Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 11, 28-30
Jesús tomó la palabra y dijo:
Vengan a mí todos los que están afligidos y
agobiados, y Yo los aliviaré. Carguen sobre
ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy
paciente y humilde de corazón, y así encontrarán
alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga
liviana.
Palabra del Señor.
¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo
puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?
A. Cuando nos sentimos cansamos y
agobiados, en la oración no hace falta palabras. Dios nuestro Padre sabe de
sobra cómo estamos. Nos acercamos a Él, permanecemos en silencio. Y él es
para nosotros descanso y paz.
B. También nosotros los cristianos,
seguidores de Jesús estamos llamados a ser descanso y paz para los que se están
cansados y agobiados. ¿para qué personas en concreto
debo ser descanso y paz? ¿cómo lo voy a hacer? Lo
pensamos y pedimos a Dios luz y fuerza para responder a esta llamada.
C. Siempre habríamos creído que ser
cristiano es una tarea dura y exigente. Y de alguna manera es
verdad. Pero también es cierto que el yugo de Jesús es llevadero y su carga
ligera. Cualquier otro camino, a corto o a largo plazo, nos resulta más pesado,
menos fecundo, más inútil.
"Libérame
Señor de los yugos que me esclavizan"
"Gracias
Señor, por llevar mi yugo conmigo"
"A veces no
quiero tomar la cruz. Perdóname"
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