Lectura del santo evangelio según san Juan (16,16-20):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Dentro de poco ya no me veréis, pero poco más tarde me volveréis a ver.»
Comentaron entonces algunos discípulos: «¿Qué significa eso de "dentro de poco ya no me veréis, pero poco más tarde me volveréis a ver", y eso de "me voy con el Padre"?»
Y se preguntaban: «¿Qué significa ese "poco"? No entendemos lo que dice.»
Comprendió Jesús que querían preguntarle y les dijo: «¿Estáis discutiendo de eso que os he dicho: "Dentro de poco ya no me veréis, pero poco más tarde me volveréis a ver"? Pues sí, os aseguro que lloraréis y os lamentaréis vosotros, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.»
Palabra del Señor
¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo
puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?
Podemos
rezar este Evangelio junto con el salmo 73:
Parece
que salen ganando los egoístas, violentos, mentirosos...
El
mundo estará alegré.
No hay congojas para los pecadores,
sano y
rollizo está su cuerpo,
no
comparten la pena de los hombres,
con los
humanos no son atribulados.
El orgullo es su collar,
la
violencia es el vestido que los cubre,
la malicia
les cunde de la grasa,
de
artimañas su corazón desborda.
Se sonríen, pregonan la maldad,
hablan
altivamente de violencia.
Dicen: ¿cómo va a saber Dios?
y, siempre
tranquilos, aumentan su riqueza.
Parece
que no tiene sentido seguir a Jesús, esforzarse por ser bueno.
Vosotros
estaréis tristes.
Así que en vano guardé el corazón
puro,
y lavando
mis manos en la inocencia,
cuando era
golpeado todo el día
y cada
mañana sufría mi castigo.
Sin
embargo, al final se descubre la verdad: el amor vence y los que aman son
felices, su vida tiene sentido; mientras que los que se dejan llevar por el
espíritu de este mundo son infelices, su vida no tiene sentido.
Vuestra
tristeza se convertirá en alegría.
Que pronto quedan los pecadores
hechos un horror,
cómo
desaparecen sumidos en vapores.
Si, cuando mi corazón dudaba
cuando
torturaba mi conciencia
estúpido de
mi, no comprendía
era como
una bestia ante ti.
Pero a mí, que estoy siempre contigo
de la mano
derecha me has tomado;
me guiarás
con tu consejo
y tras la
gloria me llevarás.
¿Qué te dice Dios? ¿Qué le
dices?
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