Evangelio diario

 




 Evangelio según san Mateo 8, 28-34

En aquel tiempo, llegó Jesús a la otra orilla, a la región de los gadarenos. Desde los sepulcros dos endemoniados salieron a su encuentro; eran tan furiosos que nadie se atrevía a transitar por aquel camino. Y le dijeron a gritos: “¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí a atormentarnos antes de tiempo?”.

A cierta distancia, una gran piara de cerdos estaba hozando. Los demonios le rogaron: “Si nos echas, mándanos a la piara”. Jesús les dijo: “Vayan”. Salieron y se metieron en los cerdos. Y la piara entera se abalanzó acantilado abajo al mar y murieron en las aguas. Los porquerizos huyeron al pueblo y lo contaron todo, incluyendo lo de los endemoniados. Entonces el pueblo entero salió a donde estaba Jesús y, al verlo, le rogaron que se marchara de su país.

Palabra del Señor.


“ ¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Hijo de Dios? 

Jesús llega a la región de los gadarenos y dos endemoniados salen a su encuentro. Eran tan violentos que nadie podía pasar por ese camino.
Al ver a Jesús, los demonios gritan:
💬 “¿Qué tienes que ver con nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido a atormentarnos antes de tiempo?”
Le piden que, si los expulsa, los mande a una piara de cerdos. Jesús accede, los demonios salen y los cerdos se precipitan al lago.

Los pastores huyen y cuentan lo sucedido. La gente del pueblo va donde está Jesús, y le ruega que se aleje de su región.


🙏 Reflexión

Este Evangelio revela el poder liberador de Jesús, pero también la dureza del corazón humano cuando se siente amenazado en sus intereses.

🔥 1. Jesús se acerca al margen

La región de los gadarenos era considerada pagana. Jesús va más allá de las fronteras religiosas y sociales, buscando liberar incluso donde nadie más se atreve a entrar.
Es un Dios que no teme la oscuridad, que se acerca a quienes están dominados por el mal, el miedo o el abandono.

👿 2. El mal reconoce a Jesús

Los demonios reconocen a Jesús como el Hijo de Dios, incluso antes que muchos humanos. Saben que su presencia trae libertad.
Esto nos interpela: ¿Lo reconozco yo como Señor de mi vida? ¿Confío en que puede liberarme de lo que me ata o me destruye?

💔 3. La reacción del pueblo: miedo o rechazo

En lugar de alegrarse por la liberación de los poseídos, la gente le ruega a Jesús que se vaya. Prefieren conservar sus bienes (los cerdos) antes que recibir al Salvador.
Esto muestra que a veces rechazamos a Dios cuando incomoda nuestras seguridades, cuando toca nuestro bolsillo, nuestras costumbres o nuestra comodidad.


📌 Preguntas para meditar:

  • ¿Hay áreas de mi vida donde no dejo entrar a Jesús?

  • ¿Qué me ata y necesito que Él libere?

  • ¿Prefiero mi comodidad a la transformación que Dios quiere hacer en mí?


🕊️ Oración breve:

Jesús,
Tú vienes a liberarnos,
a sanarnos incluso en nuestras zonas más oscuras.
No quiero que te vayas de mi vida,
aunque tu presencia me cuestione.
Entrá, Señor, y expulsá todo lo que no es tuyo.
Amén.

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