Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 5, 17-19
Jesús dijo a sus discípulos:
No piensen que vine para abolir la Ley o los
Profetas: Yo no he venido a abolir, sino a dar
cumplimiento. Les aseguro que no quedarán ni una coma de la Ley sin cumplirse, antes que
desaparezcan el cielo y la tierra.
El que no cumpla el más pequeño de estos
mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo
mismo, será considerado el menor en el Reino de
los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe,
será considerado grande en el Reino de los Cielos.
Palabra del Señor.
¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo
puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?
Jesús en ocasiones no cumple algunos
aspectos de la ley. Y es criticado por ello. Eso no significa que la ley sea
para él inútil. El Evangelio de hoy nos lo dice. Jesús no ha venido a tirar a
la basura la ley, sino a perfeccionarla.
Es curiosa la actitud de Jesús. A
veces se salta la ley, sobre todo cuando tiene que beneficiar a personas. Y en
otras ocasiones en mucho más exigente que la ley. Nos enseña así a valorar la
ley, las leyes. Ni hay que absolutizarlas, ni hay
que ridiculizarlas. El amor es la clave
para entender cualquier ley.
Otra cosa importante: cuando hacemos
alguna cosa mal, al principio nos duele, después nos acostumbramos, más tarde
lo justificamos, a continuación lo enseñamos así a los hombres y, si nos
descuidamos, criticamos a los que hacen lo correcto.
¿Qué te dice el Señor con este
Evangelio? ¿Qué le dices?
“Señor, ayúdanos a amar por encima de
cualquier ley”
“Danos tu Espíritu para ser fiel a tu
ley”
“Perdona nuestras
infidelidades y malos ejemplos”
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