Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 10, 17-22
Dijo Jesús a sus discípulos:
Cuídense de los hombres, porque los entregarán a los tribunales y los
azotarán en sus sinagogas. A causa de mí, serán llevados ante
gobernadores y reyes, para dar testimonio delante de ellos y de los
paganos.
Cuando los entreguen, no se preocupen de cómo van a hablar o qué van a
decir: lo que deban decir se les dará a conocer en ese momento, porque
no serán ustedes los que hablarán, sino que el Espíritu de su Padre
hablará en ustedes.
El hermano entregará a su hermano para que sea condenado a muerte, y el
padre a su hijo; los hijos se rebelarán contra sus padres y los harán
morir. Ustedes serán odiados por todos a causa de mi Nombre, pero aquél
que persevere hasta el fin se salvará.
Palabra del Señor.
¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer
realidad este evangelio en mi vida? Pueden ayudar estas ideas:
A. Cuando todavía estamos saboreando la ternura del niño
Dios, celebramos la fiesta del primer mártir: San Esteban. Por eso,
el evangelio nos habla de persecuciones, odios y sufrimientos. Parece
que no tiene ninguna relación, pero, desgraciadamente, la ternura no sólo causa
alegría, también provoca el odio de los violentos.
"Gracias por las personas que manifiestan
tu bondad hasta las últimas consecuencias"
"Ayúdanos a manifestar ternura,
cuando seamos perseguidos"
B. Nos duele ser incomprendidos por cualquier persona. Sin
embargo, nos hiere de una forma especial el rechazo de los más cercanos: de los
padres, de los hijos, de los amigos más cercanos, de los que tienen la misma fe
o las mismas ideas...
"Dame Señor fuerza para comprender y
perdonar siempre"
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