Cuando imaginamos al Espíritu como viento, dejemos espacio a la fantasía. "El viento hincha las velas y empuja la barca; juega con las arenas del desierto derribando y remodelando dunas; encrespa y hace retumbar las olas del mar; transporta nubes y polen; ruge, silva, se calla... Dejémonos conducir o arrebatar por el Espíritu como por un viento" (Luis Alonso Schökel). A veces queremos estar demasiado cómodos, y por eso preferimos que el Espíritu Santo no se meta demasiado en nuestra vida; queremos que todo se quede como está y que no haya sobresaltos. Pero eso es elegir la muerte. Mejor dejemos que el Espíritu Santo nos lleve donde él quiera, y la vida tendrá mucho más sabor. Dejémonos llevar por el viento del Espíritu, y todo será mucho más interesante que resistirnos y defendernos. 📚 Autor: Mons. Víctor Manuel Fernández. ® Editorial Claretiana. |
Comisión Presidenta Diocesana Élida Aguilar de Zarazaga. Vicepresidente Nora Susana colombo de Quesada. Vicepresidente 2da María Cristina Fassari de Martinolli Tesorera Susana Grela de Salas Secretaria Nélida Ramos de Frati. Asesor espiritual Pbro.Juan Ramón Celeiro. Dirección de la sede Ameghino 954 4222- 0886
jueves, 7 de marzo de 2024
Los cinco minutos del Espíritu Santo
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