NOVENA A LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA – QUINTO DÍA
Por la señal de la Santa Cruz+
de nuestros enemigos+
líbranos, Señor, Dios nuestro+
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo +
Oración Inicial
“Madre mía, infunde en mí aquel amor que ardía en tu Corazón por Él; en mí, que, cubierto de miserias, admiro en Ti el misterio de Tu Inmaculada Concepción y que ardientemente deseo, por ese misterio, purifiques mi corazón para amar a mi Dios y a tu Dios; a mi mente para elevarme hasta Él y contemplarlo, adorarlo y servirlo en espíritu y en verdad, a mi cuerpo para que sea su tabernáculo cuando se digne venir a mí en la Santa Comunión” (Padre Pío)
Lectura bíblica del quinto día:
“Desde ahora me felicitarán todas las generaciones” Lucas 1, 48
Toda la grandeza de María radica en el cimiento de su humildad; humildad de una creatura privilegiada, única en el mundo, divina y regia, como un rayo de luz que proviene del sol. María sabía bien que todo cuanto tiene de riqueza le viene de Dios, de esa hoguera de caridad que alberga en su seno.
Pedir la gracia que se desea alcanzar de María en esta novena.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
Oración Final
Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A ti, celestial Princesa
Virgen Sagrada María
te ofrezco en este día
alma, vida y corazón.
¡Mírame con compasión!
¡No me dejes, Madre mía!
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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