Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos 2, 18-22
Un día en que los discípulos de Juan y los fariseos ayunaban, fueron a
decirle a Jesús: «¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacen los
discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos?»
Jesús les respondió: «¿Acaso los amigos del esposo pueden ayunar cuando
el esposo está con ellos? Es natural que no ayunen, mientras tienen
consigo al esposo. Llegará el momento en que el esposo les será quitado,
y entonces ayunarán.
Nadie usa un pedazo de género nuevo para remendar un vestido viejo,
porque el pedazo añadido tira del vestido viejo y la rotura se hace más
grande. Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque hará reventar
los odres, y ya no servirán más ni el vino ni los odres. ¡A vino nuevo,
odres nuevos!»
Palabra del Señor.
¿Qué me quieres decir,
Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?
Los discípulos de Jesús no ayunaban como los de Juan y los de los fariseos.
¡Cuánto cuesta abrirse a la novedad! Somos "animales de costumbres",
en una sociedad que cambia mucho por fuera y poco por dentro. Dios nos
invita a vivir la novedad de cada día, de cada momento, de cada persona, de
cada experiencia...
"Señor, no nos dejes ser esclavos de
la rutina"
"Ayúdanos a descubrir tu presencia
en la vida de cada día"
Jesús es el vino nuevo de Dios. Y necesita odres nuevos, corazones
nuevos, vidas nuevas. Es un vino que transforma la cabeza, el corazón, la mirada,
la voluntad, el comportamiento... ¿Quiero dejarme cambiar por Jesús? ¿tengo confianza en él? ¿o
prefiero seguir con la rutina, los agobios y la insatisfacción de cada día?
"Yo quiero ser, Señor, como el barro
en manos del alfarero"
"Toma mi vida, haz de nuevo"
"Perdona y cura mi falta de
confianza en ti"
"Señor, ¿qué caminos nuevos abres
para mi?
El vino nuevo de Jesús necesita también un mundo nuevo, trae un
mundo nuevo, nos da fuerza para trabajar por un mundo nuevo.
Deja por un momento tu mente calculadora e imagina.
Imagina como sería un mundo nuevo en Honduras, en Mozambique, en Asia...
en tu país, en tu pueblo o ciudad, en tu familia...
Dios quiere un mundo nuevo y para Él nada hay imposible.
"Señor, enséñanos a llevar el vino nuevo
de la justicia y del amor a nuestro mundo"
"Perdona y cura nuestra falta de
compromiso"
"Gracias por las personas que se dejan
transformar por ti y contigo transforman un trocito de mundo"
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