martes, 3 de septiembre de 2024

Evangelio cotidiano / Semana 22ª del tiempo Ordinario

 




Evangelio según san Lucas 4, 31-37

En aquel tiempo, Jesús bajó a Cafarnaún, ciudad de Galilea, y los sábados les enseñaba. Se quedaban asombrados de su enseñanza, porque su palabra estaba llena de autoridad. Había en la sinagoga un hombre poseído por un espíritu de demonio inmundo y se puso a gritar con fuerte voz: “¡Basta! ¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios”. Pero Jesús le increpó diciendo: “¡Cállate y sal de él!”. Entonces el demonio, tirando al hombre por tierra en medio de la gente, salió sin hacerle daño. Quedaron todos asombrados y comentaban entre sí: “¿Qué clase de palabra es esta? Pues da órdenes con autoridad y poder a los espíritus inmundos, y salen”. Y su fama se difundía por todos los lugares de la comarca.

Palabra del Señor.



¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno?

Este pasaje destaca la autoridad y el poder de Jesús, no solo en su enseñanza sino también en su capacidad para liberar a las personas del mal. La reacción de la gente nos muestra cómo el poder de Dios se manifiesta en la vida cotidiana, sorprendiendo y transformando a quienes lo experimentan.

  1. La Autoridad de Jesús: Jesús no enseñaba como los demás; su palabra tenía poder porque venía directamente de Dios. Nos invita a reflexionar sobre cómo acogemos su enseñanza en nuestras vidas. ¿Le damos la misma autoridad a su palabra en nuestras decisiones y acciones diarias?

  2. El Poder Liberador de Jesús: Al expulsar al demonio, Jesús muestra su poder sobre el mal. Esto nos recuerda que no hay fuerza del mal que pueda resistirse a la autoridad de Cristo. En momentos de lucha espiritual o personal, podemos confiar en que Jesús tiene el poder para liberarnos.

  3. La Reacción de la Gente: La sorpresa de la multitud ante la autoridad de Jesús nos invita a preguntarnos si aún nos asombramos ante las obras de Dios en nuestras vidas. ¿Somos conscientes de su poder y presencia en nuestro día a día?

Este pasaje nos llama a confiar en la autoridad y el poder de Jesús, reconociendo que Él tiene la capacidad de transformar nuestras vidas y liberarnos de todo lo que nos esclaviza. Es un recordatorio de que en Él encontramos la verdadera libertad y la guía para vivir conforme a la voluntad de Dios.

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