Lecturas de hoy / viernes de la cuarta semana de Cuaresma
Lectura del libro de la Sabiduría
2, 1a. 12-22
Los impíos dicen entre sí, razonando equivocadamente:
«Tendamos trampas al justo, porque nos molesta
y se opone a nuestra manera de obrar;
nos echa en cara las transgresiones a la Ley
y nos reprocha las faltas contra la enseñanza recibida.
Él se gloría de poseer el conocimiento de Dios
y se llama a sí mismo hijo del Señor.
Es un vivo reproche contra nuestra manera de pensar
y su sola presencia nos resulta insoportable,
porque lleva una vida distinta de los demás
y va por caminos muy diferentes.
Nos considera como algo viciado
y se aparta de nuestros caminos como de las inmundicias.
Él proclama dichosa la suerte final de los justos
y se jacta de tener por padre a Dios.
Veamos si sus palabras son verdaderas
y comprobemos lo que le pasará al final.
Porque si el justo es hijo de Dios, Él lo protegerá
y lo librará de las manos de sus enemigos.
Pongámoslo a prueba con ultrajes y tormentos,
para conocer su temple y probar su paciencia.
Condenémoslo a una muerte infame,
ya que él asegura que Dios lo visitará».
Así razonan ellos, pero se equivocan,
porque su malicia los ha enceguecido.
No conocen los secretos de Dios,
no esperan retribución por la santidad,
ni valoran la recompensa de las almas puras.
Palabra de Dios.
Los "impíos" de los que se habla son los hebreos apóstatas, que, aliados con los paganos, persiguen a sus hermanos fieles al Dios de la alianza. Con su conducta estos "justos" constituyen una presencia insoportable. Cuatro imperativos muestran un creciente rencor oculto que se convierte en odio abierto: del tender acechanzas se pasa al insulto, para llegar finalmente al proyecto de condena a muerte, en un desafío blasfemo contra Dios. El "resto" de Israel vive su pasión profetizando la del Mesías. Es él quien, habiendo puesto su confianza en el Padre, surge del abismo en la luz de pascua como primogénito de los muertos. La esperanza del A. T. adquiere una dimensión, que supera cualquier "profecía": por los méritos de uno solo, todos son constituidos "justos", si se abre el corazón para recibir el don de su gracia.
SALMO RESPONSORIAL 33, 17-21. 23
R. El Señor está cerca del que sufre.
El Señor rechaza a los que hacen el mal
para borrar su recuerdo de la tierra.
Cuando ellos claman, el Señor los escucha
y los libra de todas sus angustias. R.
El Señor está cerca del que sufre
y salva a los que están abatidos.
El justo padece muchos males,
pero el Señor lo libra de ellos. R.
Él cuida todos sus huesos,
no se quebrará ni uno solo.
Pero el Señor rescata a sus servidores,
y los que se refugian en Él no serán castigados. R.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo
según san Juan
7, 1-2. 10. 14. 25-30
Jesús recorría la Galilea; no quería transitar por Judea porque los judíos intentaban matarlo.
Se acercaba la fiesta judía de las Chozas. Cuando sus hermanos subieron para la fiesta, también Él subió, pero en secreto, sin hacerse ver. Promediaba ya la celebración de la fiesta, cuando Jesús subió al Templo y comenzó a enseñar.
Algunos de Jerusalén decían: «¿No es éste Aquél a quien querían matar? ¡Y miren como habla abiertamente y nadie le dice nada! ¿Habrán reconocido las autoridades que es verdaderamente el Mesías? Pero nosotros sabemos de dónde es éste; en cambio, cuando venga el Mesías, nadie sabrá de dónde es».
¡Entonces Jesús, que enseñaba en el Templo, exclamó:
«¿Así que ustedes me conocen
y saben de dónde soy?
Sin embargo, Yo no vine por mi propia cuenta;
pero el que me envió dice la verdad,
y ustedes no lo conocen.
Yo sí lo conozco,
porque vengo de Él
y es Él el que me envió».
Entonces quisieron detenerlo, pero nadie puso las manos sobre Él, porque todavía no había llegado su hora.
Palabra del Señor.
¿No es éste Aquél a quien querían
matar?
... Juan deja claro el contraste, creían conocer la procedencia de Jesús, pero no tenían ni idea de quién era realmente ni de quien era enviado, por eso él afirma “yo lo conozco porque procedo de él, y él me ha enviado”. Esto era una blasfemia para los judíos e intentaron prenderlo, pero se les escabulló pues “no había llegado su hora”. Esta dificultad para entender realmente quién es Jesús de Nazaret, se ha mantenido, y gracias a la reflexión teológica durante muchos años, se ha ido elaborando una cristología que intenta comprender de forma fiel la figura del “Hijo del Hombre” y que ha ido evolucionando con el paso de los años y las investigaciones a las que se han entregado grandes teólogos de todos los tiempos En este mundo ingrato ¿somos capaces de mantenernos fieles a aquel que nos salva, o sucumbimos ante la primera dificultad y nos dejamos llevar? ¿Somos de los que cuestionamos todo, incluso la misión de Cristo? ¿Nos esforzamos en intentar comprender quien es realmente Jesús de Nazaret? | ||
|
....
Comentarios
Publicar un comentario