Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 10, 7-13
Jesús envió a sus doce apóstoles, diciéndoles: Por el camino, proclamen
que el Reino de los Cielos está cerca. Sanen a los enfermos, resuciten a
los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes
han recibido gratuitamente, den también gratuitamente. No lleven encima
oro ni plata, ni monedas, ni provisiones para el camino, ni dos túnicas,
ni calzado, ni bastón; porque el que trabaja merece su sustento.
Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, busquen a alguna persona
respetable y permanezcan en su casa hasta el momento de partir. Al
entrar en la casa, salúdenla invocando la paz sobre ella. Si esa casa lo
merece, que la paz descienda sobre ella; pero si es indigna, que esa paz
vuelva a ustedes.
Palabra del Señor.
¿Qué me quieres decir,
Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?
Este Evangelio nos ayuda a comprender la vida de San
Bernabé y nos muestra un estilo de vida que también nosotros hemos de vivir.
Nos fijamos en tres aspectos:
1. No lleven encima
oro ni plata, ni monedas. ¿Cómo
vamos a anunciar que nuestro tesoro es Dios y la fe, si estamos todo el día
preocupados por el dinero, por nuestras cosas?
“Señor, haznos pobres y austeros”
“En Ti confiamos. Tú eres nuestra
riqueza”
“Perdona y cura nuestro afán de
poseer”
2.Permanezcan en su casa hasta el momento de partir. El Evangelio no se anuncia en un día, ni en
dos, ni en un año. Hay que tener paciencia. Todos necesitamos tiempo para
comprender y acoger la Buena Noticia.
“Haznos, Señor, pacientes y
confiados”
“Perdona y cura nuestra impaciencia”
“Gracias Señor por las personas que
saben esperar”
3.
Es necesaria la paciencia ¡imprescindible! con todos aquellos que quieren
avanzar. Pero no podemos perder el tiempo con los que se cierran al mensaje del
Evangelio una y otra vez.
“Señor, haznos lúcidos para saber en
cada momento
lo que tenemos que hacer”
“Enséñanos a saber retirarnos sin rencor”
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