domingo, 17 de marzo de 2024

QUINTO DOMINGO DE CUARESMA

 




 PRIMERA LECTURA

Del libro de Jeremías 31, 31-34

Ya llegan días –oráculo del Señor– en que haré con la casa de Israel y la casa de Judá una alianza nueva. No será una alianza como la que hice con sus padres, cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto, pues quebrantaron mi alianza, aunque yo era su Señor –oráculo del Señor–. Esta será la alianza que haré con ellos después de aquellos días –oráculo del Señor–: Pondré mi ley en su interior y la escribiré en sus corazones; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Ya no tendrán que enseñarse unos a otros diciendo: “Conozcan al Señor”, pues todos me conocerán, desde el más pequeño al mayor –oráculo del Señor–, cuando perdone su culpa y no recuerde ya sus pecados.

Palabra de Dios.


Los judios siempre ha estado muy pendiente de las leyes de Dios. Pero, a veces, ha olvidado que estas son caminos hacia el amor. Por eso fue necesario que los profetas les interpretaran su sentido. Hoy, Jeremías se adelanta al Nuevo Testamento y nos habla de una “nueva alianza”. Y es que una alianza sin amor es un contrasentido. Y las leyes antiguas se habían vaciado de aquello que las sostenían: el amor. Sin amor, todas las leyes de Dios se deterioran, envejecen. Esta ley la pone Dios en el lugar de donde nunca debieron salir: el corazón. Las leyes de Dios, cumplidas sin amor, son un cumplimiento. Un cumplo y miento. Por eso Jesús fue tan crítico contra los judíos de su tiempo. Antes de cumplir cualquier norma debemos reflexionar “desde donde” las cumplimos. 


SALMO RESPONSORIAL
Salmos 50
R. Oh, Dios, crea en mí un corazón puro.

• Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa; lava del todo mi delito, limpia mi pecado. R/.


• Oh, Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme. No me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu. R/.

• Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso. Enseñaré a los malvados tus caminos, los pecadores volverán a ti. R/.

 

SEGUNDA LECTURA

De la Carta a los Hebreos 5, 7-9

Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, siendo escuchado por su piedad filial. Y, aun siendo Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la consumación, se convirtió, para todos los que lo obedecen, en autor de salvación eterna.

Palabra de Dios.

 

EVANGELIO

Del santo Evangelio según san Juan 12, 20-33

En aquel tiempo, entre los que habían venido a celebrar la fiesta había algunos griegos; estos, acercándose a Felipe, el de Betsaida de Galilea, le rogaban: “Señor, queremos ver a Jesús”. Felipe fue a decírselo a Andrés; y Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús. Jesús les contestó: “Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre. En verdad, en verdad les digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo, se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se guardará para la vida eterna.

El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo honrará. Ahora mi alma está agitada, y ¿qué diré? ¿Padre, líbrame de esta hora? Pero si por esto he venido, para esta hora: Padre, glorifica tu nombre”. Entonces vino una voz del cielo: “Lo he glorificado y volveré a glorificarlo”. La gente que estaba allí y lo oyó, decía que había sido un trueno; otros decían que le había hablado un ángel. Jesús tomó la palabra y dijo: “Esta voz no ha venido por mí, sino por ustedes. Ahora va a ser juzgado el mundo; ahora el príncipe de este mundo va a ser echado fuera. Y cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí”. Esto lo decía dando a entender la muerte de que iba a morir.

Palabra del Señor.




“Había unos griegos… le dijeron: queremos ver a Jesús”: Este episodio, quizás no es del todo real, es presentado por el evangelista Juan para señalar que la apertura a las gentes ha comenzado ya con Jesús mismo, y que la comunidad se abre a quien busca con corazón curioso, recibido por una comunidad que vive en su variedad de sensibilidades.  No se trata tanto de andar a convencer a los otros de cualquier cosa, sino de acoger ante todo su búsqueda y llevarla a la madurez. ¿Cómo detecto las preguntas de los buscadores de Jesús hoy? ¿Trato de convencer explicando dogmas y fórmulas, o anuncio la “Buena Noticia” de Jesús? 

“Si el grano de trigo no muere”: La respuesta de Jesús parece menos interesada a los griegos, que deseaban verlo, y más orientada hacia todos, discípulos y griegos. Él ve abrirse las fronteras, siente la tumultuosa adhesión de las gentes; pero quiere llamar la atención que esta fama que le rodea, esta "gloria" que quisieran conocer de cerca, es de otro género de aquélla que ellos quizás se esperaban. Se trata de una vida que está por ser destruida, de una "palabra" que viene silenciada, quebrantada hasta la muerte, sepultada en las entrañas del odio y de la tierra, para hacerla desaparecer. Y en vez de ver una gloria al estilo humano, están delante de una "gloria" que se desvela a través del sufrimiento y la muerte. ¿Cuáles son mis criterios de éxito o fracaso? ¿Son los de Dios?





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