ROSARIO POR LA PAZ, LA VIDA Y LA FAMILIA - DE LUZ
MISTERIOS DE LUZ
DEL SANTO ROSARIO
A Cristo inocente, Dios lo hace expiación por nosotros (2 Co 5, 21). Pidamos por todos los que viven sumidos en la cultura de la muerte, para que encuentren la luz de la vida.
- Un padrenuestro 10 Avemarías y el Gloria.
El Padre Nuestro
V.
Padre Nuestro, que estás en el cielo, Santificado sea tu Nombre. Venga a
nosotros tu reino, hágase tu Voluntad, así en la tierra como en el
cielo.
R.
Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas como
también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en
tentación, y líbranos del mal. Amén.
El Ave María
V.
Dios te salve, María; llena eres de gracia: el Señor es contigo;
bendita tú eres entre todos las mujeres; y bendito es el fruto de tu
vientre, Jesús.
R. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
El Gloria
El Gloria
V. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R. Como era en un principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
V. ¡Oh Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas R. y socorre principalmente a las más necesitadas!
V. ¡Jesús, protege y salva la vida de los niños concebidos, R desde el primer instante de su concepción.
V. ¡Jesús, protege y salva la vida de los niños concebidos, R desde el primer instante de su concepción.
Recemos por los esposos, para que vivan la santidad del matrimonio apoyados en María, y encuentren
la alegría del vino bueno hasta el final de sus vidas.
- Un padrenuestro 10 Avemarías y el Gloria.la alegría del vino bueno hasta el final de sus vidas.
El Padre Nuestro
V.
Padre Nuestro, que estás en el cielo, Santificado sea tu Nombre. Venga a
nosotros tu reino, hágase tu Voluntad, así en la tierra como en el
cielo.
R.
Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas como
también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en
tentación, y líbranos del mal. Amén.
El Ave María
El Ave María
V.
Dios te salve, María; llena eres de gracia: el Señor es contigo;
bendita tú eres entre todos las mujeres; y bendito es el fruto de tu
vientre, Jesús.
R. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
El Gloria
El Gloria
V. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R. Como era en un principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
V. ¡Oh Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas R. y socorre principalmente a las más necesitadas!
V. ¡Jesús, protege y salva la vida de los niños concebidos, R desde el primer instante de su concepción.
V. ¡Jesús, protege y salva la vida de los niños concebidos, R desde el primer instante de su concepción.
Oremos por todos los hombres y mujeres heridos por los pecados cometidos contra la justicia, la familia y la vida, para que la luz del Sacramento de la Reconciliación traiga la paz a sus corazones.
- Un padrenuestro 10 Avemarías y el Gloria.
El Padre Nuestro
V.
Padre Nuestro, que estás en el cielo, Santificado sea tu Nombre. Venga a
nosotros tu reino, hágase tu Voluntad, así en la tierra como en el
cielo.
R.
Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas como
también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en
tentación, y líbranos del mal. Amén.
El Ave María
El Ave María
V.
Dios te salve, María; llena eres de gracia: el Señor es contigo;
bendita tú eres entre todos las mujeres; y bendito es el fruto de tu
vientre, Jesús.
R. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
El Gloria
El Gloria
V. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R. Como era en un principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
V. ¡Oh Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas R. y socorre principalmente a las más necesitadas!
V. ¡Jesús, protege y salva la vida de los niños concebidos, R desde el primer instante de su concepción.
V. ¡Jesús, protege y salva la vida de los niños concebidos, R desde el primer instante de su concepción.
LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR
Roguemos para que la luz de la esperanza en el cielo ilumine nuestra vida, para poder vivir con alegría la cruz de cada día.
Roguemos para que la luz de la esperanza en el cielo ilumine nuestra vida, para poder vivir con alegría la cruz de cada día.
- Un padrenuestro 10 Avemarías y el Gloria.
El Padre Nuestro
V.
Padre Nuestro, que estás en el cielo, Santificado sea tu Nombre. Venga a
nosotros tu reino, hágase tu Voluntad, así en la tierra como en el
cielo.
R.
Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas como
también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en
tentación, y líbranos del mal. Amén.
El Ave María
El Ave María
V.
Dios te salve, María; llena eres de gracia: el Señor es contigo;
bendita tú eres entre todos las mujeres; y bendito es el fruto de tu
vientre, Jesús.
R. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
El Gloria
El Gloria
V. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R. Como era en un principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
V. ¡Oh Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas R. y socorre principalmente a las más necesitadas!
V. ¡Jesús, protege y salva la vida de los niños concebidos, R desde el primer instante de su concepción.
V. ¡Jesús, protege y salva la vida de los niños concebidos, R desde el primer instante de su concepción.
LA INSTITUCIÓN DE LA EUCARISTIA
Tú eres Señor el Pan de Vida. Danos siempre de este pan para que el mundo tenga Vida en abundancia.
- Un padrenuestro 10 Avemarías y el Gloria.
El Padre Nuestro
V.
Padre Nuestro, que estás en el cielo, Santificado sea tu Nombre. Venga a
nosotros tu reino, hágase tu Voluntad, así en la tierra como en el
cielo.
R.
Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas como
también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en
tentación, y líbranos del mal. Amén.
El Ave María
El Ave María
V.
Dios te salve, María; llena eres de gracia: el Señor es contigo;
bendita tú eres entre todos las mujeres; y bendito es el fruto de tu
vientre, Jesús.
R. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
El Gloria
El Gloria
V. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R. Como era en un principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
V. ¡Oh Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas R. y socorre principalmente a las más necesitadas!
V. ¡Jesús, protege y salva la vida de los niños concebidos, R desde el primer instante de su concepción.
V. ¡Jesús, protege y salva la vida de los niños concebidos, R desde el primer instante de su concepción.
ORACIÓN POR EL SANTO PADRE
Oremos, por las intenciones del Santo Padre el Papa N..., las de la Santa Madre Iglesia Católica y del Estado.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Dios te salve,
Reina y Madre de misericordia. Vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios
te salve a tí clamamos los desterrados hijos de Eva. A tí suspiramos,
gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada
nuestra; vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos. Y después de
este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh
clemente!, ¡Oh piadosa!, ¡Oh dulce, siempre Virgen María!
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Oración por la Vida de Juan Pablo II
Oh, María,
aurora del mundo nuevo,
Madre de los vivientes, a Ti confiamos la causa de la vida: mira Madre el número inmenso de niños a quienes se impide nacer, de pobres a quienes se hace difícil vivir, de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana, de ancianos y enfermos muertos a causa de la indiferencia o de una presunta piedad. Haz que quienes creen en tu hijo sepan anunciar con firmeza y amor a los hombres de nuestro tiempo el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo, la alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia, para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad, la civilización de la verdad y del amor, para alabanza y gloria de Dios Creador y amante de la vida. Amén
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