NOVENA A LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA SEXTO DÍA

 



Por la señal de la Santa Cruz+

de nuestros enemigos+
líbranos, Señor, Dios nuestro+
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo +

Oración Inicial

“Madre mía, infunde en mí aquel amor que ardía en tu Corazón por Él; en mí, que, cubierto de miserias, admiro en Ti el misterio de Tu Inmaculada Concepción y que ardientemente deseo, por ese misterio, purifiques mi corazón para amar a mi Dios y a tu Dios; a mi mente para elevarme hasta Él y contemplarlo, adorarlo y servirlo en espíritu y en verdad, a mi cuerpo para que sea su tabernáculo cuando se digne venir a mí en la Santa Comunión” (Padre Pío)

Lectura bíblica del sexto día:

“Y el verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros” Juan 1, 14

Es Ella, es María, la que renovó definitivamente con Dios la alianza del amor infinito. En su alma y en su propia carne es Ella el lugar de encuentro entre lo natural y lo sobrenatural; lo finito y lo infinito; el hombre y Dios. Ella participó de la condición de creatura redimida, prototipo del hombre nuevo que hemos de llegar a ser. Estando totalmente entregada al servicio del Reino y siendo absolutamente pura, nada en Ella es obstáculo para la encarnación ni para la redención.

María nos enseña a ver a Dios en el compartir con las personas, seamos conscientes de esa proximidad, veamos en cada encuentro la presencia, gracia de Nuestro Señor, todo como una vivencia de unión con Dios.

Pedir la gracia que se desea alcanzar de María en esta novena.

(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)

Oración Final

Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A ti, celestial Princesa
Virgen Sagrada María
te ofrezco en este día
alma, vida y corazón.
¡Mírame con compasión!
¡No me dejes, Madre mía!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

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