Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 7, 6. 12-14

Jesús dijo a sus discípulos:
No den las cosas sagradas a los perros, ni arrojen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen y después se vuelvan contra ustedes para destrozarlos.
Todo lo que deseen que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos: en esto consiste la Ley y los Profetas.
Entren por la puerta estrecha, porque es ancha la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que van por allí. Pero es angosta la puerta y estrecho el camino que lleva a la Vida, y son pocos los que lo encuentran.
 
Palabra del Señor.



¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?

No den las cosas sagradas a los perros ni arrojen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen y después se vuelvan contra ustedes para destrozarlos.

 ¡Qué duras son las palabras de Jesús! Son tan duras como verdaderas. A veces ofrecemos lo mejor de nosotros mismos, los tesoros de nuestra fe, las perlas de nuestra intimidad a personas que, con culpa o sin ella, no están  capacitadas para comprender, para acoger con respeto, para valorar el don que se les ofrece.


No nos quiere decir Jesús esas personas no merezcan nuestro amor. El amor debe ser generoso, pero no puede ser ciego, ha de ser inteligente. Un amor ciego no ayuda ni al amante ni al amado. 



¿Qué te dice Dios? ¿Qué le dices?

Todo lo que deseen que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos. Para actuar así hay que ponerse en la piel del otro, descubrir las necesidades profundas y tratar de responder a esas necesidades. No significa simplemente dar a cada uno lo que pide. A veces necesitamos ánimo, otras veces freno; en algunas ocasiones precisamos comprensión, en otras crítica; hay momentos en los que nos hace bien un pellizco y en otros un caricia...


Todo lo que deseen que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos.



¿Qué te dice Dios? ¿Qué le dices?

Entren por la puerta estrecha y avancen por el camino angosto. Entren porque conducen a la Vida.


¿Cómo son las puertas y el camino de tu vida? ¿A dónde conducen? ¿Qué le dices a Dios?

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