Evangelio diario / Sábado 26 de Julio
Evangelio según san Mateo 13, 16-17
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Dichosos ustedes, porque sus ojos ven y sus oídos oyen. Yo les aseguro que muchos profetas y muchos justos desearon ver lo que ustedes ven y no lo vieron y oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron”.
Palabra del Señor.
¡Dichosos Nuestros Ojos y Oídos!
Este pasaje es una invitación a la gratitud y a la conciencia de nuestra bendición:
Valora tu fe: No des por sentado el regalo de poder conocer a Jesús y su Evangelio. Muchas personas a lo largo de la historia y en el mundo actual anhelan lo que nosotros tenemos. ¿Estamos viviendo nuestra fe con la profundidad que merece?
Abre tus ojos y oídos espirituales: Jesús nos dice que somos dichosos porque vemos y oímos. Esto implica una actitud activa. No se trata solo de tener la posibilidad de ver y oír, sino de ejercitar esa capacidad. ¿Estamos realmente prestando atención a la Palabra de Dios en nuestra vida diaria? ¿Buscamos a Jesús en los signos de los tiempos y en el prójimo?
Vive el privilegio: Ser consciente de este don nos debe impulsar a vivir de una manera coherente con lo que hemos recibido. La fe no es solo conocimiento, sino una forma de vida. Nuestra respuesta a este privilegio es vivir con un corazón agradecido, buscando amar y servir como Él nos enseñó.
Comparte la Buena Noticia: Si somos tan dichosos, ¿Cómo no vamos a compartir esta buena noticia con otros? La alegría de ver y oír a Jesús es una alegría que debe desbordar.
En resumen, los versículos 16 y 17 de Mateo 13 nos recuerdan que somos parte de una generación bendecida que tiene el privilegio de conocer a Jesús de una manera íntima y directa. Es un llamado a la gratitud, a la escucha atenta y a vivir nuestra fe plenamente, compartiendo la alegría de este inmenso don.
¿Qué significa para ti, en este momento de tu vida, ser uno de esos "dichosos" que ven y oyen a Jesús?
Comentarios
Publicar un comentario