martes, 24 de septiembre de 2013

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 8, 19-21


La madre y los hermanos de Jesús fueron a verlo, pero no pudieron acercarse a causa de la multitud. Entonces le anunciaron a Jesús: «Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren verte».
Pero Él les respondió: «Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la Palabra de Dios y la practican».
 
Palabra del Señor.


¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?

También yo estoy en ese grupo de personas que escuchaban a Jesús. Él me mira y me dice: ¿Quienes son mi madre y mis hermanos? Todo el que hace la voluntad de Dios.
Yo soy de la familia de Jesús, no soy ajeno a él. Para Jesús soy alguien entrañable, de la familia. Escucho con el corazón estas palabras de Jesús ¿qué siento? ¿qué le digo?

¿Quiénes son mi madre y mis hermanos? ¿Hasta donde llega nuestro amor? ¿se cierra en los muros de la familia, de los amigos, de los que son y piensan como yo?
    "Dame Señor una mirada y un corazón abiertos"
    "No permitas que me encierre en mi, en los míos"

No es suficiente con ser de la familia de sangre de Jesús, tampoco se trata sólo de pertenecer al grupo que lo acompaña. Se trata de cumplir la voluntad de Dios. Por eso, podemos decir que María es madre de Jesús por doble motivo: porque lo dio a luz y porque ninguna criatura cumplió la voluntad de Dios como ella.
    "María enséñanos a cumplir la voluntad de Dios"


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