y Dios no nos olvida ni se rinde. Nos busca con ternura, nos encuentra, y en vez de reprocharnos, nos carga sobre sus hombros con alegría.

  2. También nos llama a imitar ese amor: ¿Buscamos a los que se alejan, con misericordia y sin juzgar? ¿Nos alegramos cuando alguien vuelve, o criticamos? En vez de señalar al que cae, Jesús lo abraza y celebra su regreso.

🐑 Para meditar:

  • ¿Me siento hoy como parte del rebaño o como la oveja perdida?

  • ¿He dejado que Dios me encuentre y me abrace?

  • ¿Busco y acompaño con misericordia a quienes están alejados?

🕊️ Oración breve:

Buen Pastor,
gracias por buscarme cuando me pierdo.
Gracias por no rendirte conmigo, por cargarme sobre tus hombros.
Ayúdame a vivir con un corazón como el tuyo, que no juzga, sino que abraza.
Y que también yo sepa ir al encuentro del hermano que necesita volver.
Amén.

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