Lecturas de hoy / Semana 2ª de Adviento

 




PRIMERA LECTURA

Del libro de Sirácida 48, 1-4.9-11b

En aquellos días, surgió el profeta Elías como un fuego, su palabra quemaba como antorcha. Él hizo venir sobre ellos el hambre, y con su celo los diezmó. Por la palabra del Señor cerró los cielos y también hizo caer fuego tres veces. ¡Qué glorioso fuiste, Elías, con tus portentos! ¿Quién puede gloriarse de ser como tú? Fuiste arrebatado en un torbellino ardiente, en un carro de caballos de fuego; tú fuiste designado para reprochar los tiempos futuros, para aplacar la ira antes de que estallara, para reconciliar a los padres con los hijos y restablecer las tribus de Jacob. Dichosos los que te vieron y se durmieron en el amor.

Palabra de Dios.


Este fragmento del Eclesiástico, un libro que proclama la sabiduría de Dios en la creación y en la historia de Israel. En esa historia se sitúa el elogio admirado de Elías y de su vigorosa intervención en una época de infidelidades del pueblo. Aparece como prototipo de lo que es un profeta: un hombre de Dios, cuya autoridad le viene de su familiaridad con la Palabra de Dios, para hablar en público denunciando las injusticias y proclamando la utopía escatológica, el cumplimiento de las promesas mesiánicas de Dios. Evocar a Elías es evocar un horizonte de promesas que, se han cumplido básicamente con la venida del Mesías. Pero al mismo tiempo evocar, la realización definitiva de esas promesas con el retorno triunfante de Cristo al final de los tiempos.


SALMO RESPONSORIAL
Salmo 79
R. Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.

• Pastor de Israel, escucha; tú que te sientas sobre querubines, resplandece. Despierta tu poder y ven a salvarnos. R/.


• Dios del universo, vuélvete: mira desde el cielo, fíjate, ven a visitar tu viña. Cuida la cepa que tu diestra plantó y al hijo del hombre que tú has fortalecido. R/.

• Que tu mano proteja a tu escogido, al hombre que tú fortaleciste. No nos alejaremos de ti: danos vida, para que invoquemos tu nombre. R/.

 

EVANGELIO

Del santo Evangelio según san Mateo 17, 10-13

Cuando bajaban del monte, los discípulos preguntaron a Jesús: “¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?”. Él les contestó: “Elías vendrá y lo renovará todo. Pero les digo que Elías ya ha venido y no lo reconocieron, sino que han hecho con él lo que han querido. Así también el Hijo del hombre va a padecer a manos de ellos”. Entonces entendieron los discípulos que se refería a Juan el Bautista.

Palabra del Señor.


No lo reconocieron


"¿Por qué dicen los escribas...?" Las explicaciones de los escribas eran muy importantes para el resto del pueblo; eran ellos los que interpretaban la Ley para quienes no podían hacerlo. ¿Me pongo a pensar cada tanto en el peso que pueden tener mis palabras en los demás?

"...Elías ya ha venido, y no lo han reconocido" Aquellos mismos que deben leer las señales de Dios, son cerrados en sus ideas, y por eso, en vez de enseñar que hay una nueva esperanza, que llega el Mesías, propagan un error que quién sabe a cuántos habrá alejado de Jesús. ¿Soy capaz de leer los signos de los tiempos, la forma en la que Dios se manifiesta? ¿Me esfuerzo por descubrir la presencia de Dios en la historia, para poder compartirlo con los demás? 

"Los discípulos comprendieron..." Poder hacer esta lectura de fe de la realidad es un don de Dios, puesto que es Jesús el que enseña a saber interpretar.

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