La imaginación puede perturbarnos mucho en la oración porque nos lleva a todas partes y nos distrae. Pero no hay que luchar contra ella, porque es peor. Es mejor apartar dulcemente las imágenes interiores y dejarlas pasar, volviendo suavemente a la presencia del Señor. Pero también podemos pedirle al Espíritu Santo que sane y ordene nuestra imaginación para que nos ayude a orar. La imaginación es algo bueno y precioso si se la entregamos al Espíritu Santo. |
12 de octubre 162 Avellaneda * Días de Atención: Martes y Jueves de 15 a 17:30 hs.
miércoles, 18 de septiembre de 2024
Los cinco minutos del Espíritu Santo
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Mes de la Biblia
Padre, lléname de tu amor cada día, de modo que todo lo que yo haga sea impulsado por tu amor. Quiero servir a otros con alegría y quier...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario