Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 10, 11-18
Jesús dijo a los fariseos:
Yo soy el buen Pastor.
El buen Pastor da su vida por las ovejas.
El asalariado, en cambio, que no es el pastor
y al que no pertenecen las ovejas,
cuando ve venir al lobo
las abandona y huye,
y el lobo las arrebata y las dispersa.
Como es asalariado,
no se preocupa por las ovejas.
Yo soy el buen Pastor:
conozco a mis ovejas,
y mis ovejas me conocen a mí
-como el Padre me conoce a mí
y Yo conozco al Padre-
y doy mi vida por las ovejas.
Tengo, además, otras ovejas
que no son de este corral
y a las que debo también conducir:
ellas oirán mi voz,
y así habrá un solo rebaño
y un solo Pastor.
El Padre me ama
porque Yo doy mi vida
para recobrarla.
Nadie me la quita,
sino que la doy por mí mismo.
Tengo el poder de darla
y de recobrarla:
éste es el mandato que recibí de mi Padre.
Palabra del Señor.
¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo
puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?
Jesús, Buen Pastor, es el espejo en que tendríamos que mirarnos todos
los que de alguna manera somos «pastores», o sea, tenemos encargos de
autoridad o de ministerio con relación a otros: en la Iglesia, en la
parroquia, en la comunidad religiosa, en la familia, en cualquier
agrupación cristiana o humana.
Es bueno que hoy hagamos examen de conciencia, pensando ante todo si en
verdad somos nosotros mismos ovejas de Cristo: si le conocemos,
obedecemos su voz y le seguimos. Pero también, en cuanto estamos
revestidos de mayor o menor autoridad para con los demás, mirando a las
cualidades que Jesús describe y cumple: ¿somos buenos pastores? ¿nos
preocupamos de los demás? ¿buscamos su interés, o el nuestro? ¿nos
sacrificamos por aquellos de los que somos encargados, hasta dar la vida
por ellos? ¿les dedicamos gratuitamente nuestro tiempo? En medio de un
mundo en que las personas viven aisladas, encerradas en sí mismas, ¿nos
conocemos mutuamente? ¿conocemos a las personas que encontramos, que
viven con nosotros, en la familia o en el grupo? ¿o vivimos en la
incomunicación y el aislamiento, ignorando o permaneciendo indiferentes
ante la persona de los demás?
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