Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 13, 1-9
Jesús salió de la casa y se sentó a orillas del
mar. Una gran multitud se reunió junto a Él, de
manera que debió subir a una barca y sentarse en
ella, mientras la multitud permanecía en la costa.
Entonces Él les habló extensamente por medio de
parábolas.
Les decía: «El sembrador salió a sembrar. Al
esparcir las semillas, algunas cayeron al borde
del camino y los pájaros las comieron. Otras
cayeron en terreno pedregoso, donde no había mucha
tierra, y brotaron en seguida, porque la tierra
era poco profunda; pero cuando salió el sol, se
quemaron y, por falta de raíz, se secaron. Otras
cayeron entre espinas, y éstas, al crecer, las
ahogaron. Otras cayeron en tierra buena y dieron
fruto: unas cien, otras sesenta, otras treinta.
¡EI que tenga oídos, que oiga!»
Palabra del Señor.
"Jesús nos dirá que la voluntad del
Padre es que creamos en Aquel que el Padre nos ha
enviado. En Jesús tenemos un fuerte llamado a la
conversión, pues el Reino de Dios está cerca. En
Jesús tenemos el perdón de los pecados, nuestra
reconciliación con Dios, y la comunicación de la
misma Vida que Él recibe del Padre; así el Reino
de Dios está dentro de cada uno de nosotros. Quien
ha recibido la vida de Dios y la ha asimilado, o,
tal vez mejor: quien se ha dejado asimilar por
Dios y se ha dejado hacer uno con Él por su
comunión de vida con Cristo, debe producir
abundantes frutos de salvación que manifiesten la
presencia del Espíritu de Dios en esa persona. El
Señor nos dirá: de la abundancia del corazón habla
la boca. Del interior del hombre nacen las obras
buenas, el amor fraterno hecho servicio, hecho
misericordia y cercanía para todas las personas;
del corazón nacen los buenos deseos, las buenas
inclinaciones, la mirada limpia. Hay muchos frutos
que manifiestan que la presencia del Señor en
nosotros no cayó al borde del camino, ni en
terreno pedregoso, ni entre espinos, sino en un
terreno bueno y fecundo; ese corazón manifiesta
que quien lo posee es, en verdad, un hombre de
buena voluntad, dócil al Señor, capaz de dejarse
guiar por el Espíritu de Dios."
Comentarios
Publicar un comentario