sábado, 6 de julio de 2013

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 9, 14-17


Se acercaron los discípulos de Juan Bautista y le dijeron: «¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacemos nosotros y los fariseos?»
Jesús les respondió: «¿Acaso los amigos del esposo pueden estar tristes mientras el esposo está con ellos? Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán.
Nadie usa un pedazo de género nuevo para remendar un vestido viejo, porque el pedazo añadido tira del vestido y la rotura se hace más grande.
Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque los odres revientan, el vino se derrama y los odres se pierden. ¡No, el vino nuevo se pone en odres nuevos, y así ambos se conservan!»
 
Palabra del Señor.



¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?



Los discípulos de Jesús no ayunaban como los de Juan y los de los fariseos. ¡Cuánto cuesta abrirse a la novedad! Somos "animales de costumbres", en una sociedad que cambia mucho por fuera y poco por dentro. Dios nos invita a vivir la novedad de cada día, de cada momento, de cada persona, de cada experiencia...

     "Señor, no nos dejes ser esclavos de la rutina"

     "Ayúdanos a descubrir tu presencia en la vida de cada día"



Jesús es el vino nuevo de Dios. Y necesita odres nuevos, corazones nuevos, vidas nuevas. Es un vino que transforma la cabeza, el corazón, la mirada, la voluntad, el comportamiento... ¿Quiero dejarme cambiar por Jesús? ¿tengo confianza en él? ¿o prefiero seguir con la rutina, los agobios y la insatisfacción de cada día?

     "Yo quiero ser, Señor, como el barro en manos del alfarero"

     "Toma mi vida, haz de nuevo"

     "Perdona y cura mi falta de confianza en ti" 

     "Señor, ¿qué caminos nuevos abres para mi?



El vino nuevo de Jesús necesita también un mundo nuevo, trae un mundo nuevo, nos da fuerza para trabajar por un mundo nuevo.

Deja por un momento tu mente calculadora e imagina. Imagina como sería un mundo nuevo en Honduras, en Mozambique, en Asia... en tu país, en tu pueblo o ciudad, en tu familia...

Dios quiere un mundo nuevo y para Él nada hay imposible.

    "Señor, enséñanos a llevar el vino nuevo de la justicia y del amor a nuestro mundo"

    "Perdona y cura nuestra falta de compromiso"
    "Gracias por las personas que se dejan transformar por ti y contigo transforman un trocito de mundo"


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